Los contagios en las residencias se desbocan y Oltra descarga la responsabilidad en Sanidad

Los casos de coronavirus se han duplicado en las residencias de mayores de la Comunitat Valenciana en lo que va de septiembre respecto a todos los contagios que se sumaron en agosto. Si durante el pasado mes ya hubo un repunte muy significativo respecto a julio, pues se incrementó de una docena de casos a 156 positivos, en las tres primeras semanas del actual el número de infecciones se ha duplicado. Ya suman 315 contagios y todavía quedan 11 días para que finalice.

En la primera semana de septiembre se detectaron 46 contagios de residentes en los geriátricos valencianos, 170 durante la segunda y 99 en lo que va de esta última, de acuerdo con los datos facilitados por la Conselleria de Sanidad.

También han fallecido en lo que va de mes 14 residentes: 10 esta semana, tres la anterior y uno la primera. Los trabajadores de las residencias también se ven afectados: 77 se han infectado esta semana, 55 la pasada y 37 la anterior.

A pesar de este incremento el Gobierno valenciano no adoptando nuevas medidas. La vicepresidenta y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, que es quien tiene las competencias sobre estos establecimientos, parece confiar en las disposiciones impulsadas en julio y agosto que consisten en realizar pruebas PCR a los trabajadores y residentes que retornen al establecimiento tras unas vacaciones o días fuera, intensificar la limpieza de los locales, que las residencias dispongan de material de protección almacenado para cuatro semanas, que dispongan de un espacio de aislamiento equivalente al 10 % de las plazas residenciales y de un plan de contingencia que tiene que estar listo el 1 de octubre y que ahora se están revisando. Además, las visitas se restringen a uno por familiar y a poder ser, en espacios abiertos, y prohibidas donde haya positivos.

Igualdad también ha repartido entre las más de 300 residencias más de dos millones de mascarillas, más de 43.000 litros de hidrogel, guantes, gafas protectoras, termómetros y protectores faciales.

Oltra ya descartó en julio realizar pruebas PCR cada 15 días a residentes y empleados como proponía la patronal Aerte, para tratar de ir por delante de la pandemia. José María Toro, presidente de esta organización empresarial, ha seguido insistiendo en vano en esa propuesta. Oltra consideró esa práctica un «encarnizamiento».

La vicepresidenta aseguró que están «trabajando conjuntamente con las empresas en la prevención» y que «se está haciendo razonablemente bien».

Sí anunció que preparan un decreto para inyectar 10,9 millones de euros para el sector residencial, diversidad funcional, problemas de salud mental y de personas en situación de exclusión. Oltra lo justificó en razones de interés público para ayudarles a mantener servicios y empleos. Destacó que han realizado grandes esfuerzos en personal, acondicionar los centros, mejorar la calidad del servicio, limpieza y desinfección. Las empresas de las residencias percibirán en su conjunto nueve millones.

Al preguntar a Oltra por el caso de Chiva, la vicepresidenta derivó la responsabilidad a la Conselleria de Sanidad, en la que recae el peso de la atención médica de estos establecimientos. «La información que hemos recabado es que las pruebas se recibieron el 1 de septiembre en Fisabio porque el departamento de Manises no tiene laboratorio de microbiología», dijo. Añadió que Fisabio remitió los resultados al hospital de Manises «pero no se hicieron públicos y se han tenido que repetir las pruebas». Ahora, afirmó, «estamos seguros» de que Sanidad «estará indagando».

Sobre ese particular Sanidad indicó que desde el 28 de agosto se han hecho pruebas en cuatro ocasiones, tanto a residentes como a trabajadores y sólo en la del 29 de agosto «se ha dilatado» la comunicación de los resultados «a causa de un problema puntual ya resuelto entre el departamento y el centro de investigación».

También defendió a las empresas que gestionan residencias, a excepción de DomusVi, la que rige el geriátrico de Llíria investigado por supuestos malos tratos a residentes. Una compañía, dijo, a la que se le murieron más de la mitad de residentes del centro de Alcoy.