Tatuar es un arte que consigue plasmar dibujos o frases que se convierten en una seña de identidad más del que los lleva. Hay quien los prefiere minimalistas y en lugares no muy visibles. Otros, más atrevidos, se atreven con diseños grandes y coloridos. Los hay algunos que hasta necesitan más partes del cuerpo para sus tatuajes.
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La piel no es el único boceto en el que los tatuadores trabajan. Así lo han demostrado unos artistas valencianos, que se han atrevido a tatuar, nada más y nada menos, que un deportivo descapotable.
En vez de los rugidos de un motor, se escuchan las máquinas tatuadoras en un garaje de Requena. Esta localidad valenciana, ha presenciado, por primera vez, como se tatuaba un coche.
Matías Noble, tatuador de Noble Art, un estudio de tatuajes que cuenta con un local en Valencia y otro en Zurich, es el encargado de hacer magia con su aguja. Con su iniciativa, espera conquistar un certamen a nivel mundial. Le ayuda, en esta tarea, Raúl Martínez, de Iceberg studio, una empresa de servicios de impresión de gran formato. La compañía de Raúl ya ha trabajado rotulando vehículos, pero ahora el desafío está en tatuarlo.
Los motivos plasmados en esta piel de metal son de arte renacentista, mitología griega, actualidad digital y esculturas de Bernini. Un reto de lo más difícil porque la aguja se puede doblar, pero con el que buscan experimentar hasta dónde puede llegar el arte del tatuaje.
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