Un dolor eléctrico. Como una descarga, un pinchazo constante o un quemazón. Tan intenso que hasta pone de mal humor a quien lo sufre. Son los síntomas del neuroma de Morton, que padece la Reina Letizia y que muchas valencianas también lo tienen, con ... una incidencia de 2.343 nuevos casos diagnosticados en 2023 en la Comunitat. El daño es en los pies, entre el tercer y el cuarto dedo, y surge por llevar durante muchas horas habitualmente zapatos de punta estrecha y con tacones altos. Por tanto, las pacientes son mujeres en más de un 90%, aunque también se da en hombres, al usar zapatos de ejecutivo, como le ocurrió al expresidente José María Aznar.
Publicidad
Los expertos apuntan directamente a lo que llaman «la higiene del calzado», es decir, utilizar zapatos más anchos y cómodos para el día a día como parte fundamental de la prevención y el tratamiento de esta enfermedad. De hecho, el uso cada vez más extendido de las zapatillas incluso para salir por la noche está permitiendo que esta patología se vea mucho menos que hace unos años. «No es muy frecuente y se está reduciendo últimamente. Se trata de un porcentaje muy pequeño de la consulta y se operan muy pocos casos al año», asegura Eva Gil, cirujana especialista en pie y tobillo de Traumatología del hospital Doctor Peset de Valencia. Aun así, según datos de Sanidad, hay 29.153 casos activos en la Comunitat.
La mayoría de casos mejoran con el cambio del tipo de calzado y con infiltraciones de la zona pero aproximadamente una de cada siete pacientes necesitan una operación para solucionar el problema, que afecta a los nervios entre los dedos. Una de esas pacientes que tendrá que pasar por quirófano es Inma, una valenciana que es bailarina y profesora de flamenco y danza española y que en los últimos años ha visto cómo el dolor cada vez era mayor. «Al principio sentía una molestia de vez en cuando, un dolor intermitente, un día muchísimo y varias semanas no sentía nada. Pero se fue agravando, notaba el pinchazo y un quemazón que me paraliza. Ahora cuando me pasa no puedo ni andar, me tengo que quitar el calzado, estar descalza y entonces el nervio se libera y me encuentro mejor», relata la mujer.
Llevar un zapato de punta estrecha o tacón alto comprime el nervio entre los dedos y causa esa descarga a las pacientes. «Es el dolor más habitual, que causan las cabezas de los metatarsianos comprimiendo el nervio de las puntas de los dedos de los pies. No te puedes calzar porque el propio calzado comprime estas metatarsianas, comprime el nervio y provoca un dolor que va hacia la punta de los dedos», expresa la doctora Gil. «Son siempre el mismo modelo de pacientes, que llevan calzado estrecho, de punta estrecha por su trabajo, durante varias horas. El neuroma provoca un dolor más neurológico y lo primero que hacemos es una correcta higiene del calzado, con un zapato más cómodo», indica la especialista. «Se trata de un dolor muy feo, pone hasta de mal humor. Una vez se instaura es como si te mordiera un perro, es muy desagradable», relata la traumatóloga.
Publicidad
Inma por su profesión debe llevar tacones y el pie comprimido entre cuatro y cinco horas al día, lo que le ha provocado que la cicatriz del neuroma ya haya crecido hasta los 12 milímetros y ni siquiera mejore con infiltraciones. «Para clases de flamenco llevo un zapato de tacón de cinco centímetros y lo que me ha ido a más es una sensación de quemazón y pinchazo. El dedo está como dormido, el cuarto dedo. En mi vida normal suelo ir con zapato cómodo pero como ha ido a peor ahora sí que me hace daño, da igual el calzado que me ponga, me tengo que quitar lo que lleve para sentir alivio», expresa la paciente.
Confía en que después de la operación pueda seguir bailando y enseñando flamenco, aunque se arrepiente de haber dejado pasar el tiempo aguantando el dolor, mientras el neuroma iba creciendo. «El otro día una compañera me dijo que estaba empezando a tener un dolor parecido, así que al menos a ver si a ella se lo detectan más rápido que a mí, así le habré podido ayudar», apunta Inma.
Publicidad
Noticia relacionada
María José Carchano
La cirujana expresa que «son muy pocos los que llegan al quirófano» porque la mayoría de casos mejoran con los tratamientos, aunque destaca que resulta complicado conocer la incidencia exacta de la enfermedad porque «suele confundirse el diagnóstico con una metatarsalgia», que provoca un dolor similar. «En un año habré operado dos o tres neuromas, es el último paso, siempre se empieza por cambiar el calzado y después infiltrar», indica. «Las mujeres que visten muy elegantes y que por protocolo tienen que llevar esos zapatos son las más afectadas, les provoca esa lesión que es neurológica. Y también les ocurre a los hombres que suelen ser cazadores», añade Gil.
La especialista destaca que en los últimos años tanto las jóvenes como incluso las modelos llevan, aunque vayan arregladas, zapato ancho y cómodo «por eso ha disminuido mucho esta enfermedad, que antes era más común por el tipo de calzado». Gil describe así los síntomas: «Los dedos se van hacia delante, las cabezas aprietan el nervio interdigital entre el tercer y el cuarto dedo y da un calambrazo, como si pisas un cable eléctrico, se va formando una cicatriz en la zona donde todos los días da un dolor eléctrico. Se va haciendo cada vez más grande y ocupa más espacio, por eso al final incluso no permite llevar calzado», expresa.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.