La defensa pide un informe psiquiátrico del acusado de matar a Marta Calvo

La defensa del acusado de matar a Marta Calvo considera que el presunto homicida podría haber sufrido un trastorno mental, una circunstancia eximente o atenuante de su responsabilidad criminal, debido al consumo abusivo de cocaína. El abogado Óscar Fernández, que ejerce la defensa del detenido, ha solicitado al juez instructor que autorice un análisis toxicológico y un informe psiquiátrico de su cliente que podrían determinar la influencia de la ingesta de drogas en los hechos ocurridos el día que murió la joven.

El letrado pide en su escrito que los especialistas del Instituto Nacional de Toxicología analicen cabellos, sangre y orina del presunto homicida, mientras que el forense adscrito al juzgado de Alzira debería realizar las entrevistas clínicas y pruebas psicológicas.

También solicita el uso de la «técnica de cromatografía de gases y espectrometría de masas», uno de los métodos más efectivos para la detección de sustancias estupefacientes en el organismo, para poder probar el supuesto abuso en el consumo de drogas por parte del acusado.

Con tal motivo, Fernández pide que el análisis toxicológico especifique el tiempo de adicción a las drogas, las sustancias consumidas y la cantidad, así como «la influencia de la ingesta de estupefacientes en el sistema nervioso central, y en concreto en las cualidades volitivas e intelectivas».

De la misma forma, el abogado solicita que los especialistas valoren en su informe la posible influencia de un brote psicótico por consumo de droga en la «disminución de la imputabilidad del acusado» en los hechos investigados, así como «las capacidades cognitivas y volitivas en relación con su culpabilidad».

Mientras el letrado pretende que los resultados de ambos informes se incluyan como pruebas dentro del sumario, las acusaciones entienden que la estrategia de la defensa sería procurar una circunstancia eximente o atenuante de la responsabilidad criminal. Como ya informó LAS PROVINCIAS, Jorge Ignacio P. J., el narcotraficante colombiano encarcelado por la muerte de Marta, confesó haber descuartizado el cadáver, pero negó haberla asesinado en la cita sexual que mantuvo con ella en la vivienda de Manuel en la madrugada del 7 de noviembre de 2019.

Según su versión, la joven habría muerto tras una sobredosis de cocaína, ya que asegura que ambos consumieron seis gramos de esta droga en pocas horas. También negó haber introducido en los genitales de la víctima pequeñas piedras de cocaína como hizo en varias citas sexuales con otras mujeres.