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Alejandro Hernández
Alicante
Lunes, 24 de marzo 2025, 17:13
La primera sesión del juicio por la trágica muerte de Aitor, el niño de 8 años de Petrer que falleció a causa de una peritonitis tras sufrir una apendicitis aguda en octubre de 2020 después de acudir cinco veces a Urgencias, se ha celebrado este lunes, 24 de marzo, en el salón de actos de los Juzgados de lo Social de Alicante, según publica TodoAlicante.
Una vista oral marcada por la emoción de la abuela y tutora legal de Aitor, Marta González, que se ha roto durante la declaración -al igual que los familiares del menor presentes en la Sala- y en la que ha asegurado que los médicos que certificaron la muerte de Aitor le explicaron que había fallecido de una perforación de varios días, la cual «se podía haber evitado con un análisis».
La Fiscalía de Alicante pide prisión para las dos enjuiciadas, una pediatra del hospital de Elda, médica residente en el momento de los hechos, y una médica de familia del centro de salud Petrer II. El Ministerio Público considera que las facultativas han cometido un delito de homicidio por imprudencia, por lo que solicita inicialmente una pena de dos años y cuatro meses de cárcel para la pediatra, M.R.R, y otra de un año y diez meses de prisión para la médica de familia del centro de salud, además del pago de 148.000 euros. Mientras que la acusación particular reclama 21 años de cárcel para cada una y una indemnización de 1,8 millones de euros.
La primera acusada, M.R.R., médica residente de segundo año ha declarado, ante las preguntas del fiscal y la defensa de la víctima, que Aitor llegó por vómitos y que en el momento que lo valoró se encontraba «estable», por lo que no había «síntoma de alarma». La facultativa ha explicado que los vómitos no eran «una causa de tratamiento urgente en ese momento porque no iban acompañados ni de sangre ni de heces».
Además, ha contado que antes de darle el alta volvió a valorar el estado del menor y que se llegó a plantear que tuviese apendicitis. «Le dije que si seguía mal y decaído que volviese. En caso de que hubiese detectado dolor le habría ampliado la exploración y le habría dado un analgésico».
Por su parte, M.B.S, la médica de familia del centro de salud Petrer II ha explicado que Aitor llegó al ambulatorio «en posición erguida sin actitud de estar cogiéndose el abdomen». Según la acusada, la abuela del menor le aseguró que llevaba varios días con dolor abdominal y que no se le iba después de haber acudido dos veces a Urgencias. Asimismo, ha señalado que Aitor no refirió «ni vómitos, ni fiebre, solo dolor abdominal».
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La facultativa ha explicado que leyó los informes del centro de salud y del Hospital de Elda. «Le dije a la madre que como la evolución era de 4-5 días pocas cosas podía hacer, que allí solo podían explorarlo, pero no realizar ninguna prueba». Además, ha manifestado que la madre del menor se enfadó y que le dijo que no pensaba volver más al hospital porque «había ido en dos ocasiones y no se le había ido». También ha señalado que le dijo: «Usted no va a hacerle nada al niño porque yo tengo un seguro privado y en unas horas tengo cita donde le van a hacer de todo».
Palabras que ha desmentido Marta González ante la jueza. La tutora legal del menor ha sostenido ante las preguntas del fiscal y los letrados que la facultativa le dijo que mejor que no subiese a Urgencias del hospital «por el trabajo que había» -refiriéndose a que estaban colapsadas-, mientras ella asegura que en el hospital «no había nadie». «No le dije a la médica que no explorase a mi hijo», ha sentenciado.
Otro de los testigos que ha declarado en la primera vista oral ha sido Miguel Bernal, el médico del SAMU que atendió a Aitor horas antes de su muerte. El facultativo ha narrado que cuando llegaron al domicilio el niño estaba en «shock» y que durante el trayecto en ambulancia sufrió una parada cardíaca y lo reanimaron. Horas después falleció en el hospital.
La abuela de Aitor, que ejercía como tutora legal y lo consideraba como un hijo, ha exclamado a la salida de la primera sesión de la vista oral que no piensa dejar de luchar hasta que se haga justicia por la muerte del menor. «Es inhumano que durante cuatro años y medio le arrebatan la vida a tu hijo y tienes que superar todos los contratiempos que te ponen. No quiero nada, solo que se haga justicia y que el honor de mi hijo quede por encima. Que sepan que Aitor murió por no hacerle una simple prueba. Que paguen como cualquier delincuente paga una pena cuando comete un delito».
Durante el juicio celebrado este lunes ella no ha estado presente en la declaración de las dos acusadas, pero ha querido denunciar ante los medios de comunicación que las dos facultativas «se han saltado los protocolos y que con una analítica de sangre o ecografía Aitor se habría salvado». El juicio sigue el próximo jueves y viernes -27 y 28 de marzo-.
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