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Carlos Buchó, secretario autonómico Acción Sindical de Satse Comunidad Valenciana; María Amparo García Layunta, directora general de Asistencia Sanitaria de la Conselleria de Sanidad; Laura Almudéver, presidenta del Colegio de Enfermería de Valencia; Jesús Gil, vicesecretario general del Sindicato Médico de la Comunitat (CESM-CV); Fernándo Móner, presidente de Avacu, y Daniel Guindo, redactor de LAS PROVINCIAS, en un momento del debate. Txema Rodríguez
Concienciación y educación ciudadana

Concienciación y educación ciudadana

El atasco en los centros de salud y el déficit de profesionales no se soluciona sólo con dinero

DANIEL GUINDO

Jueves, 9 de febrero 2023, 02:00

Pacientes, enfermeros, médicos y responsables públicos coinciden –en mayor o menor medida y con matices–. Es necesario desatascar los centros de salud, incrementar la cantidad de profesionales sanitarios –así como hacer más atractivos sus puestos de trabajo– y, particularmente, aumentar la concienciación y educación ciudadana para lograr un uso más adecuado de las instalaciones de la red pública.

Cada colectivo desde su punto de vista y, obviamente, defendiendo sus intereses, pero todos ellos tienen claro que los recursos públicos no son ilimitados y que la solución a la situación sanitaria actual –consultas desbordadas en Atención Primaria que dejan a los médicos de familia sin apenas tiempo para atender a los pacientes, plazas sin cubrir por falta de profesionales o largas esperas para tener una cama en el hospital– pasa también por una mayor implicación de los pacientes.

En el debate organizado por LAS PROVINCIAS, la directora general de Asistencia Sanitaria de la Conselleria de Sanidad, María Amparo García Layunta, se mostraba «convencida» de que aunque las costuras del sistema sanitario estaban tensadas –no en vano hay convocada una huelga de médicos, por ejemplo– no se habían roto. «Somos capaces de volverlas a ajustar porque están puestos los pilares de la recuperación». García Layunta concluía así una de sus últimas intervenciones, después de recordar y detallar las inversiones que su departamento viene realizando desde 2015. Elevadas, sin duda, pero aún así insuficientes.

La pandemia ha provocado que se dejen de diagnosticar infinidad de dolencias –que afloran ahora–, lo que sumado a la cada vez mayor inmediatez que demanda el paciente, ha disparado las visitas al consultorio, centros de salud que tienen auténticas dificultades para encontrar suficientes médicos de familia que los atiendan –un centenar de las nuevas plazas siguen vacías y Sanidad espera la nueva hornada de MIR como agua de mayo–.

Los facultativos quieren limitar las agendas diarias y negocian con la conselleria cómo asistir a esos pacientes sobrantes mientras que, junto con los enfermeros, reclaman reducir los ratios y campañas de prevención y formación para los usuarios. Autocuidados y conocimientos de cuándo hay que acudir al médico. Pero sin criminalizar al paciente, faltaría más.

«Somos más exigentes, no debemos extrañarnos, pero si no funciona el primer escalón –citas a 15 días en Primaria– te vas al segundo –las urgencias hospitalarias», resumía Fernando Móner, de Avacu. Sí, pero la clave es aprender a evitar visitas innecesarias al médico. Tan simple pero tan difícil.

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