La feroz DANA que el pasado martes arrasó con todo lo que encontró a su paso generó graves daños en casi todas las áreas industriales de la provincia de Valencia, con las consecuencias derivadas de ello. El sector de la automoción, uno de los más importantes del tejido industrial valenciano, fue uno de los más afectados por el paso del temporal. Todavía sin tiempo para hacer un cálculo exacto de las pérdidas materiales que ha dejado la catástrofe, las estimaciones que ofrecen desde el Clúster de la automoción y la movilidad de la Comunitat (AVIA) son devastadoras.
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Los daños a los que tendrán que hacer frente las empresas damnificadas por el desastre natural serán de «decenas de millones de euros», tal y como asegura AVIA a través de un comunicado en el que también urge a la Administración a otorgar ayudas concretas para que la industria pueda iniciar su recuperación lo antes posible. «Será necesario recibir ayudas inmediatas y específicas para contribuir tanto a la recuperación de infraestructuras y viviendas, como a la reactivación de la industria. De no ser así, la actividad no podrá recuperarse ni a corto ni a medio plazo», reclama Francisco Segura, presidente de AVIA.
Los cálculos iniciales realizados por el clúster del automóvil se basan en una primera evaluación que las propias empresas damnificadas han realizado desde el día posterior a la tragedia. Muchas de ellas han tenido que esperar varios días para poder acceder a sus naves debido al estado en el que quedaron los polígonos industriales de zonas afectadas como Ribarroja, Massanassa, Albal, Alfafar, Picanya o Silla.
Las compañías han hecho saber a la patronal que las instalaciones han sufrido daños de todo tipo, desde inundaciones que las han dejado completamente inoperativas hasta desperfectos en vallados, accesos o vehículos industriales. De hecho, las principales necesidades expresadas por las empresas incluyen el acceso a vehículos, materiales de embalaje, carretillas, maquinaria para la recuperación de accesos, así como servicios de limpieza, reparación y reactivación de medios de producción. «Las empresas afectadas nos han comunicado que, debido a la magnitud de los daños, les resulta imposible estimar con precisión cuándo podrán retomar su actividad», ha asegurado Jackie Sánchez-Molero, directora de AVIA.
Para que eso suceda a la mayor brevedad posible, desde la semana pasada se ha producido una ola de solidaridad por parte de otras empresas, tanto asociadas como no asociadas, que se han ofrecido para «acudir, reparar y restaurar» cualquier equipamiento que pueda ser salvado.
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Es el clúster de la automoción el encargado de coordinar las relaciones entre las empresas damnificadas y aquellas entidades, asociaciones y otras empresas capaces de proporcionar servicios de apoyo.
Asimismo, AVIA, junto a la Asociación de Parques y Polígonos Industriales– Ribera Baixa (APPI) y la Generalitat Valenciana, está diseñando un plan para que los empleados a los que la situación les permita acudir a sus puestos de trabajo puedan hacerlo de forma segura y sin necesidad de usar sus vehículos particulares.
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