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R. G.B
Martes, 31 de mayo 2022
La Fundación Española de Abogados Cristianos ha presentado una querella contra el director general del Instituto Valenciano de la Juventud, Jesús Damián Martí y contra la Directora de Salud Pública, Ofelia Gimeno, por un presunto delito contra la salud pública.
La organización de juristas los acusa a la Dirección de Salud Pública de financiar una 'app' de contactos para chemsex y al Instituto Valenciano de la Juventud de promover esta «peligrosa práctica» entre los jóvenes de la región a través de redes sociales.
En el primer caso, la Dirección de Salud Pública otorgó una subvención al Comité Ciudadano Antisida de la Comunidad Valenciana, por valor de 5.496,43 euros, para llevar a cabo una «Aplicación de contactos para HSH (hombres que tienen sexo con hombres) y usuarios de CHEMSEX».
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En lo relativo al Instituto Valenciano de la Juventud, Abogados Cristianos denuncia que desde sus redes sociales se publicara una guía en la que «se fomentaba la práctica del 'chemsex'» y se hacían afirmaciones como «todo está bien siempre que esté controlado. En el momento que se pierde la conciencia deja de ser una práctica segura» o recomendaciones como «conocer a la persona que te proporciona las drogas puede darte cierta seguridad de que las drogas sean lo más puras posibles». El organismo eliminó su publicación de la red social Instagram un mes después de haberla publicado por la polémica generada.
La presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, destaca que «desde una administración pública con nuestros impuestos se pueda estar cometiendo un delito contra la salud pública, animando a menores al consumo de drogas, es motivo suficiente para que los responsables sean inmediatamente inhabilitados».
Desde la Generalitat explican que la Dirección General de Salud Pública concedió en septiembre de 2021 la subvención para «un proyecto orientado a mejorar la salud sexual de los hombres que tienen sexo con hombres, personas trans y hombres trabajadores del sexo y que utilizan las aplicaciones de citas y contactos, dando especial relevancia a los que utilizan 'chemsex'». Se trata, afirman de un programa que «se articula en cinco procesos interrelacionados: difusión y captación, intervención digital, realización de pruebas rápidas, atención psicológica y apoyo emocional y derivaciones y coordinación con otros recursos sanitarios». «En ningún caso se promociona esta práctica», concluyen.
Fuentes de Sanidad señalan que la conselleria ha otorgado subvenciones con el fin de insertar en las aplicaciones más utilizadas por los interesados en este tipo de prácticas una serie de enlaces. Los enlaces pretenden, según las mismas fuentes, prevenir situaciones de riesgo durante esas prácticas o facilitar ayuda en el caso de que algún usuario sufra algún tipo de patología derivada del 'chemsex'. Desde Sanidad se asegura que su intervención es similar a la que se realiza en otros territorios del país. «El programa de salud sexual interviene sobre el 'chemsex' facilitando que los pacientes que tienen este problema consigan superarlo o reducir el daño, evitando y tratando ETS y problemas asociados a las adicciones. Para ello utilizamos el couselling, la realización de pruebas rápidas y la atención psicológica, y derivamos a los recursos sanitarios públicos (UCAS, CIPS y UEI Hospitales) a aquellas que lo necesitan», señalan desde la conselleria.
El término 'chemsex' surge de la unión de las palabras en inglés químicos y sexo. Los expertos definen esta práctica como el «uso intencionado de drogas para tener relaciones sexuales» y una de sus características principales es que suele realizarse por un largo período de tiempo que puede abarcar varias horas e incluso varios días. Además esta práctica se da predominantemente hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres.
No todo consumo de drogas en un contexto sexual es considerado 'chemsex', ya que hay consumos en otros contextos como el de la prostitución femenina y sus clientes, o el de los locales de swingers o intercambio de parejas, etc. Pero el Ministerio de Sanidad considera que «cada uno de estos colectivos tiene características y circunstancias epidemiológicas y culturales distintas, y comportamientos sexuales diferentes de los del 'chemsex'».
La práctica del 'chemsex' suele tener lugar en casas particulares, pero también se da en saunas, clubs de sexo, hoteles y zonas de cruising e incluye con frecuencia el sexo grupal. Algunas de las sustancias más asociadas al chemsex son GHB/GBL, mefedrona, metanfetamina, popper, cocaína, ketamina, éxtasis y viagra, o la mezcla de varias de ellas. La administración intravenosa, conocida como 'slamming', implica mayores riesgos para la salud.
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