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«Parece incongruente que a medida que la sociedad evoluciona y estamos más concienciados y sensibilizados con el papel que la alimentación y la nutrición juega en nuestra salud, nos encontremos con más casos de obesidad». Luis Cabañas es el presidente del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat y quiere dar la voz de alarma ante la tendencia registrada en la última década dado que los casos de obesidad se han disparado un 10% en la región. De hecho, de media, la autonomía suma 16 nuevos casos de problemas de obesidad al día (unos 65.000 entre 2009 y 2020), por lo que la cifra de valencianos con un importante sobrepeso se acerca ya a los 800.000, lo que supone prácticamente uno de cada seis residentes en la Comunitat.
En concreto, según las cifras que maneja la entidad colegial (basadas en las encuestas de salud que realiza al Instituto Nacional de Estadística), 382.000 hombres (el 19%) y 286.100 mujeres valencianas (el 14%) padecen obesidad. A ellos hay que sumar unos 110.000 niños y adolescentes menores de edad, lo que supone entorno al 12% de este grupo etario.
La obesidad es una enfermedad que desde el colectivo de nutricionistas insisten en que sea tratada como «multifactorial» y que no se reduzca a un tema de «atracones» o «malas elecciones alimentarias», lo que genera culpa y merma la autoestima de estos pacientes. «Sabemos que la obesidad es consecuencia de múltiples factores: algunos intrínsecos a la persona, como la herencia genética o la predisposición metabólica; otros aprendidos, como los hábitos de consumo o la escasa actividad física; y otros, sobre los que también hay que poner el foco, relativos a los condicionantes sociales, económicos y culturales: a menor nivel de ingresos y clase social más baja, mayor es la tasa de obesidad», explica Cabañas.
La dieta mediterránea, por tanto, parece que no está tan implantada en la población de la Comunitat o, al menos, está dejando de ser protagonista según estos últimos análisis realizados por el Colegio de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat con motivo del Día Mundial de la Obesidad que se conmemora este viernes 4 de marzo. Sin embargo, alertan los profesionales, «no hay que perder de vista que el acceso a productos frescos y saludables es mucho más complicado para las clases bajas, mientras que los ultraprocesados y la comida rápida están al alcance de cualquiera».
Para hacer frente al aumento de estas cifras y conseguir frenarlas o incluso reducirlas, el colegio demanda un cambio en la atención al paciente con obesidad. «El abordaje de esta patología debe ser multidisciplinar donde la figura del nutricionista esté presente en los equipos de trabajo junto a los especialistas de la medicina, la enfermería o la psicología. Además, también es prioritario que la Atención Primaria incorpore de manera urgente a profesionales de la Nutrición en sus plantillas para promover la salud, prevenir enfermedades y tratar patologías», añade Luis Cabañas. «La obesidad infantil se perpetúa en la mayoría de los casos en la edad adulta, por lo que es aquí, en esa primera línea de atención sanitaria donde debemos intervenir de manera prioritaria».
Por otra parte, la institución colegial, a través del Proyecto ENPIV, está trabajando en el primer mapa que cartografiará la obesidad infantil en la ciudad Valencia. Un proyecto que analiza no sólo datos físicos de los menores sino también socioeconómicos. «Más del 80% de los niños y niñas que estamos atendiendo tiene un exceso de grasa corporal. La recomendación de grasa es entorno al 20% y nos estamos encontrando con que la gran mayoría de estos menores tienen un porcentaje de grasa superior al 30%», afirma Ruth García, nutricionista y responsable del proyecto. Además, se observa que el sedentarismo y la falta de ejercicio físico también está detrás de estas cifras, principalmente en las clases más bajas. «Hemos detectado que las familias con menos ingresos no pueden costear una actividad deportiva para sus hijos, lo que repercute en su estado de salud», añade.
España se posiciona como el tercer país con mayor índice de obesidad entre la población de todo el continente europeo. Además, la Comunidad Valenciana encabeza también las autonomías que se encuentran por encima de la media estatal en porcentaje de población que padece esta enfermedad.
