El coronavirus no da tregua con casi 1.800 infectados, el 71% en la provincia de Valencia

La epidemia continúa desbocada en la Comunitat. El día en el que entraban en vigor las nuevas restricciones se registraron, según datos de la Conselleria de Sanidad, 1.781 nuevos contagios lo que sitúa la cifra total de positivos en 417.037 personas desde que comenzó la pandemia.

Por provincias, 162 de los nuevos contagios se registraron en Castellón (42.926 en total); 347 en Alicante (152.135 en total); y 1.272 en Valencia, (221.974 en total). El total de casos no asignados se mantiene en 2. La conselleria no informó de ningún fallecimiento.

Mientras la presión hospitalaria continúa al alza. Desde que empezó el mes de julio se han duplicado las hospitalizaciones y ya hay 296 pacientes ingresados de los que 35 se encuentran en la UCI.

La incidencia acumulada en las dos últimas semanas se ha disparado hasta los 261 casos por cada cien mil habitantes, por debajo de la media nacional (316,17).

Por otro lado, en la madrugada del viernes al sábado entraron en vigor las restricciones que afectan a los sectores de la hostelería y el ocio nocturno, así como las nuevas disposiciones respecto al botellón, que es considerado una falta grave en el reglamento sancionador por incumplir las medidas anticovid impulsado por el Consell. La medida es de carácter disuasorio, especialmente en relación a las grandes concentraciones de jóvenes en espacios al aire libre. Pero con la redacción dada al artículo, dará pie a que las policías locales o autonómicas puedan sancionar otro tipo de reuniones aunque no medie el alcohol.

De hecho, la disposición se refiere al «consumo colectivo de cualquier tipo de bebida en la vía pública cuando se constate por la autoridad inspectora que se impide o dificulta la adopción de las medidas sanitarias de prevención o del mantenimiento de la distancia de seguridad interpersonal». Fuentes de la Conselleria de Justicia señalaron que así se facilita la labor de los cuerpos de seguridad, pues ya no será preciso tomar muestras de las bebidas para analizar.

Además, permitirá sancionar otros tipo de reuniones susceptibles de facilitar la propagación, como pueden ser reuniones a la fresca para cenar (habituales en la zona marítima de Valencia y en los pueblos) o encuentros donde no se esté bebiendo alcohol, siempre que los agentes constante que no hay distancia o uso de la mascarilla.

En resumen, más que penalizar el consumo de alcohol en la vía pública (algo que ya contemplan las ordenanzas municipales), se busca evitar cualquier tipo de reunión que entrañe riesgo de propagación.