Más plazas en centros de día y recursos habitacionales para las personas con daño cerebral adquirido. Esas han sido algunas de las principales conclusiones extraídas del informe elaborado por la Federación Daño Cerebral Comunitat Valenciana, conocida anteriormente como FEVADACE, que ha radiografiado la realidad que sufren los usuarios que padecen DCA. Hoy en día, la entidad estima que hay 52.451 valencianos con daño cerebral adquirido, una cifra que crece cada año a razón de 12.000 nuevos casos.
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Además, tal y como denuncia la propia federación, al 55% de personas con DCA en territorio valenciano no se les ha sido valorada su discapacidad, por lo que se desconoce qué intervención requieren. «La falta de un código DCA imposibilita conocer también qué personas están siendo atendidas en otros centros generalistas y cuáles son sus necesidades concretas», explican. Sólo para las 23.603 personas con DCA que sí tienen reconocida una discapacidad igual o superior al 33% se estima que harían falta 1.831 plazas residenciales, 8.350 plazas en centros de atención diurna y 11.439 plazas en servicios de promoción de la región.
Basándose en dichas cifras argumentan que «sólo el 1% de las 52.451 personas con Daño Cerebral Adquirido (DCA) en la Comunitat tiene acceso a plazas públicas o concertadas en centros de atención diurna y residencias específicas para el colectivo». Para más inri, estas se concentran únicamente en cinco los 21 departamentos de Servicios Sociales,cuyas ubicaciones se encuentran cerca de las capitales de provincia, «dejando sin atención específica a las áreas rurales», lamentan.
Estas son las principales conclusiones del Informe de recursos de Daño Cerebral Adquirido en la Comunitat, que ha presentado esta mañana, en la Fundación Once, la Federación Valenciana de Asociaciones de Daño Cerebral Adquirido, que también ha aprovechado la ocasión para dar a conocer su nueva identidad corporativa: Daño Cerebral Comunitat Valenciana, con motivo del Día del Daño Cerebral Adquirido que se celebra el 26 de octubre.
En su intervención de apertura, Ignacio Grande, Secretario Autonómico de Servicios Sociales y Familia, ha reconocido que «es un deber de justicia» avanzar en los retos que plantea el informe, a la vez que ha agradecido la labor que realizan las entidades de daño cerebral adquirido para atender al colectivo. Asimismo, han asistido al acto el director de la Oficina Autonómica de Coordinación e Integración Sociosanitaria, Manuel Escolano; el director de la Oficina de Daño Cerebral Adquirido, Jaume Morera, y el director de Personas con Discapacidad del Ayuntamiento de Valencia, Javier Copoví.
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La provincia de Valencia concentra el mayor número de personas afectadas por el daño central adquirido con casi la mitad del total (51,4%), seguida de la de Alicante con más de un tercio (37,03%) y la de Castellón (11,57%). Del total de personas con DCA en la Comunitat, el 55% son mujeres y el 45%, hombres, frente al 49% de mujeres y el 51% de hombres que refleja la estadística estatal.
La franja de edad que presenta una mayor incidencia es la comprendida entre los 75-89 años (42,60%), seguida de la de 60-74 años (25,60%) y la de 45-59 años (14%), pese a que no hay franja de edad sin casos de DCA. La causa más frecuente son los accidentes cerebro vasculares (ACV) en un 88% de los casos y después el 12% de traumatismos craneoencefálicos (TCE). Cabe destacar que en este cálculo no se valoran otras causas de DCA como, por ejemplo, los tumores cerebrales, porque no las contempla la Encuesta de discapacidad, autonomía personal y situaciones de dependencia de 2020, de donde se han extraído los datos.
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En cuanto al reconocimiento del grado de discapacidad, más de cuatro de cada diez (10.149 personas) presentan una discapacidad del 75% o superior; el 25% (5.901 personas), de entre el 64% y el 74%; el 18% (4.249 personas), de entre el 33% y el 44%; y el 14% (3.304 personas), de entre el 45% y el 63%.
«Esta discapacidad condiciona el desarrollo de la vida diaria de las personas con DCA y se manifiesta en problemas de movilidad y comunicación, dificultad para planificar y tomar decisiones, en alteraciones de la memoria y en rigidez cognitiva», advierten desde la entidad federada antes de añadir que los afectados suelen presentar varias de estas secuelas a la vez, por lo que se debería considerar bajo la condición de pluridiscapacidad.
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