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Operarios trabajando en Aldaia EFE

Despliegue histórico en Valencia para combatir la peor riada

Sánchez anuncia el envío de una fuerza de choque formada ya por más de 15.000 efectivos y Mazón promete un plan de respuesta conjunta con el Gobierno

Jorge Alacid

Valencia

Domingo, 3 de noviembre 2024, 00:58

La más dramática catástrofe natural de toda la historia de España merece una respuesta a la altura de semejante dimensión. El despliegue de efectivos de emergencia que pelea desde el martes contra los devastadores efectos de la DANA en la provincia de Valencia alcanza con el paso de los días una magnitud que se mide por miles de personas, entre soldados, policías, guardias civiles y personal de otros organismos, embarcados en el combate contra el fango, la desesperación y las ruinas en que tantas localidades se ha convertido. Un operativo que sigue resultando insuficiente. Ante la evidencia palmaria de que la asistencia continúa sin llegar a los damnificados, Carlos Mazón reclamó a primera hora de la mañana de ayer el envío de 5.000 soldados más. Poco después, Pedro Sánchez respondió a su petición con la orden de que lleguen a Valencia no sólo esos refuerzos reclamados, sino un número semejante de miembros de las Fuerzas de Seguridad, junto a otras medidas que detalló en una comparecencia que incluyó una confesión: «Tenemos que mejorar y lo tenemos que hacer unidos. Sé que la respuesta no es suficiente».

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Su anuncio se concretó en un mensaje enhebrado sobre el espinazo de cinco prioridades estratégicas. En primer lugar, «salvar vidas». Con ese propósito ya llegaron ayer 4.000 mil de los 5.000 soldados que requirió el jefe del Consell, «para colaborar en las tareas de reconstrucción y de búsqueda de desaparecidos»: el mayor despliegue de fuerzas de socorro de la historia. «Como dije al inicio de la crisis, vamos a movilizar todos los recursos necesarios durante todo el tiempo que haga falta», prometió el presidente del Gobierno. «La DANA ha provocado el mayor desastre natural en la historia de nuestro país», prosiguió, «y es la segunda que más víctimas se ha cobrado en Europa en lo que va de siglo».

Una envergadura abrumadora que merece del jefe del Ejecutivo este apunte: «En 48 horas hemos desplegado más de 2.500 militares, 1.800 policías y 2.700 guardias, así como equipos especializados en salvamento para garantizar la seguridad y restablecer la normalidad en las calles». A ese dispositivo se agrega la participación de otros 4.000 militares desde sus bases, «el mayor despliegue de la historia de España en tiempos de paz». La situación es «trágica», reconoció, antes de revelar que estos efectivos están siendo asistidos por otros 450 militares en sus bases de origen. Un contingente que cuenta con el apoyo de equipos de última generación y una flota de 400 vehículos especializados, 30 helicópteros, así como y medio centenar de drones y otras embarcaciones.

Sánchez subrayó que esa respuesta gubernamental ya ha tenido éxito. Según su recuento, durante estos días se han registrado 4.800 rescates y dado auxilio a más de 30.000 personas», aunque también reconoció que «la ayuda tarda en llegar». De ahí que se felicitara de que Mazón reclamara esos cinco mil refuerzos más del Ejército, que se completarán este domingo con la llegada de los mil que se sumarán a los trabajos de rescate y reconstrucción de las zonas más golpeadas por la DANA.

A este despliegue se incorpora un buque anfibio de la Armada al puerto de Valencia en las próximas horas, dotado de alojamiento, quirófanos, helicópteros y una flota de vehículos de apoyo, así como la llegada adicional de un contingente de 5.000 policías y guardias civiles que configuran una fuerza de choque formada ya por un total superior a las 15.000 personas. «Quiero reiterar a la ciudadanía valenciana y al conjunto de España que el comité de crisis está listo para ayudar», señaló. «Si necesita más recursos», en alusión al Consell, «que los pida y se los suministraremos». Descartaba con estas palabras medidas más drásticas; en su opinión, «las autoridades valencianas conocen el terreno mejor que nadie y saben lo que hay que hacer». «El Gobierno está listo para ayudar», insistió.

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La segunda prioridad que citó el presidente pasa por «identificar los cuerpos de los fallecidos, con agilidad y dignidad y con todas la garantías». «A lo largo de las últimas 48 horas», recalcó, los equipos de emergencia «han inspeccionado miles de sitios», consecuencia de la movilización de veinte equipos de levantamientos de cadáveres, cada uno integrado por forenses, psicólogos, policías y científicos, que disponen de morgues móviles y de una unidad de Identificación de Víctimas en Desastres. «Estas labores de búsqueda van a continuar en las próximas jornadas el tiempo que haga falta», garantizó.

