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Un grupo de vecinos conversa ayer en la plaza de Sedaví. jesús signes
«Me entero por usted de que tengo que cerrar»

«Me entero por usted de que tengo que cerrar»

Vecinos de Sedaví y Alfafar muestran su sorpresa por el cierre

Juan Sanchis

Valencia

Jueves, 7 de enero 2021, 00:34

Primeras horas de la mañana del Día de Reyes. Alfafar empieza a recobrar la vida tarde, como cualquier otro festivo. Algunas personas pasean a los perros y los más tempraneros se sientan en las terrazas de los bares abiertos. Otros optan por sentare en el interior. Y es que la noche ha sido especialmente fría (la mínima ha rondado los cero grados) y el sol tarda en calentar. Pero hoy es una jornada especial: Apenas quedan doce horas para que sus 20.000 habitantes queden confinados junto a otras 28 localidades de la Comunitat.

Alfafar con una incidencia en las dos últimas semanas de 813 casos por cada cien mil habitantes, comparte calles con Sedaví (con 451 contagios) y han quedado confinados como también Llocnou de la Corona (1), Benetússer (686) y Massanassa (332) en principio hasta el próximo 20 de enero. Todos ellos forman un continuo territorial con más de 55.000 habitantes que están en cierre perimetral.

Pedro y Antonia acaban de levantar la persiana de su cafetería, Fusione Café, que inauguraron el 27 de diciembre, hace apenas diez días. Y los dos se quedan de piedra cuando oyen que mañana no podrán abrir. «Me entero por usted que tengo que cerrar», asegura Pedro con cara de sorpresa. «Es un auténtico desastre. Ahora todo son gastos y no sé qué vamos a hacer», afirma Antonia que añade «¿quién nos los va a pagar?».

La reacción de Pedro y Antonia es común a la de la mayor parte de vecinos. Dos usuarios de la cafetería, José y Blas, tampoco saben nada. Todos piensan que los bares y restaurantes podrían abrir hasta las cinco de la tarde. No son conscientes de que este horario no se aplica a los municipios confinados.

Conocedor de esta particularidad, el Ayuntamiento de Benetússer trata de paliar la falta de información y un vehículo con megafonía lleva toda la mañana del Día de Reyes recorriendo las calles del municipio para comunicar las nuevas disposiciones.

Pero no parece que tenga un buen resultado. Un grupo de personas discute en la terraza de la cafetería del centro social en el Parc Palmeres. El motivo es si los restaurantes y bares podrán abrir mañana. José Gómez cree que sí, que hasta las cinco de la tarde.

Milagros, la encargada del negocio, sí que lo tiene claro. «Pensaba que nos dejaban abrir hasta la cinco y así al menos cubriría gastos. Pero esto es un desastre«, afirma. Además, comparte la opinión de Pedro y Antonia. Todos ellos consideran que la hostelería se ha convertido en el chivo expiatorio.

«Yo limpio la mesa después de cada cliente y ahora vemos los autobuses, con los viajeros unos junto a otros, y los centros comerciales a rebosar y no se hace nada, sólo contra los bares y restaurantes. No es lógico«, recalca Pedro.

Indignación

Esteban, también vecino de Alfafar, no sabe si puede llevar a su hijo al fútbol en Valencia. Y Germán, que está sentado junto a él y Judith y Ángela en una terraza, duda de si el confinamiento es del casco urbano o del término municipal. La vacilación no es menor porque implica ir o no al centro comercial.

«No tiene sentido que unos de Valencia puedan ir y nosotros, que prácticamente sólo tenemos que cruzar una calle, no podamos ir», afirma Guzmán.

Junto al desconocimiento, el otro sentimiento que predomina es el de indignación, pero no por el confinamiento. Todos ellos comprenden que las medidas se aplique. «El problema son los sinsentidos, los criterios que se aplican sin lógica», recalca Tomás. Mientras Judith y Ángela consultan en el móvil a ver si aclaran las dudas.

José Dasí es autónomo y vive en Sedaví. Ayer tramitaba el permiso para poder abandonar el domicilio para trabajar. Junto a él está Francisco Vázquez un chófer que no tendrá problemas para desempeñar su labor. Están sentados en la plaza de Sedaví junto a Enrique Mocholí, médico jubilado, que critica la «mala gestión« de la Conselleria de Sanidad en la vacunación aboga por ser valientes para tomar medidas más duras.

Todos ellos son conscientes de que hoy (por ayer) es el último día que pueden reunirse hasta al menos el 20 de enero. La decisión de confinar ha roto algunos planes. En el caso de Esteban. Su madre vive sola en Turía. «Voy a intentar acercarme hoy porque no tengo claro cuando podré viajar», afirma.

Para Germán y Esteban el cierre les impedirá salir el fin de semana en bicicleta. José Tomás no podrá acercarse al coto de Turís a cazar. «Esperaba con la ampliación de la veda para el tordo. Pero ya se ve que nada», afirma. Blas piensa en la nevera llena de comida desde hace semanas en su casa de Cuenca. «Del olor no se podrá entrar», sentencia.

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