El Consell baraja mantener el toque de queda y los cierres municipales tras el estado de alarma en la Comunitat

La valenciana es una de las autonomías que no han pedido al Gobierno central que prolongue la actual situación excepcional o ponga en práctica medidas jurídicas que faciliten a los gobiernos regionales adoptar restricciones contra el Covid-19 de cara a que el próximo 9 de mayo decaiga el estado de alarma aprobado por Pedro Sánchez el último fin de semana de octubre.

El Consell, en especial el área de Presidencia, confía en los instrumentos legales que tiene a su alcance que son, especialmente, dos: la ley orgánica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública y otra más reciente, de septiembre del año pasado, la 3/2020 de medidas procesales y organizativas para hacer frente al Covid-19.

Acogiéndose a estas dos leyes, y con la ratificación de las disposiciones del Consell por parte del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, el Ejecutivo autonómico valenciano puso en práctica el primer toque de queda, los cierres municipales y la prohibición de reunirse más de seis personas.

La puesta en marcha de estas resoluciones el 23 y el 24 de octubre casi coincidió en el tiempo con la aprobación del estado de alarma, actualmente en vigor hasta el próximo 9 de mayo. De no haberlas aprobado el Alto Tribunal Valenciano, la medidas del Ejecutivo que preside Ximo Puig se hubiese acogido al estado de alarma, aunque finalmente no se necesitó.

La ley orgánica 3/1986, de 14 de abril, sobre las Medidas Especiales en Materia de Salud Pública permite que se adopten las medidas que se consideren necesarias en caso de que se detecten enfermedades que tengan riesgo de transmisibilidad.

En su artículo 3 la mencionada ley establece que «con el fin de controlar las enfermedades transmisibles, la autoridad sanitaria, además de realizar las acciones preventivas generales, podrá adoptar las medidas oportunas para el control de los enfermos, de las personas que estén o hayan estado en contacto con los mismos y del medio ambiente inmediato, así como las que se consideren necesarias en caso de riesgo de carácter transmisible».

Más reciente, en septiembre pasado, se aprobó la ley 3/2020 de medidas procesales y organizativas contra el coronavirus permite, según afirmó en su momento la portavoz del Consell y vicepresidenta primera, Mónica Oltra, «establece que se puedan tomar medidas de este tipo (el toque de queda, la prohibición de que se reúnan más de seis personas o el cierre perimetral municipal) sin que esté en vigor el estado de alarma».

Antes de que se llegara a este extremo, el TSJ también ofreció su visto bueno a otra resolución de la Conselleria de Sanidad por la que confinaba a los habitantes del colegio mayor Galileo Galilei tras detectarse un brote masivo de coronavirus después de la celebración de una fiesta.

Tanto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como su consellera de Sanidad, Ana Barceló, confían en estos instrumentos legales que ya les han permitido aplicar restricciones a la libertad de movimiento y horarios y a las reuniones, derechos fundamentales sobre los que, por ejemplo, el TSJ del País Vasco falló en contra de las limitaciones que quiso imponer el Ejecutivo vasco.

En la situación actual que se ha ganado la Comunitat Valenciana, después de casi cuatro meses de restricciones para vencer la tercera ola, y todavía en riesgo bajo de transmisión del Covid, la próxima semana se decidirá qué nuevas restricciones se van a relajar de cara al 10 de mayo. Lo que parece claro es que el cierre perimetral de la Comunitat, que sí se apoya en el estado de alarma, decaerá con éste el domingo de la próxima semana.

Otra cuestión es el toque de queda o la posibilidad, hoy por hoy aún difícil, del confinamiento municipal de una localidad si se sobrepasan de largo los 250 casos de incidencia acumulada.

Por lo que trasciende de las palabras de Puig durante los últimos días, haciendo siempre referencia a una desescalada «prudente», no parece que la restricción de circulación horaria se vaya a eliminar, sino que se retirará poco a poco.

Las decisiones que se adopten en este sentido irán ligadas a la evolución de los contagios y de los ingresos hospitalarios. En este sentido, Sanidad notificó ayer la muerte de otras cinco personas por el Covid y 186 nuevos casos positivos. Ya son 390.476 las personas infectadas desde el inicio de la pandemia y 7.315 las fallecidas en la Comunitat.

Mientras, el Ministerio de Sanidad ha rebajado a 43,82 la incidencia acumulada en 14 días cada 100.000 habitantes, que el jueves estaba en 44,47.

Mientras, los hospitales se van vaciando. Si el lunes se notificaban 266 ingresados, ayer quedaban 246. En las UCI el goteo es más pausado: de 62 se ha pasado a 56.

Por lo que se refiere a las residencias, ayer no se comunicó ningún caso ni ningún óbito entre residentes ni cuidadores. Además, se han localizado nueve brotes, cuatro de ellos en Valencia. Lo que más positivos presentan son uno en Elche, con cinco contagios, y otro en Valencia, con los mismos casos.