LAS PROVINCIAS
Martes, 22 de septiembre 2020
Los y las adolescentes valencianos ven pornografía por primera vez a los 12 años y casi 7 de cada 10 (el 68,2%) la consumen de forma frecuente (lo han hecho en los últimos 30 días). Este consumo se produce en la intimidad (94,4%) y en el teléfono móvil y se centra en contenidos gratuitos online (99,1%), basados de manera mayoritaria en la violencia y la desigualdad.
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Así lo revela el informe '(Des)información sexual: pornografía y adolescentes' que ha elaborado Save the Children para estudiar el consumo de contenidos sexuales entre la población adolescente y su impacto en sus relaciones y su desarrollo. Además de arrojar luz sobre este asunto, el informe recoge una serie de recomendaciones sobre cómo abordar la sexualidad para las familias, los profesionales de la educación y de la salud y la propia población adolescente. Del mismo modo, la organización ha elaborado una guía específica para padres y madres.
El informe ha contado con la participación de 1.753 chicos y chicas de entre 13 y 17 años de toda España, que han respondido a una encuesta y participado en diferentes talleres.
Según este estudio, el 57,4% de los adolescentes de la Comunitat, en su mayoría los chicos, cree que la pornografía da ideas para sus propias experiencias sexuales y al 60,7% le gustaría poner en práctica lo que ha visto. Además, la mitad de los adolescentes que ha visto contenido pornográfico ha llevado alguna escena a la práctica. En relación a este último punto, Save the Children considera especialmente preocupante que, cuando intentan imitar lo que ven, no siempre solicitan consentimiento previo a su pareja. El 12,5% de los adolescentes, en su mayor parte chicos, lo ha hecho sin el consentimiento explícito de la pareja y sin que a esta le haya parecido bien.
El estudio también revela que para el 30,8% de los y las adolescentes valencianos la pornografía es el único recurso para aprender sobre sexualidad y casi la mitad de las personas encuestadas echa en falta tener más información sobre cuestiones afectivo-sexuales.
«La educación afectivo-sexual es fundamental para evitar que la pornografía siga siendo la profesora de sexualidad de los niños y niñas y para construir relaciones sanas e igualitarias desde edades tempranas. Por ello, es necesario que el Consell amplíe el Programa de Intervención en Educación Sexual (PIES) de la Generalitat anticipando el inicio de la educación afectivo-sexual antes de los 12 años, para empoderar a niños y niñas desde edades más tempranas para evitar llegar tarde», señala Rodrigo Hernández, director de Save the Children en la Comunitat Valenciana.
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El análisis se ha hecho con enfoque de género y diversidad para conocer, entre otras cuestiones, si el consumo y la percepción de lo que ven varía según el género o las preferencias sexuales o si el colectivo LGTBI se siente representado.
El informe constata importantes diferencias entre géneros y orientación sexual. Así, mientras el 87,6% de los chicos en la Comunitat Valenciana afirma haber visto pornografía alguna vez en su vida; este porcentaje desciende al 31,4% en el caso de las chicas.
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Save the Children ha preguntado a los adolescentes si detectan violencia, desigualdad y prácticas de riesgo en lo que ven. El análisis arroja que un porcentaje alto de adolescentes de la Comunitat Valenciana sí es capaz de reconocer todo esto en la pornografía. Sin embargo, el 26,2% no diferencia entre la ficción de las escenas y sus propias experiencias sexuales y el 13,8% no encuentra en ella desigualdad. También destaca que el 30,9% de los y las adolescentes valencianos no sabe identificar o no ve en la pornografía prácticas de riesgo, como la ausencia de preservativo.
La organización ha estudiado cómo se traslada todo esto a la realidad y al respecto ha hallado que casi la mitad de la población adolescente valenciana (el 44,1%) no utiliza siempre métodos de protección y el 11,8% no lo hace nunca o casi nunca. Asimismo, el 6,9% de adolescentes de la Comunitat Valenciana ha entrado en contacto, al menos una vez, con una persona desconocida con fines sexuales a través de internet. Si bien estas conductas no tienen por qué responder directamente al consumo de pornografía, la ONG considera que son comportamientos preocupantes, ya que pueden entrañar un alto riesgo de sufrir violencia online, tan real y dañina como la física, y en caso de derivar en un encuentro real, pueden provocar que los menores sufran abusos o una agresión sexual que derive en infecciones de transmisión sexual e incluso en un embarazo no deseado.
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Ante los datos que arroja '(Des)información sexual: pornografía y adolescentes', Save the Children recuerda la urgencia de tramitar la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia. Esta ley tiene un gran enfoque preventivo e incluye la educación afectivo-sexual como principio transversal en la enseñanza reglada, de modo que el alumnado aprendería en el aula, siempre de forma adaptada a su etapa educativa, conceptos necesarios para ser capaces de detectar la violencia o el abuso como son el consentimiento, la autonomía del cuerpo, el desarrollo de las emociones o la creación de relaciones igualitarias.
La ley también incluye campañas de sensibilización para prevenir la violencia y empoderar a la infancia y adolescencia en cuestiones de educación afectivo-sexual y de educación en igualdad de género.
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