El Consell planea otra planta de residuos sanitarios y entierra el debate de la cremación

El Consell planea otra planta de tratamiento de residuos sanitarios, que se sumará a las dos en funcionamiento en la Comunitat, en Vall d'Uixó y Elche, y la que recientemente ha recibido luz verde en Buñol. Con esta instalación, que se ubicará en el municipio castellonense de l'Alcora, se entierra el debate de la cremación surgido con el incremento de material durante los momentos de mayor presión hospitalaria por Covid-19 durante la pandemia.

El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana ha publicado la información pública de los expedientes de autorización ambiental integrada y de evaluación de impacto ambiental, para instalación de una planta de almacenamiento temporal, centro de transferencia y tratamiento de residuos peligrosos y no peligrosos prevista por una empresa en l'Alcora. Esta instalación, ubicada en una edificación ya existente, se localizará en el número 3 del Azagador de la Torreta, en el polígono industrial Les Foyes Ferraes. En ella, se encuentran diversas naves y en una habrá 200 metros cuadrados en el interior de una cámara frigorífica de residuos sanitarios de los grupos III y IV. Según el proyecto, la línea de tratamiento por técnica de autoclave de esterilización tendría capacidad para 3.870 toneladas anuales.

El informe de impacto ambiental detalla que este tipo de residuos sanitarios llegados se descargarán en la zona de recepción y, tras su control, «se almacenarán en la cámara frigorífica que permitirá el mantenimiento de una temperatura de 4º C. Esta planta será la de mayor capacidad de la Comunitat para el tratamiento de estos residuos, superando las cerca de 3.000 toneladas previstas en la de Buñol. Y al igual que esta última, serán las únicas capaces de albergar desechos de tipo IV, es decir, con restos tóxicos y químicos.

Estas instalaciones de l'Alcora ayudarán a aliviar la necesidad que tiene la Comunitat Valenciana de centros de tratamiento de residuos sanitarios ante la avalancha que ha provocado la pandemia. Además, contribuirá a dejar aparcado el planteamiento de quemar los residuos, y más desde que el sistema de emergencia diseñado por el Consell para gestionar los residuos se topara con la presión social en las localidades que rechazaban recibir estos materiales.