![Educación estudia crear más plazas para garantizar la elección de lengua](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2025/02/11/MAZON_05-RCj7oDoUe4XhmeHtGqUGH2N-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha presentado este martes la campaña institucional que pretende fomentar la participación en la consulta lingüística que permitirá a las familias solicitar enseñanza mayoritaria en valenciano o en castellano a partir del curso que viene. En el ... acto también ha participado el conseller de Educación, José Antonio Rovira, que ha explicado que en función de los resultados se estudiarán aquellas situaciones que precisen de la creación de unidades adicionales (es decir, más plazas) para poder dar cumplimiento a las preferencias de los padres. Por ejemplo, en el caso de que las votaciones sean especialmente ajustadas y una parte importante del alumnado no pueda adscribirse a la opción preferida.
En el marco de la campaña, que lleva como lema 'Dos lenguas, una Comunitat', la Generalitat ha creado una web específica para informar sobre la consulta, con tutoriales sobre cómo votar, y también ha diseñado cartelería que se distribuirá entre los centros, así como un 'spot' publicitario. No se trata de una reacción a las acciones impulsadas por organizaciones educativas contrarias al espíritu del nuevo modelo lingüístico y que piden el voto por el valenciano (cabe recordar que la administración no puede tomar parte), sino que el mensaje clave es fomentar al máximo la participación. Y es importante, porque la distribución de aulas resultante de la consulta dependerá de porcentajes de votos para cada opción. Es decir, de aquellos que participen. No hacerlo implica no influir en esta planificación. Y además que el alumno sea adscrito de oficio por parte de su centro en el grupo la clase que considere, en función de sus propios criterios.
«Ha llegado el momento de que las familias puedan ejercer en libertad su derecho a elegir la lengua principal en la educación de sus hijos, y aquella en la que aprender a leer y escribir», ha dicho el presidente, que ha contrapuesto el nuevo sistema con el heredado del Botánico: «El anterior gobierno sustituyó la posibilidad de que en un centro pudieran convivir líneas en castellano y en valenciano, rompiendo también la diversidad lingüística de la Comunitat».
Además, ha destacado que la planificación educativa (la distribución lingüística de las aulas) «se realizará exclusivamente a partir de la voluntad expresada por las familias», haciendo un llamamiento «a la participación libre», pues «cuantas más participen mejor se ajustará la oferta de la administración a los deseos de las familias». También ha defendido que el Consell «no sólo respetará el resultado, sea el que sea», sino que lo «desarrollará».
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Las familias podrán votar a través de la Secretaría Digital de la Generalitat entre el 25 de febrero y el 4 de marzo (hasta las 14). Sólo necesitan su DNI (se le pedirá también el número de soporte, incluido en el documento) y el Número de Identificación del Alumno (NIA), que le facilitará el centro y que se puede encontrar en Web Familia.
En función de los resultados la Conselleria de Educación procederá, de cara al próximo curso, a reorganizar las aulas de cada nivel (1º, 2º, 3º, 4º…) y etapa (Infantil, Primaria y la ESO). Todo dependerá de los porcentajes de votos para cada lengua base, que se recogen en uno de los anexos de la Ley por la que se regula la libertad educativa, de la que se desprende el procedimiento. Para hacerse una idea, en centros con dos líneas (dos clases por nivel) bastará con un 25% de apoyos en la opción minoritaria para aplicar doble programa lingüístico: un aula con lengua base en castellano y la otra con el valenciano.
Una vez hecha la planificación, se tomarán los listados de los alumnos, elaborados en función de la lengua elegida por sus progenitores y los criterios de prelación alegados, y se irán asignando a las plazas existentes en cada nivel por riguroso orden. Si se da el caso de que no hay suficientes puestos en la opción elegida (por ejemplo, cuando los votos hayan supuesto la creación de doble programa), el alumno quedará adscrito, por regla general, a la otra opción.
En cualquier caso, podrán contemplarse excepciones. Lo ha explicado Rovira tras ser preguntado sobre qué sucederá con las familias que pierdan la votación. Esto es, con los que no se podrá cumplir su preferencia.
«Analizaremos caso por caso. Si son pocas familias, por ejemplo si un 98% vota por una lengua, a las restantes se les pueden ofrecer plazas en el centro de al lado. Y si el resultado es más significativo cabría la posibilidad de montar una unidad más. Se analizará, a sabiendas de que tendrá un coste añadido, igual que ha sucedido con la gratuidad del cero a tres años», ha explicado el conseller, en relación a la inversión que ha sido necesaria para permitir la libre elección de centro en el primer ciclo de Infantil.
En cualquier caso, no será una planificación a la carta, sino que se trataría de supuestos excepcionales cuando el resultado de las familias, en determinado nivel, sea muy ajustado y las aulas resultantes impliquen que una parte importante se quede fuera de su preferencia.
Además, la propia normativa prevé que los centros puedan hacer valer su autonomía organizativa para cumplir con las preferencias familiares. Por ejemplo, a través de recursos docentes extraordinarios que llegan mediante el Plan de Actuación para la Mejora (PAM), disponiendo de un tutor que asuma un grupo extraordinario, o realizando desdobles (dividir a los alumnos) en determinadas asignaturas, vehiculándolas en una lengua u otra para ajustarse, o al menos acercarse más, a la petición de la familia.
En cualquier caso -como han recordado tanto Rovira como Mazón-, el nuevo modelo lingüístico busca cierto equilibrio entre lenguas oficiales, de manera que independientemente de la base la diferencia en horas lectivas en castellano o valenciano no podrá ser superior al 20%, lo que se traduce, a partir de 3º de Primaria, en dos asignaturas.
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