El doble drama de los niños de Chernóbil

Nacieron en una zona marcada para siempre por el peor accidente nuclear de la historia, un lugar que este año, además, se ha visto afectado por las bombas y los ataques del ejército ruso en la invasión de Ucrania.

Los niños de las aldeas cercanas a Chernóbil se encuentran este 2022, por un lado, con que han aumentado los niveles de radioactividad en el entorno de la central, aunque con una intensidad que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) no considera «peligroso para la salud», y por otro, con que residen en una de las zonas más cercanas a la frontera con Bielorrusia, por donde irrumpieron las tropas del ejército ruso para iniciar la invasión de su país, devastando muchas de las viviendas.

«Allí hay una economía muy rural de subsistencia y las familias no han podido salir o han tenido que volver, y quedan muchas familias con menores que siguen en riesgo. Sus casas han sido destruidas, viven con el miedo de la guerra y temen que la situación se repita», recuerda la presidenta de Juntos por la Vida, Clara Arnal, que ha recorrido recientemente la zona para conocer la situación que atraviesan los menores tres meses después del estallido del conflicto, en el que los militares rusos llegaron a tomar el control de la central nuclear, lo que mantuvo durante semanas en alerta a las autoridades internacionales, aunque finalmente abandonaron la zona.

La ONG ha realizado un llamamiento a las familias de la Comunitat Valenciana que puedan acoger a menores de Chernóbil este verano para alejarles de «las consecuencias de la guerra y la radioactividad». «Son las propias madres las que nos están pidiendo que por favor llevemos a sus hijos a España este año más que nunca, para que puedan tener un respiro en medio de esta situación terrible que están viviendo en Ucrania», señala Arnal.

Juntos por la Vida ha preparado para los meses de julio y agosto un programa doble para la acogida de cien niños y niñas de entre 6 y 12 años de edad. La mitad irán a un campamento de verano en Valencia que están organizando con voluntarios. Para la otra mitad, debido al número de solicitudes, necesitarán la colaboración de «familias de acogida». Estas tendrán que asumir parte del coste del viaje en autobús de los menores desde sus pueblos en Ucrania hasta Valencia, un viaje de tres días de ida y otros tantos de vuelta.

El programa cuenta con el respaldo de la Subdelegación de Gobierno y de la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas a través de la Dirección General de la Infancia. «Nos preocupa mucho la protección de los menores, por eso no estamos desplazándoles de orfanatos, solamente los que tienen el permiso de los padres o tutores, que nos lo han pedido expresamente», indica Arnal.

Las familias interesadas pueden cursar la solicitud de acogimiento a través de la web de Juntos por la Vida.

• Temas
• Chernobyl