El corredor, el plan de Cercanías y el tren de la costa, otra vez en el aire

La llegada de un nuevo presidente al frente del Gobierno de España lleva asociado el inevitable relevo en las carteras ministeriales, entre ellas, la de Fomento, un departamento por el que han pasado tres titulares (del PP) en los últimos dos años: Ana Pastor, Rafael Catalá e Íñigo de la Serna. A este último los empresarios valencianos, y hasta el jefe del Consell, Ximo Puig, le reconocen «mayor diálogo» y receptividad hacia las reivindicaciones valencianas, lo que, por ejemplo, se tradujo en sus continuas (cerca de 20) visitas a la Comunitat. Ahora le toca el turno al recién nombrado José Luis Ábalos.

Algunas de las grandes peticiones, especialmente en materia ferroviaria (corredor, tren a Zaragoza o tren de la costa), encontraron hueco entre las apuestas de Fomento y se desbloquearon administrativamente pero el relevo ministerial podría implicar la paralización o la demora de algunos proyectos para una nueva orientación.

Con el tercer carril entre Valencia y Castellón en marcha desde comienzos de año y con las obras a punto de empezar en la segunda fase de este tramo, Ábalos tendrá sobre la mesa un hito que resolver y cuya decisión podría influir en los plazos del corredor. Se trata del trazado ferroviario entre Castellón y Vandellós, donde, hace ahora un año, De la Serna anunció que se rescindían los contratos existentes ante la decisión de implantar el ancho internacional.

Sin embargo, aunque el compromiso fue que las licitaciones saldrían a comienzos de 2018 para que estuviese operativo con la llegada de 2020, los proyectos siguen en fase de redacción, lo que podría provocar que el ministerio cambiara de nuevo de criterio y optara por la variante del tercer carril, atendiendo las peticiones de las operadoras ferroviarias que aún tienen que realizar la adaptación de los trenes de mercancías.

El nuevo titular de Fomento tendrá también que afrontar el paso del corredor por Murcia y Almería, donde el trazado está por definir aunque tiene fecha de llegada: 2023. Eso sí, siempre que el Gobierno de Pedro Sánchez no dé prioridad a otros proyectos, como el avance de la alta velocidad en el País Vasco, la conocida como Y vasca para conectar Bilbao, Vitoria y San Sebastián.

Vinculados con el corredor mediterráneo, Ábalos tendrá que afrontar qué hacer con los estudios informativos del túnel pasante y de la plataforma de alta velocidad entre Valencia y Castellón, actualmente en redacción. Ambos se consideran proyectos imprescindibles para la mejora de la red ferroviaria -especialmente para acortar tiempos de viaje con Barcelona-. En el último caso, además, algunos colectivos sociales ya han mostrado su intención de pedir al ministerio un cambio en el trazado para que discurra paralelo al by-pass en vez de por la costa y así evitar la afección sobre la huerta.

Incluido en el Plan de Cercanías, el departamento de De la Serna fijó para el segundo semestre de este ejercicio la licitación de la primera fase, es decir, del proyecto constructivo para la duplicación de la vía entre Cullera y Gandia. Además de asumir el calendario, el nuevo departamento de Fomento tendrá que atender las últimas peticiones del Consell, que quiere paradas en todos los municipios por los que discurre esta infraestructura. También está pendiente la declaración de impacto ambiental por parte del Ministerio de Medio Ambiente, lo que podría provocar cambios en el trazado propuesto si se aceptan las alegaciones de la Generalitat y de las localidades, que remitieron 255, algunas de ellas con argumentos contrarios entre sí.

El Gobierno de Rajoy consignó 55 millones en los Presupuestos del Estado para las primeras acciones del nuevo Plan de Cercanías, una cifra que tanto el Consell como los municipios consideraron mínima y reclamaron que se elevase hasta los 183 millones para cumplir con lo acordado en el documento presentado a finales de 2017.

Al margen de las cuentas, el nuevo ministro tendrá sobre la mesa las licitaciones (ya en fase de revisión para pasar a contratación) de la supresión de limitaciones de velocidad en la C-3 y el proyecto de renovación de vía de la línea Xàtiva-Alcoi.

Otra de las asignaturas pendientes será acelerar el plan de modernización de la línea entre Valencia y Zaragoza, eje fundamental del corredor cantábrico-mediterráneo. Precisamente De la Serna solicitó incluirlo en la próxima revisión del reglamento por el que se financia la red transeuropea, aspecto que tendrá que negociar su sustituto.