El Ejército toma pulso a la DANA: cambian las armas en Albacete por las palas en Algemesí

El Roig Arena sigue avanzando imparable, ajeno a la DANA. Poco a poco, los obreros instalan la cubierta del recinto que debe abrir sus puertas el año que viene y que será la nueva casa del Valencia Basket. Precisamente, la entidad taronja tiene inquilinos temporales en una de sus 'casas'. El balón no rebota sobre las canchas de L'Alqueria del Basket. El club ha suspendido toda su actividad hasta nueva orden. Nadie se atreve a apuntar una fecha para la vuelta a la normalidad: «Mientras sea necesario». De forma momentánea, la entidad deportiva apenas conserva un reducto en el primer piso para oficinas. El resto del edificio donde se curten las estrellas del futuro es ahora una base logística del Ejército de tierra. Este es uno de los asentamientos militares desde los que atiende a los damnificados en varias localidades: esta es de apoyo, ya que el grueso de la misión lo lleva a cargo la UME, la unidad de emergencias, específica (con mayor formación y recursos) para llevar a cabo este tipo de acciones.

En un primer momento, L'Alqueria del Basket acogió a afectados por la DANA. Desde el lunes, no obstante, llegaron allí militares. La zona es un trasiego constante de vehículos del Ejército, que incluso entran por la zona de obras del Roig Arena para evitar el paso por el área peatonal. Aunque los turnos son de 12 horas, lo cierto es que no pasan más de 10 o 15 minutos sin que haya tráfico por la zona.

Así es desde el lunes por la mañana, cuando llegaron las primeras tropas. Soldados que cambiaron las armas por las palas. Literalmente. Hay un caldo de cultivo, cierta indignación incluso: los militares ansiaban movilizarse a Valencia desde el mismo miércoles. Las primeras órdenes no llegaron hasta la sobremesa del sábado. Y por poco que quisieran tardar, estos efectivos necesitaban un buen puñado de horas para estar operativos.

Y eso que se dio una casualidad que quizás adelantó el proceso. Estaba previsto que un batallón se desplazase a Chinchilla, en la provincia de Albacete, para realizar unas maniobras. Tenían plan de viaje con parte del desplazamiento en un vuelo y el resto por carretera. Rápidamente hubo que realizar cambio de material: descargaron de los camiones las armas que iban a emplear en los simulacros en la provincia de Albacete para cargarlos con palas, picos y todas las herramientas que encontrasen y que fueran útiles para realizar tareas de limpieza. En cuanto a los vehículos pesados, fueron transportados por mar hasta Huelva y de ahí, también por tierra. L'Alqueria del Basket fue definitivamente zona logística militar a media mañana del lunes.

Las tropas duermen en el suelo, en las canchas interiores, donde también se ha instalado servicio de lavandería. En cuanto a la comida se evita cocinar y nutrirse de alimentos recién preparados para evitar intoxicaciones: hay que tener en cuenta que los hombres y mujeres desplegados conviven muchas horas con un lodo que lleva días en las calles, con lo que el riesgo de sufrir intoxicaciones es alto. Para combatir a virus y bacterias, estos hombres y mujeres se alimentan de bolsas con algo de pan y embutido, que se trata de consumir tras tomar precauciones de higiene y alejados al máximo del barro.

En algunas zonas de L'Alqueria del Basket se puede observar botas que algunos de estos militares han dejado a secar después de lavarlas. Lo hacen a su regreso de la zona afectada. Las tropas que se encuentran en las instalaciones taronja provienen de Canarias y de Ceuta. En principio una amplia mayoría permanecerán en Valencia hasta el 11 de noviembre, esto es, el próximo lunes. El plazo, sin embargo, es prorrogable según las necesidades o incluso puede haber remplazo.

Aunque también han acudido a otros pueblos, estas tropas realizan trabajos en Algemesí. Colaboran en limpieza, búsqueda de cuerpos y tareas de vigilancia. Este es el cometido, sobre todo, en la noche, cuando se producen más intentos de saqueos en la zona. Los militares hacen turnos de 12 horas, entre las 8 de la mañana y las 20 de cada jornada. Además de soldados, también hay dispositivos sanitarios.

La estampa es curiosa. Los camiones más pesados y que no están en la zona afectada se estacionan entre el nuevo parking y la Fonteta. El resto de los vehículos están en una de las canchas exteriores .Entre las canastas donde habitualmente muchos chicos y chicas juegan a baloncesto soñando con un día ser estrellas en ese Roig Arena que ya cuenta las semanas para abrir sus puertas.

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