![La Albufera empieza a mejorar](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/12/20/albuferacolor-RqGQSPiMG0sNoMXiqERVpaL-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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La Albufera cambia de color. Después de unas semanas con el lago de color rojizo o amarronado por la presencia de unas determinadas bacterias, las aguas están volviendo a recuperar su tonalidad habitual. «El agua ya está mejor. La hélice de la barca no ... engaña», señala uno de los barqueros que se dedican a llevar turistas por el lago.
Este aspecto rojizo había levantado la alarma entre muchos visitantes pese a que esas circunstancias no dañaban la calidad del agua, según técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente. La mejoría en el estado del lago no es total, pues en algunas partes sigue mostrando ese color. De esta forma, el que acuda estos días a la Gola de Pujol se encontrará con las aguas todavía de amarronadas o rojas.
Las aguas han vuelto a su estado natural en zonas de Sollana o El Romaní. La mejora se puede apreciar también en el embarcadero de El Palmar.
Esta recuperación de su aspecto se ha producido unos días después de que la Acequia Real del Júcar haya empezado la aportación de los 6,5 hectómetros cúbicos previstos. La operación se realizará a lo largo de 44 días con el fin de aumentar los niveles del lago que se han reducido durante la 'perellonà', la inundación invernal del paraje.
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A. Checa/J. Sanchis
Los regantes calculan que la cantidad que ya llega desde la mañana de este pasado lunes se sitúa alrededor de los 1,5 metros cúbicos por segundo. El envío se está produciendo por las fesas (bocanas hidráulicas) de Silla, Albudor, Foia, Romaní y Sollana, como han señalado desde la Acequia Real del Júcar.
La falta de precipitaciones (no ha llovido prácticamente en la Comunitat desde la primera quincena de septiembre) ha afectado también a la Albufera que en los últimos meses ha sufrido varios fenómenos a los que no estamos acostumbrados. Así el agua ha cambiado de color en varias ocasiones pasando del verde habitual al rosa y marrón.
El incidente más grave ha sido la bajada de niveles que se ha producido en las últimas semanas. La 'perellonà' se ha quedado corta por la falta de agua. Como solución urgente a esta situación, el Ayuntamiento de Valencia, la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Conselleria de Medio Ambiente llegaron al acuerdo de realizar una aportación extraordinaria de agua de 6,5 hectómetros cúbicos. En un principio este aporte estaba reservado para más entrado el año, pero las necesidades urgentes del lago obligaron a cambiar de planes.
Alcanzar un acuerdo no fue sencillo. Se necesitaros dos reuniones en días consecutivos (la primera técnica y la segunda con representantes políticos) para firmar el pacto. En el curso del encuentro la conselleria y el Ayuntamiento de Valencia reclamaron a la Confederación Hidrográfica la aportación de 20 hectómetros cúbicos que aparecen en el plan de cuenca del Júcar.
La Confederación indicó, por su lado, que la situación en la que se encuentra la Albufera en estos momentos no es de su responsabilidad argumentando que el organismo de cuenca está realizando los aportes hídricos establecidos en la planificación hidrológica y en las concesiones otorgadas de regantes. También quiso dejar claro que no es competente para establecer las normas de gestión del parque ni las de gobernanza que son necesarias para que la inundación de los campos de arroz durante la 'perellonà' se ajuste a la disponibilidad real de recursos hídricos en el lago.
Este envío lo está realizando la Acequia Real del Júcar que a lo largo del año habrá aportado un total de 14 hectómetros cúbicos procedentes de la modernización de los regadíos que se están ejecutando. Está previsto que una vez que concluya la colocación del riego localizado en los campos de la ribera del Júcar, en teoría las obras tendrían que haber finalizado en 2009, la aportación para la Albufera será de 40 hectómetros cúbicos anuales. Además, se trata de caudales de calidad.
La preocupación por el estado de la Albufera es general. La semana pasada la consellera de Medio Ambiente, Salomé Pradas, remitió una carta a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la que instaba a acelerar la autorización para que se ejecute el envío ante el descenso de caudales en el parque.
En el texto remitido, la consellera también recordó a la vicepresidenta tercera que en el Plan Hidrológico del Júcar (artículo 13.5) se asignan al lago de la Albufera 10 hectómetros cúbicos al año del sistema del Júcar, y otros 10 del sistema del Turia a cuenta del incremento de recursos disponible en los sistemas procedentes de la regeneración y reutilización. «En la situación actual del lago es necesario el aporte de parte de esos 20 hectómetros cúbicos asignados, y así se ha trasmitido a los responsables de la Confederación Hidrográfica del Júcar, quienes nos indicaron que para poder cumplimentar nuestra petición precisaban de la autorización de la ministra», recogía la carta.
Los 6,5 hectómetros que han empezado a llegar estos días aliviarán en parte la situación del lago pero no son una solución definitiva. En cualquier caso, las tres administraciones ya consideraron al aprobar el envío los nuevos aportes serán «insuficientes» para atajar el problema, según indicaron técnicos del departamento que dirige Pradas.
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