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Hostelería. Un hombre pasa por delante de un bar con sillas preparadas en la terraza.

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Hostelería. Un hombre pasa por delante de un bar con sillas preparadas en la terraza. J. Signes

Puig no logra que Sánchez justifique ni reconsidere el bloqueo a la Comunitat

El Consell esconde su plan hasta que se pueda comparar con otras provincias

e. rodríguez/a. cervellera/j. sanchis/m.h.

Valencia

Sábado, 9 de mayo 2020

Hasta el jueves todo parecía que iba en la dirección correcta. Las expectativas eran altas y desde la Generalitat se daba por seguro que la Comunitat iba a dar el salto a la primera fase de la desescalada el lunes 11. El viernes por la noche se torció todo, 3,5 millones de valencianos se quedaron anclados en la fase 0 -14 áreas de salud con las principales capitales- y las protestas del Consell de Ximo Puig desde el mismo momento de conocerse la noticia no han servido para que el Gobierno de Pedro Sánchez explique con argumentos claros y contundentes el bloqueo a la Comunitat. En Madrid, ni se ha reconsiderado la postura ni se ha justificado con datos comparados las medidas para mantener a parte del territorio valenciano al mismo nivel que Madrid y Barcelona, dos de los puntos más castigados por el coronavirus.

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, mantuvo ayer el discurso reivindicativo pero más relajado en el tono respecto al viernes por la noche. Siguió firme con el argumento de que el Gobierno le había dado una «matrícula de honor» al plan del Consell pero no puso encima de la mesa ni un dato para dar luz a la propuesta valenciana. Es más, se cerró en banda hasta que lo hagan el resto de autonomías, aunque a última hora de la noche hubo alguna filtración a algún medio de comunicación. Barceló tampoco fue capaz de apuntar los motivos por los que el Gobierno no ha dado luz verde a la Comunitat al completo para pasar de fase. Aseguró que cumple los criterios y que Madrid no le ha dado razones de peso justificar la decisión.

La única respuesta, y sin mucha consistencia, llegó en la rueda de prensa del director del centro de Coordinación de Alertas, Fernando Simón, que apuntó que eran «factores asociados a la transmisión» las razones por las que 14 de los 24 departamentos de salud se quedaran atracados en la fase 1.

Simón apuntó que la Comunitat tiene uno de los mejores sistemas de información de España, pero por el «principio de prudencia» sólo se ha decidido que 10 zonas pasen a la fase 1. Sería mejor esperar unos días, vino a decir Simón, que dijo que «el lunes que viene (mañana) se verá si los datos indican que se puede pasar de fase. En la Comunitat la pandemia ha tenido un impacto alto, pero el trabajo de calidad asistencial, atención primaria y salud pública ha sido excelente. Pero esto no es una carrera (entre provincias)»

Esta fue la única explicación que el malestar de la Generalitat pudo arrancar al Ministerio de Sanidad. Un argumento vago y sin una justificación contundente con datos comparativos que permitan explicar con cifras sobre camas UCI o test PCR por qué la mayor parte de la Comunitat se ha quedado fuera. Además, la reconsideración se quedó en un «mañana ya veremos»

La conselleria de Sanidad había presentado el miércoles el plan ante el ministerio en el que solicitaba el paso. Según aseguró el propio presidente de la Generalitat Ximo Puig, el jueves el documento había sido recibido con muy buenas palabras. «Matrícula de honor», insistió la consellera.

El viernes algo cambió y comenzó la inquietud en la Generalitat. Según explicó Barceló a primera hora de la tarde se mantuvo un comité autonómico de consejeros de Sanidad y ya aparecieron las primeras dudas. Pero el jarro de agua fría no llegó hasta un poco más tarde cuando desde el Ministerio de Sanidad comunicaron a la Generalitat que sólo diez de los 24 departamentos de salud iban a pasar a la fase 1 de la desescalada.

A partir de ahí empezaron unas tensas negociaciones -Barceló se negó ayer a calificarlas de «fricciones»-, entre la conselleria y el ministerio. Barceló intentó convencer al ministro con una contrapropuesta: que algunas medidas de relajamiento no se aplicaran en los departamentos en peor situación como prohibir las reuniones de diez personas o las conferencias y seminarios. La respuesta fue negativa.

