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La CHJ planteará nuevas restricciones al riego en una comisión extraordinaria

El órgano de cuenca convoca en agosto a los regantes ante el avance de la sequía por el sistema Turia

Juan Sanchis

Valencia

Lunes, 29 de julio 2024, 00:39

Como era de prever, estas pasadas semanas no ha llovido en la Comunitat Valenciana. Las últimas precipitaciones abundantes tuvieron lugar a principios de mes pero en una cantidad insuficiente para aliviar la situación de embalses y campos de cultivo. De esta forma, la sequía no ha hecho más que extenderse ... y ya amenaza al sistema Turia, que junto al del Júcar, era el único que se mantenía en situación de normalidad.

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La Confederación Hidrográfica del Júcar prevé que el sistema Turia entre en situación de prealerta a fines de este mes. Por ello, ha convocado una comisión extraordinaria de desembalse el próximo 6 de agosto para analizar cómo se encuentra este sistema y si es conveniente aplicar nuevas restricciones al riego en la zona.

El panorama en la demarcación es cada vez más complicado. Los sistemas de la Marina Alta, Marina Baja, Palancia-Los Valles y Cenia-Maestrazgo se encuentran en situación de emergencia por la sequía; en alerta están el Vinalopó-Alacantí, Mijares-Plana de Castelló y Serpis y ahora el Turia puede entrar en prealerta.

La Confederación ya impuso restricciones del 10% al riego en el Mijares-Plana de Castellón que se unieron a las que se dan en la zona del Palancia y del Serpis. También se encuentran en esta situación los sistemas de Cenia-Maestrazgo y Marina Baja, donde también los agricultores se aplican reducciones del 50% sobre los recursos subterráneos.

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Todas las restricciones que se han tomado son únicamente sobre el riego y nunca sobre el consumo humano, una posibilidad que por ahora la Confederación no ha contemplado aunque tampoco la rechaza categóricamente.

La situación de los pantanos es igualmente complicada. En esta última semana los embalses han perdido casi 35 hectómetros cúbicos y se encuentran al 48% de la cuenca. Pero esta cifra en sí misma puede ser engañosa ya que mientras algunas presas están en niveles aceptables otras tienen muy poca agua embalsada.

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Es el caso de la presa de Ulldecona que con 0,06 hectómetros cúbicos almacenados se encuentra al 0,5% de su capacidad total. En el Mijares, el pantano de la Reina María Cristina está al 2,33%. En concreto, el volumen de agua embalsada en todos los sistemas ha ido en continuo descenso. Es el caso del sistema Turia que ha pasado de un volumen de agua embalsada de un 85 % en 2022 a estar actualmente a alrededor del 40%.

Así, en el sistema Turia el pantano de Benagéber almacenaba hace dos años 212 hectómetros cúbicos (96,2% de su capacidad) y ahora la cantidad que alberga es unos 100 hectómetros (el 45%). El de Loriguilla, también en el Turia, en estos momentos tiene embalsados 20,8 hectómetros cuando hace dos años era 30,8.

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Los pantanos que se encuentran en mejor situación son los del Júcar. El embalse de Alarcón, el más grande y mayor capacidad de la cuenca, almacena 685 hectómetros cúbicos y está al 61,3%. Hace dos años tenía embalsados 591 hectómetros cúbicos y estaba al 52%. Esta diferencia se explica porque en la cabecera sí que se han producido precipitaciones que han permitido rellenar las presas que se encuentran en la zona.

Por otro lado, el embalse de Tous almacena en estos momentos unos 107 hectómetros cúbicos (28,34%) mientras que hace dos años albergaba 193 hectómetros y se encontraba al 51%.

La sequía está causando estragos, especialmente en el campo valenciano. Los agricultores de AVA denuncian que está provocando pérdidas que ascienden a los 250 millones de euros, amenazando la continuidad de la agricultura y la ganadería en la región. Además de las significativas reducciones en la producción de cultivos de secano, los agricultores que dependen del riego enfrentan gastos adicionales en electricidad para regar sus tierras. Por otro lado, los ganaderos del interior se ven obligados a afrontar costes excesivos para abastecer de agua a sus animales.

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Los viñedos (especialmente en la región de Utiel-Requena), los almendros y los olivos están atravesando dificultades debido a la escasez de lluvias. Esta situación es similar a la de los cereales de secano, que apenas han germinado, y en muchas zonas, como Los Serranos y Alto Palancia, ni siquiera se recogerán.

Los cultivos de secano son los grandes afectados por la sequía, las pérdidas por mermas de la cosecha llegan a los 150 millones de euros. Por otra parte, las escasas lluvias han provocado que los agricultores de cultivos de regadío tengan que hacer un uso más habitual de los sistemas de riego, provocando unos sobrecostes de 80 millones de euros.

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Unos gastos que también está sufriendo el sector apícola, en concreto con 3 millones de pérdidas. La disminución de la producción debido a la sequía y la caída del 15% en los precios están amenazando la subsistencia de miles de familias que se dedican a la apicultura, una actividad crucial para la polinización.

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