Tercera prioridad, restablecer los suministros básicos y servicios esenciales. «La DANA ha causado daños severos en puentes, carreteras, ferroviarias, líneas eléctricas y otras infraestructuras», recordó, destacando luego cómo las administraciones públicas han impulsado labores de reparación sin descanso, «en estrecha colaboración con el sector privado». «Y aunque han logrado avances muy notables, queda mucho por hacer», aceptó: de acuerdo con la información que facilitó, en las últimas 48 horas se ha restablecido el suministro eléctrico del 94% de los hogares, pasando de 240.000 puntos de incidencia a menos de 14.000, se han recuperado aproximadamente la mitad de las 550.000 líneas telefónicas cortadas, «con la previsión de recuperar el resto a lo largo de este fin de semana», y se han instalado numerosos dispositivos portátiles «para proveer de conexión wifi y cobertura a las zonas aún incomunicadas».

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En este punto de su intervención, Sánchez detalló cómo se ha desplazado hasta la zona damnificada a 300 especialistas de la Guardia Civil y se han retirado más de 2.000 vehículos arrastrados por el temporal, además de toneladas de lodo y escombros. «Se ha puesto en marcha», según el presidente, «la limpieza de túneles y la construcción de desvíos provisionales y reparación de viaductos y puentes». También se felicitó de que los equipos hayan podido recuperar el tráfico en puntos de la red viaria como la V-30 y la V-31 del corredor mediterráneo, mientras ya se ofrece «al menos» circulación de emergencias en el tramo de la A-3 entre Cuenca y Valencia. Y más avances: se han restablecido la alta velocidad entre Barcelona-Valencia, las líneas de cercanías C5-C6, y el tráfico ferroviario de mercancías entre el puerto de Valencia hacia Aragón y Cataluña, «una conexión esencial para la llegada de suministros».

Sánchez especificó que además se han emprendido labores de reparación de otras infraestructuras, como los túneles ferroviarios de Chiva y Torrent que conectan Valencia con Madrid, y en las líneas C1-C2 de cercanías, que esperamos completar a lo largo del fin de semana». Con una mención adicional: la contribución un dispositivo de Brigadas Forestales «para limpiar los cauces y riberas más afectadas y reparar las infraestructuras hídricas». Se trata de un contingente que contará con 300 efectivos a lo largo de las próximas horas y se completará con otra vertiente: el suministro de víveres a las zonas afectada «para facilitar la distribución de bienes de primera necesidad entre la población».

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Levantar las restricciones a los tiempos de conducción y descanso de los transportistas, repartir entre la población miles de litros de agua embotellada y raciones de alimento, poner a disposición de la Generalitat cinco plantas potabilizadoras, depósitos de agua, 200 letrinas portátiles y 4.000 kits de herramientas de cocina e higiene fueron otras medidas enumeradas por Sánchez. Un mayúsculo operativo que, sin embargo, no termina de satisfacer las exigencias de los damnificados. «Nos consta», confesó, «que hay lugares que aún están colapsados por lodo y escombros y que sufren carencias de servicios básicos». «Los equipos estatales», agregó, «van a seguir trabajando sin cesar hasta que la ayuda haya llegado a todo el mundo y la normalidad vuelva a las calles. Ese es nuestro compromiso y lo haremos realidad».

La cuarta prioridad que enumeró Sánchez se dirige a garantizar la seguridad en las calles. «Vamos a duplicar el número de efectivos de policías y guardias civiles», prometió. «España es uno de los países más seguros del mundo, con uno de los índices de criminalidad más bajos». «Somos además un país solidario y responsable que responde con miles de voluntarios, campañas de donaciones y obediencia civil. Así está siendo», continuó, antes de mencionar cómo «el pueblo valenciano está dándolo todo para ayudar a los afectados, de forma altruista y comprometida». «Quiero darles las gracias y transmitirles nuestra admiración y nuestro apoyo». Un agradecimiento que convivió en sus palabras con el reconocimiento de que «desgraciadamente» se están cometiendo actos delictivos que ha condenado: «Algunas personas están aprovechando la situación para saquear», se lamentó. «Las Fuerzas de Seguridad del Estado han llevado a cabo ya más de 82 detenciones y van a seguir patrullando con un mayor número de efectivos las calles para garantizar que el orden y la ley sean respetados», prometió.

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El capítulo final de la intervención del presidente se destinó a asegurar que llegará a Valencia una generosa dotación económica, pendiente de precisar, luego de la declaración de la provincia como Zona Gravemente Dañada que el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar el martes. Una quinta prioridad que pasa por «poner en marcha todos los recursos necesarios para iniciar cuanto antes la compensación y recuperación de los territorios». «Crearemos una Comisión Interministerial para impulsar con urgencia la reconstrucción económica», anunció. A continuación, detalló que el Ministerio de Hacienda va a autorizar a la Comunidad Valenciana «la posibilidad de realizar todos los gastos de urgencia que necesite, sin límite alguno de recursos». «Se han creado 100 plazas de servidores públicos interinos que se incorporarán a las subdelegaciones a partir de este lunes para agilizar la tramitación de las ayudas a los damnificados», desveló.

