Miembros de la UME trabajan en Catarroja la pasada semana. JOSE JORDAN / AFP

Desalojan a 150 personas de una finca en Catarroja por riesgo de derrumbe

Los técnicos municipales han decidido la evacuación y los bomberos tienen previsto en las próximas horas apuntalar el edificio, cuyo garaje se inundó por la DANA

J. Martínez

Catarroja

Lunes, 11 de noviembre 2024, 22:47

Los técnicos municipales del Ayuntamiento de Catarroja han decidido a primera hora de la noche de este lunes el desalojo de un edificio de 50 viviendas en el número 30 de la calle Albal, en la localidad de Catarroja, debido al mal estado del inmueble, que requiere de un urgente apuntalamiento.

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En las viviendas viven un total de 150 personas, según informaron fuentes policiales. Tras revisar la estructura, las vigas y el garaje, los técnicos municipales decidieron que era necesario apuntalar el inmueble por posibles daños en la cimentación.

La causa de los mismos no es otra que la acción del agua que inundó el aparcamiento subterráneo del edificio y otras plantas bajas y garajes de la calle Albal de Catarroja.

Tras recibir el aviso de los técnicos municipales, varios policías locales comenzaron a llamar a todas puertas de las viviendas, una por una, para explicar a los vecinos que debían salir de sus viviendas. El desalojo de los vecinos tuvo lugar sobre las 20 horas de este lunes, según han informado las mismas fuentes policiales.

La decisión de los técnicos del Ayuntamiento de Catarroja fue comunicada de inmediato al Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia para que proceda a apuntalar el edificio. También fue informado del desalojo el Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI) de la Comunitat Valenciana, donde se coordinan todos los servicios de emergencia en las localidades afectadas por la DANA.

Los desalojados se dividieron en dos grupos. Por una parte aquellos que pudieron pasar la noche en casa de familiares, y por otro lado, los que no tenían alternativa, siendo trasladados al polideportivo municipal de Alcàsser.

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Ahora serán los bomberos los que tienen que decidir si, tras el apuntalamiento, los vecinos pueden regresar a la finca, relativamente nueva y con fachada de ladrillo visto.

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