La Diputación concede a los bomberos la cabeza del gerente del Consorcio

Pero la cabeza del actual gerente, que ya estaba en el anterior equipo gestor del Consorcio con Compromís, era una de las reivindicaciones de los bomberos en las protestas de las últimas semanas. Fuentes sindicales han responsabilizado a la gestión de Ballester de los problemas a los que ahora se enfrenta la entidad y han expresado que no entendían como los nuevos gestores del PP le habían mantenido en el cargo.

De hecho, Ballester ha aguantado más de nueve meses tras el cambio del equipo de gobierno en la Diputación de Valencia, ahora gestionada por el Partido Popular. «La situación se ha convertido en insostenible para una gran parte del colectivo de bomberos y reclamamos un cambio en la dirección del Consorcio», expresaron los sindicatos tras una reunión con Avelino Mascarell el pasado mes de enero.

El nuevo equipo de gobierno, tal y como reconocen los sindicatos, se ha encontrado con esta situación heredada que se arrastra «desde hace siete u ocho años». En este sentido, destacaron que continuaban en sus puestos el antiguo gerente y el director técnico, algo que desde los sindicatos no se comprendía tras la gestión que habían realizado.

La situación había llegado al extremo de que a principios marzo los bomberos se negaron a hacer horas extraordinarias lo que llevó al cierre de varios parques en distintas comarcas por falta de efectivos. El gran número de horas extra que estaban haciendo ha sido uno de los principales problemas que había enfrentado al personal con la dirección. «En toda la historia del Consorcio nunca se había llegado a tantas horas extra (en referencia a 2023) y todo es la consecuencia de una deficiente planificación de personal. Si sigue así y no hay soluciones, en 2024 se superará esta acumulación de servicios extraordinarios», apuntaron los sindicatos.

Las centrales sindicales denunciaron que la gerencia del Consorcio estaba cubriendo la falta de personal con las horas extraordinarias. De hecho, en los últimos meses la carencia de trabajadores se había ido agravando con la marcha de un número importante de efectivos, cerca de medio centenar, al Consorcio de Alicante donde ha habido un proceso de oposición que ha atraído a bomberos que en Valencia se encontraban en una situación laboral más inestable.

En concreto, desde los sindicatos se considera que hacen falta 200 plazas de bomberos más para poder atender adecuadamente los servicios que prestan. La plantilla del Consorcio está compuesta en estos momentos por unas 1.400 personas de los que la mitad son bomberos. En la actualidad está en marcha una oposición, que empezó con retraso, para cubrir 109 puestos (72 plazas del turno libre y 37 de movilidad interna), pero los procesos se alargan y las mismas fuentes calculan que no se podrán incorporar hasta octubre.

La plantilla también reclama un nuevo acuerdo de condiciones laborales (el anterior caducó el pasado diciembre) y que se hagan oposiciones con celeridad para cubrir las plazas vacantes. Además, exigen el pago de la carrera profesional que se les adeuda desde 2021.

El conflicto abierto poco antes de las Fallas y a las puertas de la temporada de incendios forestales se desconvocó a los pocos días cuando se reabrieron las negociaciones entre bomberos y gerencia. Desde entonces se ha mantenido un ambiente de calma tensa que ahora ha desembocado con el cese del gerente con fecha 31 de marzo.

El presidente del Consorcio y diputado provincial de Medio Ambiente, Avelino Mascarell, se ha fijado, según señala en un comunicado enviado por la Diputación, como uno de los ejes de la nueva etapa «la mejora de la estrategia de inversiones para incrementar la eficiencia y la eficacia».

En este sentido, ha enmarcado «el cese de la actual gerencia de la entidad» en «el inicio de una nueva etapa en la gestión». Desde el próximo 31 de marzo, el presidente del Consorcio Provincial de Bomberos asumirá de manera provisional las funciones propias de la gerencia, han indicado desde la corporación provincial.

En cualquier caso, Avelino Mascarell ha garantizado «la plena operatividad» del organismo «durante este período de interinidad en la gerencia», además de anunciar que «dotará al personal técnico de una mayor participación en los procesos de toma de decisiones, tanto a nivel logístico como estratégico».

El diputado ha establecido como «principal objetivo» de la nueva etapa «la mejora de la estrategia de inversiones para incrementar la eficiencia y la eficacia» y ha avanzado un «cambio de rumbo para conseguir, desde la responsabilidad política, un mejor equilibrio financiero y la plena efectividad de los derechos de los ciudadanos y los empleados públicos».

Mascarell ha considerado que esa es «la mejor fórmula para garantizar la gestión de los recursos y prestar, si cabe, un mejor servicio a la sociedad».