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El salón de Cortes del Palau de la Generalitat ha acogido el acto de entrega del XXXII premio Manuel Broseta al director de cine y ... fotógrafo vasco Iñaki Arteta por sus trabajos sobre ETA y sus víctimas. «Mi objetivo tras mi primera película fue la memoria, pasar la antorcha de la memoria a la siguiente generación»«, así ha definido su trabajo Arteta y ha defendido su derecho a no olvidar.
Arteta ha dirigido documentales como '13 entre mil', 'El infierno vasco' o '1980', donde ha mostrado su apoyo hacia la memoria de las víctimas del terrorismo de ETA en el País Vasco. El director ha recibido el galardón de manos del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y del presidente de la Fundación Manuel Broseta, Vicente Garrido.
Arteta ha agradecido el galardón y ha asegurado que "yo no soy valiente, yo no nací valiente ni tomé una pastilla para ser valiente, sino que elegí ser valiente. Y si yo elegí ser valiente, cualquiera podría haber elegido ser valiente". También ha resaltado el ostracismo profesional en que considera que le ha situado su posición en el País Vasco. Sin embargo, ha subrayado: "Muchas veces se decía que en Euskadi no se podía hablar. Pues bueno, siempre se puede hablar, siempre se puede ir a la contra, siempre puede uno discutir lo que no le parece bien, lo injusto".
Por otro lado, ha destacado la importancia de la independencia. Así ha explicado que "ser independiente es, en el caso de un autor, es contar las cosas de la manera que uno quiere, sin ningún encargo, ningún argumentario de nadie, y eso es lo que he ido haciendo con todo el rigor y con toda la honestidad que me ha sido posible".
"Y soy afortunado por eso. Yo creo que si algo tengo de valor en mi vida hasta la fecha, es mi independencia. Nadie me ha dicho: 'haz esto', Nadie se ha atrevido a decirme: 'quita esto'", ha indicado. En la misma línea, ha subrayado que "hay que contar desde muchos puntos de vista algo tan importante como ha sido el terrorismo en nuestro país". "Cincuenta años de terrorismo, más lo que queda por debajo de esta aparente paz", ha agregado.
También ha criticado que haya "quienes piensan, sin haber pasado más que dos fines de semana en el País Vasco, que desde que no se mata, es un lugar tranquilo, ¿no?", y ha cargado contra las manifestación de este pasado sábado en Bilbao que reclamaba que las instituciones políticas y judiciales vascas faciliten el regreso a casa de los presos de ETA. "Diez, doce años después de que ETA deje de matar, hay 20.000 vascos que son capaces de ser absolutamente inhumanos", ha criticado.
"En España hay una sociedad, la vasca, que en los armarios más oscuros guarda montones de cadáveres", ha agregado. Y ha reivindicado la memoria de las víctimas y su divulgación.
En su intervención, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón ha destacado que la labor de este cineasta fue muy valiente al hacer «un retrato de la sociedad vasca. Hoy te reconocemos y te damos las gracias por tener claro que sólo hay un camino». Mazón ha resaltado que Manuel Broseta fue un político que buscaba el consenso. «La convivencia pasa a la historia, echa raíces y da fruto», ha resaltado y ha destacado que el profesor asesinado por ETA fomentaba una política de consensos.
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Además, ha reivindicado la política del consenso defendida por el profesor Manuel Broseta "para hacer de la Comunitat Valenciana un espacio modélico de convivencia" y ha instado a que ninguna fuerza política renuncie a ello. También ha querido destacar "la manera de entender la política" de Manuel Broseta como un ejemplo a seguir, y se ha referido a ella como una política "de consensos y generaciones, no de coyuntura, en la que pudieran tener cabida distintas sensibilidades políticas siempre que fuera posible la convivencia y el respeto", así como una política en la que "no vale todo ni cualquier cosa", y entiende el poder "como instrumento y no como un fin en sí mismo".
Por otro lado, ha subrayado que la convivencia "echa raíces, y siempre da frutos", frente a la conveniencia "volátil y de hoja caduca". Mazón ha valorado que "el verdadero patriotismo es la normalidad, que permite abrir la persiana de un negocio cada mañana, entrar en un bar y pasar un rato con amigos, y que un abuelo vea crecer a sus nietos y unos padres eduquen a sus hijos". Y ha reiterado su defensa de una sociedad "en la que conviven en pie de igualdad y en libertad los que sienten y piensan de manera distinta".
En el acto también ha intervenido el presidente de la Fundación Manuel Broseta, Vicente Garrido, que ha reivindicado el derecho de las víctimas a no olvidar y ha reclamado que se aplique el delito de humillación a las víctimas del terrorismo. «No podemos olvidarnos de lo que pasó», ha subrayado Garrido. En esta línea, ha insistido en la necesidad de poner en marcha programas para recordar lo que pasó "para que la historia no se repita".
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