Pablo Alcaraz
Valencia
Lunes, 22 de julio 2024, 01:06
Una revolucionaria manera de darse chapuzones y refrescarse aterriza con fuerza en la Comunitat. El alquiler de las piscinas privadas se disparó el ... año pasado en la región dejando beneficios de hasta 4.000 euros de media para los propietarios de estos espacios a nivel nacional, según los datos que maneja la empresa Cocopool. El techo de este negocio emergente queda todavía muy lejos y ha venido para quedarse con el propósito de hacerse un hueco entre los planes de ocio veraniegos de los valencianos. Y no es para menos ya que la Comunitat se ha convertido en una potencia en la materia con Valencia y Alicante encabezando el ránking de demanda en toda España por encima de otras grandes ciudades como Madrid o Barcelona.
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Cocopool es una empresa de alquiler de piscinas por horas que irrumpió en el panorama nacional en 2022, momento en el que nació de la mano de Edgar Granados y Gerard Xalabardé. Granados comenta que los servicios de arrendamiento de piscinas particulares ofrecidos por Cocopool en la Comunitat tuvieron una buena acogida desde que pusieron en marcha su actividad en las tres provincias de la región el año pasado. Sin embargo, el cofundador de la compañía explica el boom que ha sufrido el negocio en esta campaña estival en la que la demanda de propietarios que ofrecen sus piscinas al público se ha disparado un 540% entre las tres provincias valencianas. «La Comunitat es un mercado muy interesante para nosotros», comenta Granados en referencia a que la región ostenta un gran número de los 1,3 millones de espacios de baño privados que tiene España.
En 2023, Cocopool contó con 12 reservas de piscinas en territorio valenciano. En cambio, a mediados de este mes de julio el número de contrataciones de sus servicios ha ascendido ya hasta los 65 con una treintena de espacios particulares destinados al baño ofertados al público en régimen de alquiler. Por otro lado, el precio medio de los arrendamientos en la Comunitat es de 300 euros, el aforo suele estar entorno a las 13 personas y el tiempo en promedio de la estancia se encuentra sobre las 6 horas y media. En la provincia de Valencia, el precio por hora ronda entre los 15 y los 25 euros la hora mientras que en la demarcación de Alicante las tarifas oscilan entre los 15 y los 150 euros la hora.
Esta empresa de alquiler de piscinas también está presente en Cataluña, Madrid, Andalucía y Murcia. La idea de montar Cocopool surge a raíz de un deseo personal de Gerard, quien en un momento de su vida se tuvo que mudar de una casa con piscina a un piso, perdiendo así toda posibilidad de realizar las actividades acuáticas dignas de estos espacios. Tras la pandemia se puso en contacto con Edgar para poner en marcha un proyecto revolucionario que había visto en Estados Unidos y Canadá y que le permitiría revivir las experiencias que se llevan a cabo en estos entornos como celebrar comidas o cenas familiares, quedadas con amigos, juegos acuáticos o cumpleaños. De hecho, Granados comenta que este último tipo de celebraciones copan el 90% de las contrataciones de los servicios de Cocopool.
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«Los clientes buscan tener privacidad y hacer uso de otros servicios accesorios con los que están equipadas las piscinas», explica el cofundador de la compañía. Granados relata que ese tipo de servicios no se pueden encontrar ni realizar en piscinas de uso público y/o comunitario por lo que cada vez más gente recurre al alquiler privado para satisfacer estas necesidades: «Muchas veces no se busca el baño sino el espacio», concluye.
El abanico de tarifas tanto para propietarios como para bañistas es muy amplio ya que se tienen en cuenta una gran diversidad de factores a la hora de fijar el precio del arrendamiento de la piscina. Influye desde la ubicación hasta el aforo pasando por los servicios accesorios con los que está equipado el espacio de la piscina. Además, los trabajadores de Cocopool ofrecen un asesoramiento personalizado y adaptado a las características de cada una de las piscinas incluyendo la propuesta de precio al arrendador del espacio. En definitiva, es el dueño de la piscina quien, en última instancia, fija el importe final del alquiler una vez ha sido aconsejado por el equipo de la compañía.
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El modelo de negocio de este disruptiva empresa es similar al de Airbnb, la afamada plataforma en línea dedicada al alquiler de apartamentos. De hecho, hay quien les tilda como 'el Airbnb de las piscinas', definición que, lejos de molestar al equipo de Cocopool les ayuda a explicar mejor su modo de ganar dinero. El pago del servicio se realiza a través de un abono con retención de reserva, eso es que sólo se le cobra el importe al anfitrión si este acepta las condiciones solicitadas por los usuarios. Si se da este caso, se cobra la cantidad y el día agendado en la reserva se produce el pago efectivo al propietario. Al final de la operación, la empresa gestora se lleva una comisión de la misma forma que cuando se arrenda una propiedad inmobiliaria.
Granados explica que cuando Cocopool abre un nuevo mercado en una región el primer paso de su estrategia comercial se basa en buscar o crear la oferta de piscinas en régimen de alquiler para generar posteriormente la demanda de los bañistas. «Hemos detectado que hay auténticos profesionales de la restauración de piscinas desde que utilizan nuestros servicios», comenta el cofundador de la firma sobre la cantidad de dueños de estos espacios que se ven incentivados a mantener y cuidar sus propiedades para poder obtener una mayor remuneración a la hora de arrendarlos. Granados explica que el mantenimiento de las piscinas es costoso por lo que la empresa premia a los dueños que quieren revalorizar sus propiedades aumentando el precio y, por ende, el beneficio de los arrendatarios.
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Cocopool es una empresa disruptiva en el mercado español dado que, pese a la existencia de otro tipo de compañías dedicadas al alquiler de recintos o espacios varios, no tiene ninguna competidora que se dedique al arrendamiento específico de piscinas. Por ello, Granados reconoce que explotan ese nicho de negocio entre los meses de mayo y octubre, aunque los momentos de más recaudación se producen en el periodo estival.
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