Un cartel alerta a los viandantes que pasan por la plaza del Parque de Monteolivete de Valencia. «Peligro, desprendimientos», dice. Pero no se trata de ... una obra ni de un saneamiento de cornisas propio de los servicios de bomberos. Hace referencia a un centro educativo de Infantil y Primaria, los que escolarizan a los niños más pequeños, de entre tres y doce años: el colegio público que lleva el nombre del barrio y que comparte parcela con la antigua Escuela de Magisterio de la Universitat.
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El cartel está acompañado de otros más jocosos, reivindicativos, que aluden a que ni la Conselleria de Educación ni el Ayuntamiento, al que competen los trabajos de mantenimiento de los colegios, dan una respuesta satisfactoria al problema. Forman parte de la campaña que acaba de impulsar la Asociación de Madres y Padres (Ampa) del Ceip Montolivet para exigir una solución al mal estado del muro perimetral, donde abundan las grietas y los agujeros debido a la caída de piedras, con el consiguiente riesgo para la comunidad educativa y también para los vecinos.
«Estamos hablando de niños pequeños y de una situación de peligro, nos parece que es lo suficientemente preocupante como para que se intervenga de una vez», explica la presidenta de la entidad, Amparo Ruiz, antes de añadir que el estado del muro empezó a deteriorarse visiblemente a partir de 2021. «Además del riesgo nos da la sensación de que se tiran la pelota de una administración a otra», añade, en referencia a la cartelería reivindicativa, que dice así: «El muro se cae y no es el de Berlín. ¿Será de la Conselleria de Educación? ¿Será del Ayuntamiento? ¿De quién será? Al final nuestro muro caerá».
«Más que el muro de Berlín es el muro de la vergüenza por su deplorable estado», completa Rosa Cebrián, directiva del AMPA, quien incide en los socavones que han dejado las piedras que se acaban soltando y que no han sido reparados, si bien están aislados mediante vallas de obras para evitar que los niños se acerquen a esas zonas.
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Desde el centro también han movido ficha, pues la dirección ha presentado escritos a las dos administraciones alertando de la situación. Los facilita Asmâa Elkherfih, que además de madre de la Ampa es representante de las familias en el consejo escolar. El que va dirigido al Ayuntamiento dice que el cerramiento se encuentra en un «estado lamentable», advierte de que hay partes que caen al patio y al exterior «generando peligro al alumnado», y de que un tramo está inclinado hacia el exterior, con riesgo de desplome. Está fechado en febrero, aunque según esta madre el director del colegio ya había advertido al Consistorio el pasado noviembre a través de la aplicación informática que se utiliza para comunicar incidencias en los centros.
La instancia presentada a la conselleria está datada también en noviembre. Como la anterior se acompaña de fotografías y se expresa en términos similares. «Las paredes perimetrales de la escuela están en muy mal estado», dice, antes de referirse a problemas estructurales «que están afectando a otras dependencia del centro». También señala que se ha informado al Ayuntamiento y al servicio de Infraestructuras de la dirección territorial, y que «corre peligro el estado físico de toda la comunidad educativa».
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El muro conecta con la caseta donde se reúne la Ampa y tira hacia afuera de una de las fachadas, como atestigua la larga grieta que recorre la pared. Desde fuera se aprecia que ese tramo del vallado está ligeramente inclinado, y hay al menos tres testigos. Dos de cemento o pasta blanca, colocados por técnicos, según la asociación, y una pequeña leyenda escrita a lápiz obra de Amparo Ruiz, la presidenta. Está fechada en 2021 e indica que la grieta era de 0,7 centímetros, cuando actualmente llega a uno.
Esa parte del centro recae a un pequeño solar utilizado como aparcamiento, aunque la zona más próxima al cerramiento se ha vallado para evitar que se aproximen los vehículos. «Cuando lo vimos pensamos que de cara a Navidad se iniciarían las obras de reparación, porque también aparecieron algunos carteles, pero no se ha hecho nada», lamenta Ruiz. «Sólo queremos tener la tranquilidad de dejar a nuestros hijos en una escuela segura», concluye Asmâa Elkherfih.
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Si bien desde la conselleria no han dado respuesta a LAS PROVINCIAS sobre posibles actuaciones a realizar, fuentes municipales han explicado que se han puesto en conocimiento del departamento autonómico «los aspectos que entendíamos que podían ser objeto de algún proyecto suyo», y que por su parte se han realizado catas, se han vallado espacios y se ha licitado «un contrato para que una empresa estudie la mejor opción de reparación». Este martes se ha adjudicado la redacción del proyecto, han añadido.
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