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Carlos San Juan era un vecino cualquiera del barrio de Monteolivete hasta que saltó a la fama. Este urólogo retirado decidió empezar una revolución para pelear por las personas mayores, convirtiéndose así en todo un símbolo.
–¿Cómo le gustaría que se le recordara?
–Como una persona solidaria que no quiere protagonismo. Nunca lo he querido. Solamente quería justicia. Ayudar a los más vulnerables.
–¿Cómo se sintió al recibir tanto apoyo social?
–Todavía sigo incrédulo. Lo estoy viviendo todo con una gran emoción. He recibido muchísima empatía por parte de la gente. Creía que todo era un sueño. Nunca pensé que recogería tantísimas firmas.
–¿Cuál cree que ha sido su mayor logro?
–A nivel personal me sentí muy bien cuando desaparecieron las colas de los cajeros. Empecé a ver las sonrisas de los mayores que ya podían recibir una atención personal y humana. También me encantó cuando Nadia Calviño me recibió y me prometió llevar a cabo la Ley del Defensor del Usuario Financiero, pero aún no se ha ejecutado.
–¿Qué otros sueños ha conseguido cumplir?
–Me sorprendió gratamente que me dieran el premio al Ciudadano Europeo en 2022. También me comentaron que aparezco en los libros de historia de Bachiller de una conocida editorial. Piensas que estás completamente levitando cuando te ocurren este tipo de acontecimientos.
–¿Tiene pensado prolongar su lucha?
–Desde luego. Creo que debería crearse un Ministerio de los Mayores. El Gobierno debe mirar de cara al futuro. Cada vez somos una población más envejecida. La nueva generación que se jubilará dentro de poco tiene más formación que la anterior y no tolerará que se le trate de esta manera. No querrá ser olvidada.
Sabe de lo que habla. Es médico de profesión. Cada vez que escucha a los profesionales achacar las enfermedades de un anciano a su edad se enerva. En su opinión, es trascendental comenzar a incluir a las personas mayores en los ensayos clínicos para poder mejorar su calidad de vida y cerciorarse de que los medicamentos que les recetan no les producen efectos secundarios al combinarlos con otros que ya se estén tomando. «No entiendo por qué quieren aumentar la longevidad pero no hacen nada para que los mayores estén en mejores condiciones», dice resignado. Además, reclama que haya más médicos de la especialidad de geriatría para poder atender las necesidades sanitarias de las personas de edad avanzada.
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
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