Ana Barceló aseguró ayer que el Consell estaba casi en estado de shock, que no conocía qué criterios había empleado el Gobierno para no permitir el cambio de fase porque apenas unas horas antes parecía que todo estaba correcto. Apuntó que algunos de los factores que podrían haber jugado en contra de la Comunitat respondían a criterios de población y movilidad. La alta densidad de algunos territorios podrían haber lastrado las opciones.

«No es pedir explicaciones», recalcó la consellera, sino que se pretende conocer «las razones por las que entendió que el resto de departamentos no podían pasar» cuando la conselleria y su equipo técnico creían que sí, a fin de «centrarse en ese examen que tenemos» y «poner todo el esfuerzo para poder llegar a la fase 1».

Para la consellera, la Comunitat Valenciana «ha demostrado su capacidad asistencial» y a lo largo de la pandemia «siempre ha mantenido unos niveles de los más bajos» y se situaba entre las comunidades «con menos incidencia».

En cualquier caso sí que se mostró convencida de que no hay ningún «tinte político» para explicar el comportamiento del Ministerio de Sanidad. Para Barceló la Comunitat no ha sido moneda de cambio empleada por el Gobierno para justificar el bloqueo a la Comunidad de Madrid o el avance del País Vasco no responde a que el PNV apoyó esta semana en el Congreso el mantenimiento del estado de alarma. «Creo que lo que hay son criterios técnicos que simplemente la Comunitat Valenciana quiere conocer para que podamos corregir», afirmó.

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La consellera de Sanidad aseguró que «seguiremos trabajando para que nos revisen ese examen y podamos seguir para adelante con el desconfinamiento», recalcó. Y será desde el mismo lunes cuando, según Barceló, la Generalitat volverá a pedir el cambio de fase.

«Aquí se trata de pasar el examen y de que podamos poner en marcha en seguida nuestras actividades. Necesitamos que vuelva nuestra actividad social y económica», detalló Barceló, al tiempo que insistió en que para ello tienen que conocer si «hay algo que han detectado» desde el ministerio para poner las medidas necesarias para corregirlo.

Por otro lado, la consellera descartó que la insistencia de la Generalitat en que el departamento de salud fuera la unidad básica de la desescalada no ha perjudicado a la Comunitat en Madrid. Al contrario, «si nos lo hubiéramos planteado por provincias seguramente no hubiéramos pasado».

Pese al malestar que expresó la consellera por no conocer los motivos que han llevado al Ministerio de Sanidad a negar el cambio de fase a la Comunitat, la Generalitat no parece dispuesta a mostrar las cartas que ha jugado en esta partida. Por el momento el ejecutivo valenciano no publicará el documento (ayer se flitró parte) que ha presentado al Gobierno para argumentar el pase de la Comunitat a fase 1. Aunque la consellera se mostró partidaria de hacerlo público, consideró que no era conveniente hasta que otras comunidades no pusieran en práctica la misma iniciativa «porque tendremos que compararnos con algo».

La consellera reiteró que se trata de un documento con multitud de datos técnicos de difícil comprensión por lo que sólo si el resto de las comunidades lo publican tiene sentido al permitir las comparaciones. La Conselleria de Sanidad tampoco parece dispuesta a dar a conocer los datos de contagios por municipios, tal y como se le ha reclamado en varias ocasiones.

Críticas

Por su lado, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha lamentado que la falta de test generalizada y el retraso en la aplicación de las medidas de protección haya disparado los contagios entre profesionales. El sindicato ha urgido a la Conselleria de Sanidad a que aclare las directrices de la atención por departamentos de salud en función de si han pasado o no a la fase 1 y ha alertado de la inseguridad para los trabajadores sanitarios. Ha recalcado que, a pesar de pedir medidas de protección para los profesionales desde el 31 de enero y advirtió de la gravedad de la situación, la Conselleria no adopto con tiempo las actuaciones necesarias. Una vez ya en situación de pandemia, el sindicato ha subrayado que han pasado semanas sin que la Administración dotara de los medios de protección mínimos adecuados.

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