Otro despido por el valenciano

De hecho fueron los propios estudiantes del conservatorio de Castellón quienes denunciaron la situación y se lo comunicaron a la asociación Hablamos Español. «Es una eminencia, imparte una asignatura que no puede darla cualquier profesor, porque es muy específica y hay muy pocos del nivel que tiene él. Hay alumnos que vienen expresamente desde Zaragoza y de otras ciudades a Castellón porque está ese profesor», destaca Gloria Lago, presidenta de la asociación.

El propio Ángel tampoco entiende cómo es posible que se llegue a esta situación. «Cuando vine aquí nunca me había planteado que el idioma iba a ser un problema. He estado en muchos países trabajando de profesor, dando conciertos, en Holanda, Portugal, Italia, y en todos intentas hablar el idioma, te entiendes con la gente, pero nunca ha pasado nada», señala Sampedro en declaraciones a LAS PROVINCIAS.

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Hace siete años que está dando clases en el conservatorio de Castellón y tuvo voluntad de cumplir el requisito lingüístico. «Cuando llegué a Valencia me matriculé en la Escuela de Idiomas, estuve tres años, me saqué la capacitación que pedían y todo, pero con 65 años que tengo es muy difícil para mí sacarme un idioma de un nivel tan alto cuando nunca lo has escuchado, y más para dar clases, conciertos y tal», argumenta el profesor.

Desde la asociación van a enviar una carta a la conselleria como queja por estos dos despidos, que en la opinión de Lago «empobrece» el nivel educativo valenciano. «En otras comunidades hay problemas de falta de personal médico, por ejemplo, por el idioma y aquí está pasando lo mismo con los profesores, es una barrera más. Los alumnos ahora están sin profesor de viola, y hay pocos especialistas, pocos profesores buenos. Hay un vacío, falta un profesional valioso, que no puede ser sustituido por culpa de un requisito que no es necesario para esa especialidad», lamenta.

Sampedro es madrileño y se queda sin trabajo a sus 65 años, cuando pese a su edad quería haber continuado más años en el conservatorio, donde no ha tenido ninguna queja de los estudiantes. Fue durante 13 años director de la Orquesta Barroca de Salamanca, con la que ha realizado numerosos conciertos en España y Europa y en 2013 creó y dirigió, por encargo del Ayuntamiento de Madrid, la Orquesta Barroca Conde Duque.

Su trayectoria es impresionante. Tuvo durante años la plaza de violín solista de la Orquesta Sinfónica de Madrid, titular del Teatro Real. Después se trasladó a Holanda y se especializó en la interpretación de la música antigua con Sigiswald Kuijken en el Koninklijk Conservatorium de La Haya. Ha trabajado con importantes orquestas especializadas de Europa, como: Nederlandse Bachverenigin Barokorkest, The Amsterdam Baroque Orchestra, La Chapelle Royale, Orchestra della Capella Musicale di San Petronio, entre otras. «Tener un profesor así en Castellón es un lujo, la orquesta del conservatorio de Castellón se estaba haciendo un nombre y él era el director, es un disparate que lo echen», señala Gloria Lago.