Ambas realidades enmarcan hoy la celebración del Día Mundial contra la Obesidad, una enfermedad que, como alertan los profesionales de la Unidad de Obesidad y Cirugía Bariátrica del Hospital de Manises cada vez afecta a más personas y cada vez más jóvenes. «Año tras año, el volumen de pacientes a los que operamos aumenta. En 2009 empezamos operando a 3 pacientes y, desde que comenzamos, ya hemos atendido un total de 2.222 cirugías bariátricas.», ha explicado Oscar Ferro, cirujano del centro público valenciano.
Tal y como explican los especialistas cirujanos, «estas operaciones quirúrgicas, no se limitan únicamente a la reducción de estómago de los pacientes, sino que suponen un cambio de vida para todos ellos. Tras la intervención estas personas incorporan un estilo de vida más saludable y se comprometen con hábitos como la práctica de deporte o el seguimiento dieta saludable que, en definitiva, a un cambio de vida».
Por ello, los especialistas del Hospital de Manises han detectado los principales factores para tener en cuenta para que una persona pueda ser operada por esta patología. «Si un paciente que padece de obesidad, además, sufre diabetes, hipertensión o apnea; lleva muchos años estancados en un mismo peso y con un índice de masa corporal superior a 35 se recomienda que acuda a la Unidad de Obesidad para valorar la posibilidad de realizar una intervención bariátrica y reducir el tamaño de su estómago. Esto permitirá que el paciente pierda el peso necesario para aumentar su calidad de vida y consolidar unos hábitos de vida saludables», explica Ferro.
Javier García es uno de ellos. Su calidad de vida aumentó exponencialmente cuando en noviembre de 2019 decidió someterse a esta cirugía y ponerse en las manos de los cirujanos del Hospital de Manises. Desde entonces, ha perdido más de 90kg pasando de los 162kg a su peso actual que ronda los 70kg. «Esta operación me ha cambiado la vida en todos los sentidos. Te da la capacidad de empezar a disfrutar de la vida, empiezas a poder hacer los planes que proponen los amigos, comienzas a poder pasear con tu hija o con tu pareja… el cambio de vida es radical».
Ahora, Javier ayuda a otros pacientes con esta patología a través de sus redes sociales donde comparte su experiencia, además de recetas saludables para personas que están pasando por ello y entrevistas con profesionales de esta especialidad para informar sobre el proceso.
Al respecto, el caso de Almudena (nombre ficticio para preservar su intimidad) resume también el impacto que la pandemia ha tenido en esta dolencia. Su hijo Borja (evita decir su nombre real), de 14 años, siempre ha sido «un niño muy voluminoso, con mucha fuerza», pero a raíz de la crisis sanitaria, «estar confinado, coger el Covid y estar en casa sin salir» su situación se ha visto perjudicada. «Cuando hay caos y desorden en la vida afecta también a tu alimentación y muchas veces no somos conscientes», reconoce. «Hasta la pandemia no era preocupante, pero a raíz de esto va cogiendo kilos y no hay forma de quitárselos. Acompaña que no hace deporte y los kilos se van quedando ahí». Además, «la pandemia la pasamos con aperitivos, con comida, no teníamos otra cosa que hacer más que bajar al supermercado», agrega.
Llegado a este punto, esta madre contactó con la pediatra de su hijo. «Me dijo que me iba a ayudar, que iba a hacerle seguimiento al niño y que veríamos cómo solucionar el problema. Me llama un día y me dice que hay un programa que va a gestionar el colegio de nutricionista, y van a venir al centro de salud a hablar con las personas que quieran mejorar su dieta y cambiar hábitos alimenticios, le dije que fenomenal, que formaríamos parte del programa, Acudimos al centro de salud, le pusieron antecedentes de cómo era él antes y por qué había subido tanto de peso, y la nutricionista animó al niño a tener una vida saludable, a cambiar de hábitos y no le importó tanto el peso, ni el reto que era adelgazar, sino que había que cambiar los hábitos alimenticios».
Por último, como recuerdan desde el colegio, la obesidad en sí misma es una enfermedad y causa directa de otras patologías: hipertensión, cardiopatías, diabetes, problemas osteomusculares e incluso ciertas discapacidades. Su manejo, abordaje y tratamiento pasa por los profesionales de la Nutrición Humana y Dietética.
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