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Pruebas PCR realizadas a los asistentes a una discoteca de Valencia. D. Torres
El botellón rebrota en una decena de puntos de Valencia mientras crecen los contagios

El botellón rebrota en una decena de puntos de Valencia mientras crecen los contagios

Los vecinos alertan de un repunte de fiestas callejeras aunque señalan que son menos multitudinarias

Sábado, 1 de agosto 2020, 01:05

La vida nocturna valenciana de estos meses de verano en no se parece a la de ningún otro año. La pandemia de coronavirus ha provocado una caída en picado del turismo y tanto adultos como jóvenes se lo piensan dos veces antes de tomar una copa después de la cena. Sin embargo, conforme la población se ha relajado, y en especial desde que se ha terminado el curso escolar y universitario, han resurgido los botellones, que aunque no tienen la presencia habitual de estas fechas si que preocupan tanto a la población como las autoridades ya que conllevan agrupaciones de decenas de personas en las que es muy difícil mantener la distancia de seguridad y la mascarilla apenas está presente. Un problema que gana peso mientras que de forma paralela se disparan los contagios.

Así lo denuncian las diferentes asociaciones de vecinos de los barios de Valencia, que admiten que puntos clásicos donde los fines de semana solía juntarse la gente para beber están empezando a ganar peso tras semanas en las que las noches han estado casi desérticas. La situación es desigual en cada distrito y todos los representantes vecinales consultados por este diario afirman «que la situación nada tiene que ver» con la que se podía dar a principios de 2020 pero aseguran que no por ello hay que bajar la guardia, ya que es una realidad que están resurgiendo en torno a diez zonas. Pese a todo, este dato aún está lejos de las más de una veintena que tiene registradas el Ayuntamiento de Valencia y las 40 que denuncia la oposición.

En estos puntos se ha comenzado a ver una mayor concentración de personas que suelen practicar el botellón. En general, son zonas de ocio a la que suelen acudir más valencianos que visitantes extranjeros y en ellas destaca el entorno de Blasco Ibáñez, tanto en la misma calle como en la plaza del Cedro y Honduras, donde en torno a los bares y pubs se puede observar los fines de semana decenas de jóvenes haciendo botellón. Asociaciones como las de los vecinos de San Vicente y Bulevar Sur denuncian que también se ha notado como el tradicional punto de la Cruz Cubierta, donde el botellón siempre es un problema, ha vuelto a ganar peso. Elías Sánchez, presidente de la entidad, reprocha que pese a que han llamado varias noches «la presencia policial es muy escasa» y que por norma general aparecen pasadas las 4 de la mañana o se dedican a recorrer las calles para ahuyentar a los que beben de forma ilegal.

Una situación parecida ocurre en el barrio de Benimaclet, ya que en la plaza que da nombre a este barrio y en las inmediaciones de la calle Vicente Zaragozá también se encuentran estos días agrupaciones de jóvenes en las que apenas se mantiene la distancia de seguridad. En Patraix ha resurgido en dos puntos el botellón, tal y como denuncia la asociación de vecinos. Ha sido en torno a parques de la plaza principal del barrio así como en las calles Monfort y Salabert se ven estos días fiestas callejeras. «En general son grupos mucho más pequeños de lo que estamos acostumbrados pero es algo que nos preocupa», asegura Toni Pla, representante del distrito. Del mismo modo, en Peñarroja los vecinos han detectado estas semanas un punto conflictivo, el descampado frente a la discoteca de la calle Eduardo Boscá, en la que se juntan jóvenes, aunque muchos menos que en otras épocas.

Mucho más tranquilo está el centro de Valencia estos días, que con la ausencia de turistas luce una imagen muchas veces desangelada, tanto por el día como por la noche. Tradicionales botellones del barrio del Carmen y alrededores no se ven desde el confinamiento aunque los vecinos admiten que sí resiste un punto, Bolsería. Alrededor de la plaza del Tosal se siguen viendo multitud de personas y la asociación de vecinos avisa que se viven «verdaderas trifulcas» y que la Policía se ve en ocasiones desbordada. «En muchas ocasiones se vive el desgobierno», lamentan desde la entidad.

Brotes en discotecas

El resurgir del botellón es un proceso que ha tenido lugar de forma paralela al incremento de la actividad nocturna y de la detección de dos brotes en las discotecas Mya y Akuarela de Valencia. En las inmediaciones de estos dos complejos era habitual encontrar también zonas en las que los jóvenes se agrupaban para beber de forma ilegal pero la noticia de que parte de las plantillas habían contraído la enfermedad llevo primero al cierre de los dos locales y luego a una tímida reapertura. Con esta bajada de popularidad las fiestas callejeras han perdido peso, tal y como confirman desde la asociación de vecinos de la Malvarrosa, que admiten que no han tenido problemas en los últimos días. Una situación parecida a la que tiene lugar en la Ciudad de la Artes y las Ciencias. En el resto de distritos, pese a que se pueden encontrar episodios puntuales, los vecinos no han detectado grandes agrupaciones.

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