El colegio público de Massalavés hace aguas

Las botas de agua se han convertido en un elemento imprescindible para los alumnos y maestros del colegio de Massalavés. En este centro público, cada vez que llueve el agua llena algunas aulas debido a las múltiples goteras y esto provoca que se acumule hasta un palmo en las instalaciones. Una situación que en los últimos meses se ha repetido en demasiadas ocasiones a causa de los temporales.

«Es un suplicio para todos. Cada día que llueve hay que achicar agua para que las aulas estén operativas porque tampoco tenemos más espacio donde impartir las clases», lamenta Carolina, presidenta de la Ampa del CEIP Blasco Ibáñez.

Este centro tiene más de 70 años y la cubierta se encuentra en mal estado por lo que la aparición de goteras es habitual. El mantenimiento del colegio es competencia del Ayuntamiento de Massalavés pero señalan que es imposible repararlas todas porque cada vez aparecen nuevas. Hace unos meses invirtieron 5.000 euros en tapar algunos agujeros pero poco después han vuelto a aparecer otras goteras.

«Todos los años reparamos algunas y nos cuesta un dineral pero siguen apareciendo agujeros en la talla. El centro no está en condiciones», explica la alcaldesa de Massalavés, Puri Noguera.

El municipio está a la espera de que la Conselleria de Educación, a través del Pla Edificant, incluya una partida económica para la construcción de un nuevo colegio ya que apuntan que es necesario una obra completa para acabar con toda la problemática. Y es que además del mal estado de la cubierta, el centro se ha quedado pequeño y carece de servicios como gimnasio o aulas complementarias.

El Ayuntamiento de Massalavés ha adquirido un terreno colindante al centro para disponer de 4.000 metros cuadrados para la nueva construcción que es lo que exige el Consell, según les han comunicado en las múltiples reuniones mantenidas. Sin embargo, esta pequeña localidad de la Ribera Alta sigue en la lista de espera sin conseguir que esta actuación cuente con inversión para iniciarse su ejecución.

«Estamos muy preocupados porque puede pasar algo grave a causa del estado del tejado», destaca la presidenta de la Ampa que recuerda que llevan muchos años luchando por un nuevo centro que un curso más no llega.

El CEIP Blasco Ibáñez ha conseguido aumentar el número de matriculaciones de forma importante gracias a la calidad de su enseñanza. En los últimos años han pasado de 80 alumnos a 150 ya que llegan niños de otros pueblos. Pero la calidad de la educación no se corresponde al estado de las instalaciones que cada año es más deficitario.