El Consell ofrece sus puertos pero el Gobierno niega que vengan a España

La historia se repite de nuevo. Inmigrantes rescatados en alta mar y la Comunitat que se ofrece para dar «respuesta inmediata» a esta situación, como reclamó ayer el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien mostró su preocupación por el pesquero de 'Nuestra Madre Loreto'.

La Comunitat se ofreció como «tierra de acogida» y pidió al Gobierno de España que autorice que el barco con los 12 inmigrantes rescatados en las costas de Libia atraque en un puerto valenciano. Lo anunció la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, quien reivindicó que los valencianos son «gente de acogida», y también el alcalde de Valencia, Joan Ribó, quien publicó un mensaje en redes sociales en el que se hacía eco de la petición de Oltra e informaba de que la capital del Turia «se ofrece formalmente para acoger a las 12 personas rescatadas por el barco pesquero de Santa Pola».

Unas peticiones a las que se sumó el Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, quien comunicó que ha iniciado una actuación de oficio ante el Ministerio de Asuntos Exteriores para que valore la posibilidad de permitir el desembarco en territorio español de las personas rescatadas. Según la institución, la autorización del desembarco atiende a «cuestiones humanitarias», teniendo en cuenta que Malta e Italia no lo permiten. Sin embargo, el Gobierno defendió que el pesquero español debe desembarcar en Libia porque es el «puerto más seguro» ya que es el país que se encuentra más cerca del barco. En este sentido, fuentes de Vicepresidencia resaltaron que «prima la seguridad» del pesquero y sus ocupantes «ante la amenaza de temporal».

Así lo afirmó también la vicepresidenta, Carmen Calvo, tras un acto del PSOE en Granada. «Debe ir al puerto más cercano, que ahora mismo no es ningún puerto español» para «desembarcar a estas personas», señaló. Desde Exteriores, el ministro Borrell también quitó hierro al 'caso Loreto', al indicar que su situación «no es de emergencia», porque «no está a punto de hundirse con su tripulación», sino que «sigue pescando y las personas que tienen a bordo están atendidas todo lo que pueden estarlo en un pesquero».