José Blanco: «El AVE se ha convertido en una herramienta de cohesión territorial»
10 años de ave ·
El exministro de Fomento sostienen que los que ahora cuestionan la alta velocidad son los que ya la tienen y califica la línea a la Comunitat como una «historia de éxito»
José Blanco era ministro de Fomento en diciembre de 2010. Fue el responsable último de las obras en los años finales de la construcción del AVE a la Comunitat. Alejado del mundo de la política activa, reflexiona sobre la trascendencia y las consecuencias del proyecto.
–¿Qué recuerda de aquellos momentos?
–La llegada del AVE a Valencia fue un momento importante. Estábamos en pleno ajuste. Fomento decidió priorizar dos infraestructuras de la alta velocidad. Una era la línea a Valencia y otra garantizar que el AVE llegara a Galicia hasta entonces bloqueado.
–¿Qué destacaría de esa época?
–La inversión de Fomento en la Comunitat fue muy espectacular. Estamos hablando de un presupuesto de 2010 de más de 1.500 millones en plena crisis económica. Esta cantidad se redujo con el PP a menos de la mitad.
–¿Qué opina de las críticas vertidas en aquellos años por la Generalitat?
–En 2009 y 2010 y 2011 hubo que hacer un ajuste muy fuerte, pero en la Comunitat se mantuvo la inversión. Fueron 1.300 millones en 2009; 1.500 en 2010 y 1.100 en 2011. En resumen los gobiernos socialistas de Zapatero y ahora de Pedro Sánchez han implicado grandes inversiones y una inyección en las infraestructuras en territorio valenciano.
–Mantuve una relación cordial con la Generalitat y con Rita Barberá. Aunque esta cordialidad no implica que la exigencia no fuera permanente. Aún así no era la misma, a pesar de que se invertía la mitad, que cuando gobernaba el PP. Camps y Barberá eran muy exigentes con los socialistas, con el doble de inversión, que con el PP.
–Pero hubo ciertas fricciones.
–Había cierta incredulidad. Recuerdo la afirmación de Barberá de que si el AVE llegaba en esa fecha se tiraba por la ventana. Pero el día de la inauguración estuvo muy satisfecha.
–¿Con qué se queda del proyecto?
–El acto de inauguración fue un reflejo de la cooperación. Habló desde la presidenta de la Comunidad de Madrid, el de la Comunitat, los alcaldes de Madrid y Valencia hasta el Gobierno de España y el Rey. Fue una obra muy importante desde el punto de vista de la cohesión territorial de España que supuso un esfuerzo multimillonario. Hoy podemos decir que el AVE a la Comunitat es la historia de un éxito porque los ciudadanos lo valoran positivamente y la ocupación es extraordinaria.
–Hay quienes están cuestionando la alta velocidad.
–Cuestionan la alta velocidad los que tienen la alta velocidad. Recuerdo que estábamos planificando que el AVE al noroeste de España no quedara descolgado del resto. Entonces algunos partidos de Cataluña dijeron que no tenía sentido hacer el AVE a Galicia porque era de dudosa rentabilidad. No sé si desde el punto de vista de la ocupación va a ser rentable o no, pero claro que tiene su rentabilidad desde el punto de vista de la cohesión territorial. Siempre se cuestiona la rentabilidad de la alta velocidad desde donde se tiene, pero si queremos garantizar la igualdad de oportunidades y la cohesión hay que hacer un esfuerzo. Estaría bien que alguno de esos dijera qué línea se tendría que suprimir.
–¿Cuáles fueron las mayores dificultades en las obras?
–Siempre hay dificultades en infraestructuras tan complejas. Recuerdo que hubo que rehacer el estudio de impacto y desviar el AVE en un tramo porque había parecido un nido de una especie de mariposa singular, que estaba en peligro de extinción. Elevó el coste y supuso que en ese tramo hubiese un retraso. Una línea con tantos túneles, tantos viaductos presenta muchas dificultades, pero se había fijado un objetivo y lo conseguimos.
–¿Se dudó de acabarla en el plazo previsto?
–En mi época de ministro nunca a nadie se le pasó por la cabeza no finalizar una obra. Lo peor que puede pasar es empezarla y no acabarla. Otra cosa es el debate político. La realidad es que es una obra de una inversión espectacular que se ha demostrado que era necesaria.
–¿Recuerda algún momento con especial predilección?
–Hay muchos, pero uno especial desde el punto de vista personal fue la inauguración de un puente sobre el Miño en Lugo, mi ciudad natal. Era una reivindicación muy presente. Otro fue el día que se incluyó el corredor mediterráneo en la redes transeuropeas, fue un gran momento.
–También fue en 2010.
–2010 fue un buen año para la Comunitat porque quedó plasmada la inclusión del corredor en las redes transeuropeas, que no había sido incluido en 2003. Esto ha permitido que esta obra, tan impulsada por el ministro Ábalos, disponga de recursos europeos para su ejecución.
–¿Qué le hubiera gustado hacer y no pudo?
–Que impulsáramos el transporte ferroviario de mercancías en España. En esto el corredor juega un papel esencial. Seríamos más competitivos, contaminaríamos menos y habríamos sacado camiones de las carreteras.
–¿Echa de menos el espíritu de colaboración que permitió construir este AVE?
–Estamos en un contexto nuevo y cada tiempo es distinto y se gestiona como se puede. No estoy para dar consejos. Echo en falta que en un momento tan difícil no se arrime un poco más el hombro y no se esté a la altura de unas circunstancias tan extraordinarias.
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