La gestión de los 128.000 vehículos siniestrados por la riada del pasado 29 de octubre es una de las principales preocupaciones en la actual fase de la emergencia, pues decenas de miles de los cuales aún permanecen hacinados en cementerios de coches casi dos ... meses después de la catástrofe. Mientras se estudia la posibilidad de crear una planta de tratamiento móvil para descontaminar y achatarrar los automóviles directamente en los puntos de acopio intermedios, el Consell ha activado ya el traslado de turismos destrozados a otras comunidades autónomas. Tras la petición formal realizada por la Generalitat al Gobierno central la semana pasada, el vicepresidente segundo del Ejecutivo valenciano y conseller para la Recuperación, Francisco José Gan Pampols, confirmó ayer en una reunión con el alcalde de Albal que esta evacuación «ya se está haciendo» dado que es «la única medida que se puede llevar a cabo» en esta materia.
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Gan Pampols comentó que todos los desguaces de la Comunitat «están empleados» y que ya se han puesto en funcionamiento plantas de tratamiento de vehículos en comunidades autónomas vecinas. El vicepresidente comparó este fenómeno con la expansión de una mancha de aceite en referencia a que cuantos más puntos de este tipo se habiliten, mayor facilidad tendrá el operativo de retirada. Asimismo, Gan Pampols reconstruyó cómo es el procedimiento de contratación de los servicios de un desguace para explicar la complejidad del dispositivo de traslado: primero se hace una declaración responsable de tal manera que la empresa elegida se encarga de retirar el vehículo, descontaminarlo y llevárselo, pero no lo transporta ya achatarrado.
Es por ello que el vicepresidente reconoció que la velocidad de traslado «es limitada» y explicó que, «en el mejor de los casos», los camiones se pueden llevar entre seis y ocho coches. Eso sí, también resaltó que si se consiguiera dar con el método para achatarrar la carrocería in situ en los terrenos de acopio intermedio, los medios de transporte de grandes dimensiones podrían cargar hasta una veintena de vehículos en lugar de la decena que se están llevando actualmente.
En relación con ello, Gan Pampols expresó que la magnitud de lo ocurrido con los daños sobre el parque móvil, con el número de vehículos que hay que gestionar, «satura las capacidades de un país como España». El conseller para la Recuperación dijo que el tratamiento de los vehículos se hará de la mejor manera posible y en el menor tiempo mínimo posible, aunque también matizó que hay que respetar y seguir una serie de pasos y medidas de seguridad «que no podemos vulnerar».
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Pablo Alcaraz
Gan Pampols definió el procedimiento como una cadena de asuntos que se tienen que resolver de manera previa a que se haga efectivo el achatarramiento de los vehículos. El vicepresidente segundo del Consell se refirió específicamente a los peritajes que están llevando a cabo los profesionales del Consorcio de Compensación de Seguros dado que los coches tienen un propietario y los peritos deben evaluar el automóvil para que sus dueños puedan cobrar las respectivas indemnizaciones.
Sobre el hecho de que la responsabilidad del dispositivo de evacuación de los vehículos recaiga sobre los ayuntamientos, Gan Pampols explicó que fue el Gobierno central quien los consideró residuos de titularidad municipal mediante la aprobación de un decreto ley el pasado mes de noviembre. El conseller para la Recuperación prosiguió su argumento alegando que la Ley de Bases de Régimen Local y otras normativas medioambientales avalan esta consideración. Sin embargo, según Gan Pampols, cuando el volumen de desechos excede la capacidad de gestión por parte de los municipios, la propia legislación del régimen local «contempla que las diputaciones provinciales e incluso las administraciones autonómicas puedan apoyarlos basándose en un principio de subsidiariedad».
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El Consell ha puesto en marcha la alternativa de los traslados a otras comunidades autónomas mientras sigue estudiando la posibilidad de realizar una planta de reciclado móvil, tal y como anunció el propio vicepresidente para la Recuperación días atrás. De materializarse esta solución, se podrían descontaminar y achatarrar los vehículos de manera directa en los descampados intermedios, donde todavía hoy en día se hacinan decenas de miles de vehículos siniestrados por la riada.
En resumidas cuentas, los operarios podrían ir solar por solar haciendo los trabajos mencionados reduciendo la carrocería en pequeños bloques más fáciles de transportar para después llevar esa chatarra a un punto de tratamiento final. «Se ahorrarían muchísimos desplazamientos y el rendimiento aumentaría, pero es un problema de ingeniería. Creo que existe esa solución, pero (los ingenieros) tienen que ser capaces de, además de considerarlo técnicamente viable, fabricarlo. Estamos hablando de algo que no existe», aseveró Gan Pampols.
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El alcalde de Albal, José Miguel Ferris, puso en conocimiento del vicepresidente Gan Pampols que en Albal todavía se precisan labores como la limpieza, el baldeo, la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado así como la reconstrucción de infraestructuras de la vía pública, pintura de señalización vial y trabajos de recuperación del alumbrado. «Vamos a necesitar el apoyo de la Generalitat y, en concreto, del vicepresidente para seguir avanzando y llevar a Albal a una normalidad que esperemos que llegue lo más pronto posible», aseguró Ferris.
En cuanto al gran problema en esta fase de la emergencia provocada por la riada del 29 de octubre, el primer edil de Albal explicó que en su municipio no quedan prácticamente vehículos dentro del casco urbano dado que ya han sido trasladados al polígono desde donde se van a empezar a sacar hacia los desguaces «lo más pronto posible» mediante un convenio con una empresa gallega.
Por su parte, el vicepresidente Gan Pampols destacó que en Albal ya se había reducido la urgencia y que las actuaciones que se tenían que llevar a cabo debían acometerse mediante un criterio de importancia. Ferris le expuso al conseller para la Recuperación algunas de sus preocupaciones que atañen al ámbito de la seguridad de sus vecinos como el hecho de restablecer la señalización vial. Tal y como expuso Gan Pampols, cabe volver a poner en marcha tanto elementos de señalización vertical como semáforos, cruces o iluminación como horizontal «porque afecta directamente a algo tan importante como la seguridad vial y la confianza del ciudadano a la hora de utilizar los automóviles».
«Me he encontrado actividad, calles limpias, un ayuntamiento funcionando con su actividad dirigida a los más vulnerables que son a quienes están atendiendo: disposición y buen ánimo, así que muy bien», comentó el vicepresidente segundo del Consell.
A su vez, el primer edil de Albal resaltó también la visita del presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, que se desplazó hasta la localidad para supervisar el ritmo de las actuaciones en los garajes.
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