La falta de medicamentos no sólo sigue afectando a las farmacias valencianas, sino que está aumentando. En concreto son 92 fármacos los que de media suelen estar agotados cada semana y durante el año pasado hubo desabastecimiento de 475 medicamentos, lo que supone un incremento ... del 30% con respecto al año anterior, según datos del 'Balance 2023 de incidencias en el suministro de medicamentos' que se ha presentado este jueves en el Congreso Nacional Farmacéutico que se está celebrando en Valencia y que reúne a más de 2.000 profesionales del sector de toda España.
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Actualmente el medicamento que presenta más dificultades de abastecimiento en las farmacias es el Ozempic, prescrito para diabéticos pero que ha multiplicado su demanda porque también se receta para perder peso, lo que ha hecho que no haya suficiente producción. También los antiinflamatorios y los antidepresivos presentan problemas habituales para que puedan llegar hasta las farmacias. Aunque ninguno llega a la situación límite que se vivió en el primer trimestre del año pasado con la falta de amoxicilina pediátrica, que fue generalizada en toda España, hasta que se pudo solucionar esta incidencia.
Para intentar prevenir situaciones como estas de graves faltas de suministro, los farmacéuticos están negociando con el Ministerio de Sanidad que en la nueva ley de garantías sanitarias puedan tener potestad legal para cambiar la forma farmacéutica del medicamento. Es decir, que si está agotado un fármaco efervescente en sobres, sin cambiar el principio activo puedan venderlo en comprimidos. «El problema de las incidencias en el suministro de medicamentos es creciente. El pasado año se incrementaron en un 30%. Los farmacéuticos no causamos este problema, pero sí podemos colaborar para resolverlo con medidas sencillas si se permite, por ejemplo, la actuación del farmacéutico en la dispensación para modificar la forma», ha señalado el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Jesús Aguilar.
De esos 475 medicamentos que sufrieron desabastecimiento el año pasado, el que más veces lo hizo en las farmacias valencianas fue Efferalgan, un analgésico para el tratamiento sintomático del dolor leve o moderado y de la fiebre. En segundo lugar, el que más incidencias tuvo fue el Orfidal, que se receta para el nerviosismo y la ansiedad, y el tercero fue el Primperan, que previene las náuseas o los vómitos. Además, otros como Nutrasona, Celestone, Ibuprofeno y Ozempic se sitúan entre los que más carencia tienen en los establecimientos.
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Para el responsable de los colegios farmacéuticos hay varias formas de prevenir estas situaciones. "A medio y largo plazo este desabastecimiento se puede solucionar con cambios estructurales, como potenciar la fabricación de medicamentos en Europa, con mayor inversión, pero a corto plazo tenemos plataformas de ayuda a buscar en qué farmacia está un determinado medicamento", ha apuntado Aguilar, que subraya también esa importancia que supondría la modificación legislativa para que el farmacéutico "pueda cambiar la forma de un medicamento y no tenga que derivar a un paciente al médico cuando se trata del mismo principio activo", expresa.
"Ahora mismo si se lo han recetado en sobres no podemos dar comprimidos", lamenta, y por ello negocian con el Gobierno un cambio. Abrió este camino la crisis de la falta de la amoxicilina pediátrica el año pasado, cuando por primera vez, de forma excepcional, se permitió a las farmacias modificar el producto, partiéndolo por la mitad para poder tener la dosis pediátrica, que es de 250 en vez de 500 mg. "Son soluciones que reclamamos para poder tener mayor capacidad de actuación", manifiesta el presidente.
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El Suministro de Medicamentos (CISMED) ha sido presentado por el vicepresidente del Consejo General de Farmacéuticos, Juan Pedro Rísquez, que ha mandado un mensaje de tranquilidad al afirmar que «en 9 de cada 10 ocasiones el farmacéutico puede solventar el problema dispensando otro medicamento ajustado a la prescripción del médico con el mismo principio activo, posología y vía de administración».
Otra de las herramientas desarrolladas por la organización farmacéutica colegial para paliar los problemas de suministro es FarmaHelp, que permite al farmacéutico contactar con las farmacias de su entorno cuando un paciente necesita algún medicamento y por urgencia o incidencias de suministro no dispone de él en su farmacia habitual. «El crecimiento de FarmaHelp en 2023, que ha pasado de 5.000 a 10.000 farmacias participantes, ha facilitado que se multipliquen los medicamentos encontrados, pasando de 106.925 en 2022 ha 389.364 en 2023; hecho que sin duda ha permitido garantizar la continuidad de los tratamientos a estos pacientes, único objetivo de la profesión farmacéutica», ha indicado Rísquez.
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