Cambio en la admisión de FP Superior: duplica las plazas para los alumnos que llegan de ciclos

En FP, al tratarse de una enseñanza postobligatoria, la adjudicación de vacantes que ofrecen los centros públicos y concertados es distinta al resto de etapas. Cuando hay más demanda que plazas disponibles depende básicamente del expediente académico alegado. Por ejemplo, para un grado superior se usa la nota media obtenida en el medio o en la modalidad de Bachillerato cursada. Pero además, se aplica una reserva de plazas para cada una de las vías de acceso, cupo que viene marcado por la normativa estatal.

En la Comunitat hasta el ejercicio actual el 60% de los puestos de cada ciclo y en cada centro están destinados preferentemente a los estudiantes de Bachillerato, quedando un 20% para los de ciclos de grado medio y otro 20% para los que han superado la prueba de acceso. Aunque si no se llena el cupo correspondiente las plazas libres se trasvasan a los otros, con esta distribución se han dado situaciones en títulos con mucha demanda (los de las familias de Administración y Gestión, Sanidad o Informática y Comunicaciones por ejemplo) en los que alumnos de FP que han terminado un ciclo medio se han quedado fuera del superior que sería la continuación lógica de su formación, en favor de alumnos de Bachillerato que incluso alegaban una nota inferior.

El Ministerio de Educación está ultimando el real decreto que sirve para concretar la nueva Ley de Regulación y Ordenación de la Formación Profesional, en vigor desde abril de 2022. Y el borrador modifica sustancialmente esta distribución. Exactamente establece que las administraciones autonómicas deben destinar el 80% de las vacantes de la admisión a los que llegan desde Bachillerato o FP media, el 10% a los que superan una prueba o curso de acceso y el 10% restante a los que dispongan de un certificado profesional (nivel C), que es el grado previo a los tradicionales del sistema educativo.

Además, dentro del 80% hay que destinar al menos un 45% de los puestos a las dos vías citadas. La intención de la Conselleria de Educación es que rija la igualdad de condiciones de acceso, lo que se traducirá en un 50% de las plazas para cada una. Por tanto los porcentajes totales quedarían así: 40% para los que vienen de un ciclo formativo de grado medio (frente al 20% actual), 40% para los que lo hacen desde Bachillerato (en lugar del 60%), 10% para los estudiantes de pruebas libres y el otro 10% para los aspirantes con grados de nivel C.

Dicho de otra manera, se duplicarán las plazas vacantes a disposición de los alumnos de grados medios, en detrimento de la sobrerrepresentación de los de Bachillerato. La justificación es doble. Por un lado, la nueva ley insta a facilitar la carrera profesional de los alumnos, por lo que no tiene mucho sentido topar las opciones de acceder al grado superior. Y por el otro, es muy raro que tantos alumnos de Bachillerato opten por la FP en lugar de dirigirse hacia la universidad.

En cuanto a los cupos de admisión para los ciclos medios, los porcentajes serán bastante parecidos a los actuales: 60% para los que acaban la ESO, 20% para los que provengan de grados básicos, 10% para los de pruebas de acceso y otro 10% -la principal novedad- para aspirantes que hayan completado un certificado profesional.

Para que los cambios tengan aplicación el curso que viene es necesario que el borrador de real decreto que recoge la nueva distribución llegue antes de que se inicie la admisión (22 de mayo). En este sentido fuentes de la conselleria explican que desde el ministerio se les ha trasladado que será oficial antes de que empiece el proceso.