La Audiencia Nacional investiga las obras de regeneración de las playas del sur de Valencia

El punto clave es que los ecologistas consideran que la operación de extracción de la arena en un yacimiento submarino frente a la costa de Cullera carece de la preceptiva declaración de impacto ambiental.

Los ecologistas señalan, en este sentido, que a finales de septiembre de 2023, Ecologistes en Acció solicitaron un requerimiento previo para el cese de las obras a la Dirección General de la Costa y el Mar, por la supuesta ejecución mediante una vía de hecho de esas obras ilegales. La administración contestó el 11 de octubre de 2023, admitiendo que el proyecto de extracción de arena de los fondos marinos no tenía todavía el visto bueno ambiental, aunque afirmaba que esos proyectos de regeneración disponían de las preceptivas Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA). «Omitía, sin embargo, que esas DIAs estaban condicionadas a la DIA del proyecto de extracción de arena, que todavía no se ha publicado», según apuntan desde la organización ecologista.

Los ecologistas recuerdan que estos proyectos de regeneración se encuentran dentro de un programa de la Dirección General de la Costa y el Mar, perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en el que se pretenden llevar decenas de actuaciones a lo largo de las costas valenciana los próximos años, desde el sur de Alicante en Pilar de la Horadada hasta las costas de Castellón.

La organización conservacionista también indica que el proyecto de regeneración fue sometido a información pública en julio de 2022 y todavía no ha finalizado su evaluación ambiental. Por tanto, no tiene la autorización administrativa de la autoridad sustantiva. Esa irregularidad fue denunciada por Ecologistes en Acció del País Valencià ante la Policía Nacional en septiembre de 2023 y se abrió un procedimiento judicial en los juzgados de Sueca que todavía está vivo.

La arena para regenerar todas estas playas se extrae de un yacimiento marino de aguas profundas situado a unos 10 km frente de la costa de Cullera. El total de arena que se pretende extraer es de 66,4 millones de metros cúbicos.

Desde la organización conservacionista recalcan que «si no paramos la emergencia climática, aplicando las soluciones que proponen los científicos y los ecologistas desde hace decenios (reducción real de las emisiones de gases de efecto invernadero, movilidad sostenible y fomento de la bici y el tren, consumo de productos locales y ecológicos, la eficiencia y ahorro de energía y materias primas, etcétera.) cada vez subirá más el nivel del mar y las tormentas serán más y más fuertes, de forma que la regeneración artificial de playas resultará absolutamente inútil, además de muy cara y antiecológica. Ayuntamientos, Consellerias y Ministerios, junto con el sector turístico, tendrían que preocuparse de aplicar ya estas soluciones, antes de perder completamente nuestras playas».

La actuación se ha llevado a cabo en los siete kilómetros comprendidos entre Pinedo, l'Arbre del Gos y la gola de Pujol y se han invertido 28 millones de euros. Desde el inicio de los trabajos la Delegación del Gobierno ha destacado que el objetivo era recuperar la fisionomía que tenía el litoral en la década de los 60 y 70 y, por eso, se ha recargado artificialmente estas playas hasta conseguir entre 40 y 70 metros de ancho, según la zona, como sistema de protección frente a temporales. Los vecinos han denunciado que el mar ya se ha llevado parte de la obra realizada.