«El curso pasado mi hijo recibía tres sesiones de terapia y este dos. El servicio está masificando»

Juan Luis es al padre de Pablo, un niño de tres años con Síndrome de Down, que asiste a uno de estos centros en Valencia y ya ha notado que los cambios impulsados por el departamento liderado por Aitana Mas ha tenido un impacto en la calidad del servicio que se presta. «Notamos que se está masificando el servicio para atender a los niños, y el problema es el tiempo», señala. Al respecto, apunta que en este mes de septiembre «se han reducido las sesiones. En nuestro caso, el curso pasado tenía tres de atención directa y este dos. Ya era justo y si ahora lo reducen... Pedimos que, como mínimo, se mantengan, aunque lo ideal sería ampliarlo». Este afectado subraya que no se trata únicamente de un problema de reducción de la asistencia directa (no será así en todos los casos) sino que prácticamente se elimina el tiempo para la atención indirecta, esas horas que dedican los profesionales a, por ejemplo, «coordinarse con el colegio o el pediatra». «Se atiende a más gente, pero con peor calidad», resume.

En esta línea se muestra también Cristina Alemany, trabajadora de uno de los centros. «Con la nueva instrucción, se anula el criterio profesional para decidir el número de sesiones necesarias para cada niño. Ahora las impone la conselleria y si decides que alguien necesita más sesiones, lo tienes que justificar y te lo autorizan o no», detalla. Además, este especialista lamenta que, con el cambio, «no tienen en cuenta la intervención indirecta, los informes para las familias, para el neuropediatra o para el centro educativo, las pautas o ejercicios que se preparan para los niños... Todo eso se queda sin tiempo porque la atención directa ahora ocupa toda la jornada laboral. Y si lo hago, será por las noches o los fines de semana». Por tanto, como precisa, «en general, las horas de atención directa pueden ser las mismas, pero a costa de las horas de trabajo indirecto y con el objetivo de atender a más niños por centro para eliminas las listas de espera».

Sobre este asunto insiste Salva Moya, presidente del comité de huelga y representante del sindicato CCOO. «Al estructurar el tiempo en sesiones de atención directa se impide que los profesionales hagan parte de su trabajo, como coordinarse con centros educativos o confeccionar y evaluar las pruebas que determinan cómo evolucionan los usuarios», explica, para agregar que las nuevas instrucciones «atentan también contra derechos laborales como los permisos para formación (40 horas al año) o las bajas que no se sustituyen (de menos de 10 días), cuando indican que en estos casos las sesiones se tendrán que recuperar, pero no hay tiempo». «Al final estamos sobrecargando a los profesionales, que la asistencia sea como una cadena de montaje», lamenta.

Esta situación ha llevado a las familias y los trabajadores a celebrar protestas este miércoles (también se han reproducido en Alicante y Castellón) y al sindicato CCOO a convocar tres jornadas de huelga para este miércoles y los próximos 20 de octubre y 17 de noviembre.

Por su parte, la Asociación Valenciana de Atención Precoz (AVAP) está recogiendo firmas para intentar que la conselleria modifique la instrucción y evitar que se deje de financiar este, aproximadamente, 40% que representa la actuación profesional indirecta. Advierten de que, de entrada, los niños tendrán una sola sesión semanal hasta que las direcciones territoriales autoricen un incremento. «Desaparece la vía preventiva de la Atención Temprana», lamentan.

Al respecto, detallan que la instrucción dispone que se establece, con carácter general, para las nuevas solicitudes de atención temprana, una intensidad de tratamiento inicial de una sesión semanal y cualquier modificación en la programación de sesiones de los niños atendidos en los CAT debe ser también justificada. El equipo de atención temprana de las direcciones territoriales realizará la revisión de la propuesta y validación, en su caso, mientras que «es necesaria la aprobación por parte del equipo de la dirección territorial para prestar más de una sesión semanal».

Frente a ello, en AVAP consideran que un niño debe de tener las sesiones que requiera según su necesidad, y esta cuestión la establecen los profesionales expertos en Atención Temprana que han realizado la valoración inicial o llevan intervención de su evolución. «Esto supone un trámite más y una espera para recibir la atención aconsejada. Se deben respetar los criterios técnicos de los profesionales, las intervenciones tanto en frecuencia como en metodología son individuales y adaptadas a cada caso. No comprendemos la necesidad de contar con nuevos recursos técnicos que asumen tareas que ya realizaban los centros». La propuesta de AVAP es, por tanto, «que sea el equipo profesional el que decida de forma competente el número de sesiones que necesita el niño».