![«El color marrón de la Albufera da miedo»](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/12/06/albufera6-R0mmKcwDZMZW4iWXZ7DYpeI-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Paco Soler es vecino de El Palmar. Tiene 75 años y nunca ha visto nada parecido. «En mi vida recuerdo la Albufera de color marrón. Estos días han sido los primeros. Me han dicho que es por la descomposición de las algas«, explica.
A ... su lado, Enrique Juan, natural de Sueca, comenta que «como no ha llovido en los últimos meses y Tous no suelta el agua y el lago está como está«, indica rotundo mientras señala el muro de una de las acequias donde se ve que este año el agua no ha alcanzado los niveles de otros ejercicios. »Está al menos dos palmos por debajo de lo que es habitual en la 'perellonà'«, la inundación invernal de los campos de arroz, afirma Enrique. Pero lo que más le ha impactado es el color marrón del agua: »Daba miedo«, explica.
Todos estos problemas fueron tratados en la reunión del pasado martes entre la Confederación Hidrográfica del Júcar, la Conselleria de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Valencia. En el curso del encuentro se acordó realizar un trasvase extraordinario de 6,5 hectómetros cúbicos procedente de los aportes de la Acequia Real del Júcar, una cantidad que según los técnicos es «útil» pero «insuficiente» para hacer frente al mal estado en el que se encuentra la laguna.
Paco Soler, que durante su vida laboral ha trabajado en el campo y la construcción, piensa que esta coloración no debe afectar a la calidad del agua «porque siguen trayendo pescado y vendiéndolo. Si fuera malo, nadie lo compraría».
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Reconoce, por otro lado, que el color que ha adquirido el lago «no es normal. Recuerda que cuando era niño las acequias no tenían muro y que los campos de arroz solían helarse en invierno. »Jugábamos a tirar piedras para que se rompiese el hielo en la superficie«, señala.
Por su lado, Enrique destaca que no se hace lo suficiente para cuidar la Albufera. «El problema de núcleos como El Palmar y El Perellonet es que la gente mayor y sus hijos tienen estudios y buscan trabajo en otros lugares», apunta. Los vecinos reclaman más actuaciones.
Carola Felip organiza paseos en barca por la Albufera con una embarcación hecha a mano. «La han construido mi padre y mi marido con madera de mobila», afirma orgullosa. La embarcación es un 'barquetot' con fondo plano. Es la barca a imitación de las antiguas en las que transportaban el fango y piedras con los que se delimitó los tancats.
Este fondo plano le ha permitido sortear problemas que han afectado a otras embarcaciones que se han quedado varadas porque «hay poca profundidad en el lago. Hemos tenido que ayudar a alguna que otra para que pudieran salir pues se habían quedado encallada en el fondo, destaca Felip. A su barca le pasó lo mismo hace apenas un mes por la cercanía del fondo; »Menos mal que estaba la draga cerca«, apunta. La situación ha alcanzado un extremo tal que su marido, Baltasar Navarro, señala que »esta vez se han pasado. Apenas había veinte centímetros de profundidad« y ha reclamado a la administración más actuaciones.
Carola también resalta que durante estas semanas ha habido una situación de vientos de poniente que han contribuido a mover el fondo del lago«, destaca y apunta que es una de las causas que ha originado la situación en la que se encuentra la Albufera en estos momentos.
La longitud máxima de estas embarcaciones es de doce metros mientras la que Carola utiliza ahora para el paseo en barca tiene diez y medio. Mientras su marido dirige la embarcación ella hace de guía con los turistas que se acercan disfrutar de un recorrido por el lago.
Felip destaca que en estos momentos el color marrón del agua no es uniforme en toda la laguna. De hecho, el Ayuntamiento de Valencia informó que la llegada de los ocho hectómetros cúbicos de la Acequia Real del Júcar en las últimas semanas ha permitido recuperar el color habitual en la zona sur del humedal, especialmente en los canales y acequias de drenaje que conducen a las golas del Perellonet y Perelló.
Toni Bru es el propietario del restaurante 'La Isla' y señala que el color de las aguas no le ha restado clientes. «En todo caso preguntan que es lo que pasa», afirma y destaca que «se podría hacer más por la Albufera como trayendo agua o haciendo el dragado». También que más daño que las aguas marrones «es no dejar quemar la paja del arroz».
Julián Vega y Margot son de Burgos. Él ya había estado en otra ocasión en la Albufera, mientras que para ella es la primera vez. Los dos coinciden en que falta más cuidado. «El agua podría estar más limpia», asegura. Julián que añade que intentará ver la puesta del sol en una barca.
Antonio Martínez ha venido con su mujer desde Barcelona. Están apalabrando un recorrido en barca mientras buscan un restaurante. Es la primera vez que han estado en el parque y consideran que falta limpieza.
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