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Los seis participantes de este desafío en vespino. LP

Un desafío de 500 kilómetros en vespino desde Algemesí

Seis valencianos participarán en la concentración de Cantalejo con unos ciclomotores que quedaron llenos de barro en la dana

José Molins

Valencia

Viernes, 3 de enero 2025, 01:08

Van a cruzar media España. Unos 500 kilómetros de distancia desde Algemesí hasta Cantalejo, en Segovia, para participar en la concentración motorista internacional La Leyenda. ... Pero no sólo eso, sino que estos seis valencianos se atreven a hacerlo en vespinos clásicos, de las décadas de los 80 y 90, con las limitaciones que ello conlleva. Unos ciclomotores que quedaron inundados el 29 de octubre y cubiertos de barro de la dana y que ahora han podido recuperar en menos de dos meses para realizar este desafío.

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El próximo 10 de enero comenzará esta travesía, en la que se enfrentarán al frío atravesando las dos Castillas y Madrid en pleno invierno, con motos que no superan los 50 km/h y que no pueden ir por autovía. Pepe Castelló y su amigo Denis Clari, ambos de Algemesí, son los impulsores de esta aventura, a la que se han sumado cuatro personas más tras la riada. «Los vespinos estaban en la fábrica de etiquetado de Denis y entró un metro de agua. Quedaron cubiertos de barro y los hemos tenido que reparar y poner a punto, pero ya funcionan», asegura Castelló.

Ambos tenían decidido ir a Cantalejo antes de la tragedia, pero tras el 29 de octubre y las pérdidas que tuvo Denis en su fábrica, otros cuatro amigos se han unido para apoyarle moralmente y estar junto a él. Son Toni Carrillo, Juan Carlos Vidal, Gabriel Calatayud y Carmen Beleña. Los seis forman el equipo Marcpal que va a realizar este desafío con vespinos. «Estas motos no tienen electrónica, son todo mecánica. Hemos cambiado rodamientos, cilindros, y una vez se saca el agua hay que hacer girar el motor, se le echa un producto y el vehículo se pone en marcha. La mecánica es muy sencilla», cuenta Pepe. «Resurgimos del barro como buenos valencianos, porque nuestra pasión por las concentraciones invernales puede con todo», asegura.

Uno de los vespinos, todavía con barro después de una primera limpieza. D. C.

Él lo cuenta sin alardes, pero la realidad es que tras la riada, han tenido que trabajar de forma incansable durante un mes y medio para recuperar las seis motos. Primero quitarles el barro, después cambiar las piezas dañadas, sustituirlas por nuevas, reconstruir los motores, probarlos, hasta pasar la ITV. No ha sido sencillo pero lo han conseguido en tiempo récord para poder vivir esta experiencia hasta Cantalejo de estos seis amantes de las motos. «Somos varios amigos, unos pertenecen a un club de vuelo de Albalat, yo conozco a Denis desde pequeños y a Toni por las motos. Al final las motos nos han unido a todos», indica. En esta concentración se pueden dar cita unos 10.000 participantes en ese gélido fin de semana.

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Para ir tendrán que hacer dos etapas. La primera, el día 10, con salida desde Algemesí, deberán parar a dormir en un pueblo de Cuenca. «Sólo podemos ir con luz del día, así que a la velocidad que vamos, da lo que da». La segunda etapa será el día 11, en la que tienen previsto llegar por la tarde-noche a Cantalejo. «El requisito es salir en moto y llegar en moto», apunta. Aunque les va a acompañar otro amigo en una furgoneta por si durante el trayecto hay alguna avería, «para poderla solucionar en el camino», explica Castelló.

Están estudiando muy bien el trayecto porque tiene varios condicionantes. «No podemos ir por autovía y además queremos evitar los puertos de montaña», señala. Deberán buscar carreteras nacionales y secundarias. Los días 11 y 12 de enero estarán en Cantalejo, en una concentración donde lo habitual es dormir en tiendas de campaña junto a una hoguera. «Aunque nosotros hemos cogido una casa rural muy cerca», cuenta Pepe. «Me gustan mucho las concentraciones invernales de motos, he estado en Pingüinos y esta me quedaba pendiente», añade.

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Denis, que es muy aficionado a los ciclomotores y entiende mucho de mecánica, tiene varios vespinos que ha dejado a dos de sus amigos para este viaje, mientras que Pepe, Juan Carlos y Toni irán con el suyo propio. Participan en la modalidad 'Desafío de 50 centímetros cúbicos' de esta concentración La Leyenda, que tiene un coste de inscripción de 30 euros por persona y no otorga premios, al menos que conlleven dinero. «El único premio es llegar y disfrutar del viaje y la compañía», expresa Pepe.

Se están preparando la ropa de abrigo para esta travesía, en la que pueden encontrarse nieve en el camino. «El recorrido será duro, con mucho frío en enero y posiblemente nieve», indica. «En una moto grande cuando vas a mas de 80 km/h la velocidad hace que la temperatura del cuerpo baje, pero en el vespino casi no llegas a enfriarte tanto. Aunque está claro que hay que llevar ropa de moto de invierno, botas, pasamontañas, guantes de invierno, de todo», apunta.

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