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Los cazadores también contribuyen al buen estado del monte valenciano. En la temporada de caza de 2020-2021, última de la que hay datos, este colectivo invirtió 18,5 millones de euros en la mejora del medioambiente, según datos disponibles en la web de ... la Conselleria de Emergencia Climática.
Así lo explica la presidenta de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana, Lorena Martínez, que señaló que los cazadores realizan numerosas tareas de conservación ambiental como el mantenimiento de caminos. También limpian el monte o recuperan cultivos que sirven para dibujar un paisaje mosaico y permiten frenar el avance del fuego en el caso de un incendio forestal.
Mientras, la Conselleria de Emergencia Climática destinó el año pasado a gestión forestal -lo que comúnmente se conoce como limpieza del monte- la cantidad de 23 millones de euros, tal y como reconoció la propia titular del área, Isaura Navarro, en su comparecencia en la Diputación Permanente de Les Corts para dar explicaciones sobre el incendio de Villanueva de Viver.
Además, la Conselleria de Emergencia Climática, según la consellera, tiene previsto gastar en 2023 en concepto de prevención de incendios 40,3 millones, lo que, según Navarro, es la mayor inversión hecha en la Comunitat en este concepto.
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La cantidad que los cazadores han destinado a mejoras medioambientales proceden de la parte que estos tienen que abonar por pieza abatida. La Ley de Caza de la Comunitat establece que todo aquel que practica la actividad cinegética en función del número de ejemplares que captura tiene que destinar un 35% del valor a tareas medioambientales.
Esta es una cantidad que ha ido en aumento en los últimos años. Mientras que en la temporada 2017-2018 se invirtieron en este concepto 14,3 millones, en la 2018-19 bajó a 13,3 millones. En la 2019-2020 volvió a incrementarse hasta los 15,2 millones y en la de 2020-2021 alcanzó los citados 18,4.
Los cazadores actuaron sobre casi tres mil hectáreas en tareas de desbroce y tratamiento de la vegetación en la temporada 2020-21 frente a las 1.800 de la anterior. También destinaron parte de esta inversión a la construcción de refugios artificiales, a instalar o mantener puntos de agua y a hacer siembras, entre otros conceptos.
De estas mejoras se benefician no sólo las especies cinegéticas sino todas las que se encuentran presentes en el monte. Fuentes de la federación explican que cuando se ponen bebederos, comederos y puntos de alimentación no es sólo para jabalíes, perdices o codornices sino también para cualquier otro animal que se encuentre en la zona, independientemente de su valor para un cazador.
Los cazadores, por su parte, argumentan que realizan una importante labor ambiental. Como explicó Lorena Martínez, su conocimiento del monte es exhaustivo de forma que cuando hay un incendio forestal suelen estar presentes para informar a los bomberos de cuál es el mejor camino para acceder a la zona afectada.
Con la inversión de esta cantidad los cazadores quieren llamar la atención sobre su papel como un elemento clave del mundo rural. Es, además, una de las reivindicaciones que quieren poner de relieve con la manifestación que han organizado el próximo sábado 6 de mayo en Valencia.
Y es que el mundo de la caza está muy molesto con los actuales gestores de la Conselleria de Emergencia Climática. Están cansados del ninguneo al que consideran se les ha sometido durante los últimos años y quieren decir basta.
Además, los cazadores son hasta el momento el principal instrumento para hacer frente a la sobrepoblación de algunas especies en el monte valenciano que están causando graves daños. En concreto, los agricultores denunciaron que el año pasado la presencia en los campos de estos animales causaron pérdidas por valor de unos 50 millones de euros.
Por otra parte, esta sobrepoblación se está convirtiendo en un problema social por el elevado número de accidentes de tráfico que está provocando y por la cada vez más frecuente presencia de estos animales en urbanizaciones y municipios valencianos.
De hecho, el año pasado se abatieron en la Comunitat 40.000 jabalíes, una cantidad insuficiente para hacer frente a la gran cantidad de ejemplares de esta especie presente en los montes valencianos.
La Conselleria de Emergencia Climática ha impulsado un plan de control del jabalí en el que los cazadores son el instrumento principal. Además, plantean otras medidas como la instalación de cajas-trampa para estos animales y la puesta en marcha de una red de comercialización de la carne de estos animales, un aspecto que no se había desarrollado hasta este momento y que es una de las reivindicaciones de las sociedades de cazadores.
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