Entradas de media hora, alumnos separados y saludos con los codos

La vuelta a las aulas nada tiene que ver con cualquier otro septiembre. La entrada en los colegios se ha desarrollado con paciencia, pues en algunos casos se ha demorado hasta media hora, y sin abrazos ni gestos afectuosos, sustituidos por los choques de codos y por las sonrisas intuidas bajo las mascarillas. Sin olvidar el llamativo ambiente de calma tensa, sin las habituales explosiones de ruido que inundan los patios los primeros días, pues por regla general han permanecido vacíos o semivacíos, fruto de la necesidad de habilitar accesos ordenados y escalonados. Tampoco se han visto los agobios de las prisas, pues la puntualidad era un requisito exigido por todos los centros para que el excepcional arranque funcionara bien.

Precisamente esta organización es la que ha provocado que los tiempos se espacien respecto a lo que era habitual. Todos los centros han citado a las familias en franjas horarias espaciadas en función del curso, que van desde los diez minutos hasta la media hora que han transcurrido desde la entrada de la primera clase hasta que lo ha hecho la última.

Veinte minutos ha tardado el colegio Blasco Ibáñez de Benetússer en recibir al alumnado convocado para hoy, teniendo en cuenta que la incorporación es progresiva en la mayoría de los centros y puede prolongarse hasta el viernes. Se han utilizado dos zonas de acceso, una de ellas cortada al tráfico para facilitar la espera de las familias. Los alumnos más mayores se organizaban en fila, respetando los 1,5 metros, entraban al patio y subían antes de que accediera el siguiente nivel.

Los minutos previos han estado plagados de saludos de codos, algún grito para llamar la atención de un compañero e instrucciones de última hora a los niños por parte de los padres, desde no compartir el material hasta lavarse las manos con asiduidad o mantener la distancia con sus compañeros. Los primeros días del curso servirán para que los niños interioricen las nuevas rutinas sanitarias de sus centros.