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El público aplaude al paso de la procesión. iván arlandis
«Estamos lejos de la Senyera»

«Estamos lejos de la Senyera»

Los asistentes critican la distancia excesiva para ver descender la Senyera | El Ayuntamiento impide la entrada del público en la ofrenda floral al rey Jaume I en el Parterre: «Ha sido vergonzoso»

J. SANCHIS

Domingo, 10 de octubre 2021, 00:35

valencia. Un espléndido día de sol acompañó ayer la procesión cívica que llevó la Real Senyera por las calles de Valencia. El calor fue la nota dominante. Miles de personas aprovecharon las condiciones climatológicas para acompañar a la enseña durante su recorrido por el centro.

Pero para muchos la sorpresa fue mayúscula por la organización de la marcha. «No hemos podido ver bajar a la Senyera», señaló Vicente Sabater. «Los árboles lo tapaban todo», añadió. Y es que la plaza del Ayuntamiento estaba totalmente acordonada. No había manera de pasar del perímetro exterior y los asistentes tuvieron que conformarse con ver el descenso de la insignia casi desde la acera de Correos.

Sabater intentó reunirse con su amigo Vicente Ribes para, como todos los años, ver la bajada del balcón municipal y luego acompañar la enseña hasta el Parterre. «Me he hecho casi once kilómetros andando. Cada uno venimos de una parte de Valencia y no nos dejaban pasar. Está todo vallado», lamentó el segundo.

Lo peor fue en el jardín del Parterre. No se podía acceder a su interior. Estaba totalmente cercado por las vallas y nadie, salvo la comitiva oficial, entró para ver de cerca la ofrenda floral. «No entiendo porque no nos dejan estar cerca de la Senyera», se quejó José que con sus amigos Modesto, Juan y Jorge esperaban la llegada de la insignia en el cruce de las calles Colón y Cerdán de Tallada. «Es vergonzoso. Estamos muy lejos. ¿No dicen que estamos volviendo a la normalidad?», añadió y Manuel señaló que «los apretujones no se evitan. Es peor. Sólo hay que ver cómo está de apelotonada la gente en esta zona».

También se quejaban Carlos y Modesto. «No nos dejan entrar y tampoco podemos cruzar al otro lado de la calle. Desde donde estamos (cruce de Colón con Cerdán de Tallada) apenas oímos el himno», puntualizó Modesto.

Este era el lamento en boca de gran parte de los asistentes que intentaron acceder al Parterre para como todos los años asistir al homenaje a Jaume I. «Nos hemos llevado un chasco. Hemos venido para estar cerca y no hay manera», apuntó Carlos.

La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Valencia, María José Catalá, señaló que no le había acabado de gustar de la organización el hecho de que «a la gente se le ha limitado demasiado el acceso. Si recuperamos la normalidad, tiene que ser para todo y para todos».

La edil popular también resaltó que «no veo coherente un mensaje de vamos a eliminar las medidas de seguridad y aforos y limitar que la gente de la calle acompañe a la Real Senyera». En su opinión, el equipo de gobierno municipal «intenta no sufrir un momento difícil que es cuando la gente te dice lo que piensa. Pero tienen que ser valientes y escuchar lo que quieran decirles».

«Una fiesta que es del pueblo se la han quedado los políticos», lamentó Modesto, que consideró que no hay argumentos para justificar lo que se ha hecho desde el Ayuntamiento.

Y es que el alcalde Joan Ribó tuvo que sufrir lo que fue un abucheo casi continuo desde que comenzó la procesión cívica hasta que la enseña volvió a ser depositada en el Ayuntamiento. Los gritos de «traidor» y «catalanista» se sucedieron a lo largo de toda la marcha por el centro.

También los representantes de Compromís, entre los que se encontraban la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y el diputado del Congreso, Joan Baldoví, tuvieron que soportar el malestar de una parte importante del público que se congregó al paso de la Real Senyera.

Tan sólo una charanga organizada por Compromís consiguió dar momentos de alivio al alcalde como cuando se colocaron en la esquina de Colón y Hernán Cortés y saludaron el paso de Ribó al canto de: «Alcalde Joan Ribó, xe que bo».

La procesión, que el año pasado no se celebró por el Covid-19, congregó a numerosos valencianos que quisieron expresar el amor y devoción a sus símbolos y a su tierra. Es el caso de José Ombuena. «Vengo desde niño. Me traían mis abuelos y mis padres y yo he traído a mis hijos», aseguró.

Amparo, por su lado, señaló que también procuran venir todos los años. «Lo que más me llama la atención es la emotividad, pero en esta ocasión estamos un poco alejados para sentirla como otras veces». Amparo Andreu dijo por su lado, que «estamos porque tenemos que estar. Porque somos valencianos y tenemos que defender lo nuestro».

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