Una medida dirigida a mejorar el músculo financiero valenciano que se agregará a otras que también concretó: «Hemos iniciado los trámites para solicitar a la Comisión Europea la ayuda del Fondo Europeo de Solidaridad y la utilización de otros recursos de apoyo comunitarios». Se trata de una petición que justificó el presidente con estos argumentos: «Hemos demostrado ser un motor de riqueza esencial para la UE, y un socio fiable, generoso en la gestión de crisis como la provocada por la Covid o la guerra de Putin en Ucrania». «Nosotros», advirtió, «ayudamos a nuestros hermanos europeos cuando lo necesitaban y ahora ellos nos ayudarán a nosotros».

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En la parte final de su comparecencia, el presidente volvió a admitir que es consciente de que «hay carencias severas, servicios colapsados, municipios sepultados en el lodo, gente desesperada, buscando a sus familiares». «Hay personas que no pueden acceder a su domicilio y hogares destrozados, sepultados en el barro», dijo, con una reflexión última: «Sé que tenemos que darlo todo pero también sé que tenemos que hacerlo juntos, unidos». «No se trata de que la Administración General del Estado reemplace a la autonómica. Ahora hay que apoyarla, con recursos y orientación técnica». En resumen, «esa es la forma más rápida y eficaz de actuar, lo único que nos debería preocupar a todos ahora».

Era media mañana cuando Sánchez concluyó esta comparecencia. El día fue avanzando según el guión de jornadas atrás. Oleada de solidaridad ciudadana en apoyo a los damnificados, seguimiento de los trabajos de rescate de desaparecidos, reconstrucción de las infraestructuras dañadas... En su intervención, había aludido a la cifra de 211 vidas perdidas como el triste balance que deja la DANA, aunque no concretó si ese número incluía también a quienes fallecieron por las riadas que azotaron, con efectos más incruentos, a otras regiones de España. No hubo noticias al respecto durante otra comparecencia, la protagonizada a media tarde por Carlos Mazón, quien se limitó a lanzar una batería de medidas que, combinadas con las anunciadas por Sánchez, operan de respuesta común para mitigar las consecuencias de la riada, aunque a última hora de la noche se actualizó ese dato: son ya 210 fallecidos.

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En su intervención, el jefe del Consell anunció la constitución «inmediata» de cinco grupos de respuesta inmediata ante la crisis, donde estarían incluidos diferentes ministros del Gobierno en cada uno de ellos. Más medidas. Su solicitud de que se incorpore el Jefe del Estado Mayor de Defensa al gabinete de crisis que gestiona las consecuencias de la DANA, o, en un plano más concreto, que Sánchez «acelere al máximo» la activación del Fondo Europeo de Solidaridad. La Comunitat, alertó el jefe del Consell, vive el «peor momento» de su historia, «de una magnitud que nadie podía imaginar». Una constatación que efectuó en términos especialmente pesarosos mientras desgranó el resto de medidas que pretende implantar, consistente en un aluvión de beneficios para el bolsillo de trabajadores y autónomos.

El mensaje final de Mazón incluyó, como en el caso de Sánchez, una cierta autocrítica. «Cometeremos errores, yo el primero», confesó. «Acertaremos, seguiremos llorando la pérdida de nuestra gente, de nuestros hogares, de nuestras vidas. Pero nunca nadie, ni ninguna catástrofe natural, podrá empañar el espíritu de sacrificio, el esfuerzo y la solidaridad del pueblo valenciano. Centenares de miles de personas están sufriendo, pero también miles de personas están ayudando».

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«Ya habrá tiempo de analizar negligencias y reflexionar sobre cómo mejorar el reparto de competencias y para hablar sobre la importancia de los servicios públicos, su refuerzo, la necesidad de respetar el asesoramiento científico y de adaptarnos al cambio climático», había afirmado por la mañana Sánchez. Como si mantuvieran un diálogo a través de los medios, el jefe del Consell afirmó luego en su intervención: «Vamos a salir adelante, lo vamos a hacer juntos. El miedo, la incertidumbre y la desolación no podrán nunca con el trabajo, la esperanza y la solidaridad».

Un discurso que ambos podrán reiterar hoy durante la visita que giran a la provincia los Reyes de España, que vuelven luego de otro desplazamiento igualmente triste, aunque de alcance más contenido: su encuentro en Campanar con las víctimas del incendio registrado hace ocho meses. Un escenario de dolor agigantado ahora por otro drama que, cinco días después, moviliza ya a unos 15.000 efectivos entre soldados, policías y guardias civiles. La tragedia que se sustancia en datos tan increíbles como la aparición en Chiva de coches llegados desde Utiel, dos localidades separadas por más de 50 kilómetros. La inhumana catástrofe, contra la que se libra un pulso aún desigual. «Yo he estado en Afganistán», decía un mando de la UME a TVE, «pero esto es duro». Y añadía: «Uf». Una expresión de desconsuelo que encarna el sentir de toda Valencia.

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