Cheste prohíbe la acampada de moteros por el Gran Premio para evitar nuevos contagios

Cheste volverá a ser el centro del motor este fin de semana con la celebración del Gran Premio de Motociclismo en el circuito Ricardo Tormo. Pero la localidad vivirá esta esperada cita a medio gas debido a las restricciones marcadas por la Conselleria de Sanidad y el Ayuntamiento para evitar los contagios por Covid-19.

Y es que quince días después de la celebración de esta competición en 2020, la incidencia acumulada en Cheste se disparó superando los 2.000 casos por cada 100.000 habitantes. Las autoridades no quieren que esto se repita y por ello la localidad se protege con medidas extraordinarias. Este año se espera la llegada de 65.000 personas, una cifra que se podría superar debido a que la previsión del tiempo ha mejorado.

La principal novedad es que no se habilitan zonas de acampada para los moteros que están optando por alquilar casas tanto en este municipio como en otros cercanos. Por ello, las restricciones en establecimientos hosteleros y en las calles también se amplían a localidades vecinas como Chiva.

«Es un Gran Premio todavía marcado por el Covid y no se podrán hacer fiestas en la calle. Las motos pueden acceder al casco urbano pero si hay aglomeraciones se cortarán también estas vías», explica el alcalde de Cheste, José Morell.

Los locales de restauración no podrán colocar barras en las calles y el consumo de los clientes tendrá que realizarse sentado. Además, los establecimientos de comida para llevar tienen la obligación de informar de que no se puede consumir ni comida ni bebidas en la vía pública.

El horario de cierre de bares y otros locales de ocio será la 1:30 de la madrugada y se cumplirá a rajatabla a diferencia de anteriores citas.

Todas estas limitaciones afectan directamente a los bares y restaurantes que hacen su peculiar agosto durante el fin de semana del Gran Premio. Unas restricciones que no han sentado demasiado bien al sector y que se ha intentado compensar ampliando los espacios de las terrazas.

«Se espera bastante menos gente que otros años por lo que no hemos comprado ni la mitad de provisiones que es habitual. Para nosotros estos días son claves», comenta el dueño de unos de los restaurantes del centro de Cheste.

Por otra parte, el control de acceso tanto al circuito Ricardo Tormo como a Cheste contará con un despliegue especial de todos los cuerpos de seguridad. La localidad habilita, un año más, una zona de aparcamiento en el polígono industrial Castilla ya que el acceso al casco urbano está restringido para vehículos. Las motocicletas podrán entrar a la localidad para aparcar en la zona de Imés.