La carretera que da vida a la Albufera

«Es tan sencillo como comprobar que desde Sueca se triplican los kilómetros, el tiempo que gastamos en el viaje y la contaminación». La reforma de la autovía y la carretera de El Saler, la CV-500, ha vuelto al primer plano de la actualidad con la reducción de la velocidad que promueve la Conselleria de Obras Públicas y el estudio de paisaje que transforma la vía rápida en un bulevar. La contestación de vecinos, hosteleros y agricultores ha sido convocar una manifestación en Valencia el próximo día 8, con el propósito de forzar que se anulen los cambios previstos, algunos ya en marcha.

Quien habla del itinerario por Sueca es Luis Zorrilla, presidente de la asociación de vecinos de El Perellonet, al ponerlo como ejemplo de la necesidad que tienen de que la CV-500 se mantenga en las condiciones actuales y se mejore el transporte público. Esta pedanía es una de las más perjudicadas, junto a la de El Perelló, al ampliarse los tiempos de viaje. La Conselleria prevé invertir 13,76 millones durante los próximos diez años, cifra que aparece en el estudio de paisaje, aunque está abierta a cualquier modificación, sobre todo a partir de una asamblea en El Perelló donde asistieron medio millar de personas para consensuar la oposición.

La autovía y la carretera ya registraron hace tiempo otros cambios, como una reducción de la velocidad máxima y que durante todo el itinerario se mantenga la línea continua. Aquello provocó una primera manifestación, una tractorada con vehículos llegados desde pedanías y municipios del parque de la Albufera. Se trata de reducir accidentes de tráfico, aseguran desde la Generalitat, aunque la oposición vecinal a los nuevos cambios revela el hartazgo de residentes y empresarios a que sus tiempos de viaje se vean penalizados por el deseo de reducir el número de carriles de cuatro a dos y, en el caso de El Palmar, reinventar el acceso desde la carretera en una plataforma única donde convivan peatones, ciclistas y el tráfico.

Zorrilla divide la cuestión en tres aspectos, la vía ciclopeatonal que se promueve dentro del Pativel, los cambios que se están realizando ya en la CV-500 y el citado estudio de paisaje, esto último la fase previa de la transformación final. «Son tres proyectos que deben ir de la mano porque de lo contrario se fastidia mucho a los vecinos», dice sobre una cuestión donde ha faltado mucha participación ciudadana antes de lanzar la propuesta y que adolece de una alternativa real de transporte público.

Esa es la cuestión de fondo para muchos vecinos. Por el cordón umbilical que une a estas poblaciones con Valencia llega sólo la línea 25 de la EMT, un servicio que Zorrilla resume en una frase. «Es un desastre», señala sobre la escasa frecuencia de paso y la falta de información tan básica como paneles electrónicos en las paradas para señalar el tiempo que falta para la llegada del siguiente autobús. «La aplicación falla bastante», responde sobre esta alternativa. En los últimos lustro se han dado a conocer ideas como la construcción de un carril reservado para el transporte público, lo que finalmente no cuajó.

No es sólo en El Perellonet donde ha surgido oposición a los cambios en la carretera. Esta semana, la Asociación Valenciana de Agricultores hacía público su apoyo a la protesta, al considerar que también perjudica la movilidad de los propietarios y trabajadores de los arrozales de la Albufera. Ya no se trata por lo tanto de una cuestión aislada y que se ciñe a un par de urbanizaciones.

Es más, en la pedanía de El Palmar ha surgido una plataforma vecinal que aglutina la información y las alegaciones que se presentarán a la conselleria, como se hizo público en la asamblea. Se trata sin duda de los residentes que pueden salir peor parados, dado el propósito de un cambio radical en el acceso desde la CV-500. El estudio de paisaje habla de una anchura en algunos tramos de siete metros, cuando la calzada «no da esa medida, no puede ser», insisten desde el nuevo colectivo vecinal.

La alternativa a esa plataforma única sería una carretera desde el extremo opuesto al acceso actual hasta la primera rotonda de El Perellonet, donde se sitúa el antiguo barrio de pescadores. «Ahora es una senda y si eso se hace, para venir a El Palmar desde Valencia, la recomendación sería ir hasta El Perellonet y volver por esa nueva carretera», ironizan sobre el aumento del tiempo de viaje.

La queja es similar a la que sale desde El Perellonet: «Por error de la Administración no se ha informado a la gente», dicen, para apuntar otras cuestiones como la indefinición en la que quedan aparcamientos ahora vitales para vecinos y hosteleros de la pedanía más turística de la Albufera. La limitación a 60 kilómetros por hora en todos los tramos de la actual autovía es algo que tampoco ven viable.

Sobre la vía ciclopeatonal, Zorrilla considera que es más efectivo prolongar al actual itinerario para ciclistas en lugar de hacer uno nuevo, que afectaría de manera grave a la Devesa: «Ya está hecho, deben considerarlo». La vida en El Perellonet tiene el mismo «coste que en cualquier barrio de Valencia, con lo que los servicios deben ser los mismos», tercia en cuanto a otra de las reivindicaciones, citando como ejemplo el Impuesto de Bienes Inmuebles. «Tanto los locales como los apartamentos tributan como en el centro la ciudad», aseguró.

La reforma de la CV-500 se ha planteado en varias velocidades. Tras el derribo de una pasarela peatonal por un accidente junto a la pedanía de El Saler, la conselleria se comprometió a colocar un paso de peatones regulado por semáforo, para conectar el casco urbano con un embarcadero en la Albufera. Las obras están muy adelantadas y suponen mucho más que lo citado.

A ambos lados de la calzada se han levantado bordillo para obligar a los conductores a pisar el freno, del mismo modo que también hay una media por encima de la cota del asfalto que produce el mismo efecto y, además, protegen a los viandantes que se quedan sin pasar por completo. «Un día de atasco, ni una ambulancia ni un camión de bomberos podrán pasar por allí porque se ha estrechado la calzada», vaticinan fuentes vecinales.

Una intervención parecida se está haciendo junto al mirador del Pujol, a unos metros de la gola y donde el Consistorio quiere habilitar un aparcamiento en el recinto de la Junta de Desagüe. En ambos casos, los semáforos quedarían regulados por pulsador, mientras que el estudio de paisaje habla de un tercero en el camino del Tremolar, en Pinedo, donde ahora se levanta otra pasarela peatonal. «Esta construcción se quedaría como un observatorio de la Albufera», apuntan.

Todavía queda mucho que negociar para comprobar si los vecinos verán la autovía convertida en un bulevar. «Si me dicen que pasará un autobús cada tres minutos, entonces sin problemas. Pero eso no pasará y debido a esa circunstancia, la carretera es necesaria como está, sin que quiten carriles ni reduzcan la velocidad máxima», reiteran.