Espacios municipales, barracones en azoteas, aulas universitarias y capillas, las soluciones de los colegios para crear nuevas clases

La necesidad de disponer de espacios para dar cabida al alumnado, garantizando en lo posible la distancia de seguridad, ha provocado que las escuelas recurran a soluciones de todo tipo.

Colegios como el Pío XII y Salesianas, ambos de Valencia, han creado aulas en sus capillas, mientras que Dominicos ha tenido que instalar una barracón de 80 metros cuadrados en la azotea que, una vez amueblado, estará a disposición del alumnado de Secundaria y Bachillerato, tal y como explica el jefe de estudios de Secundaria, José María Nalda. Además, el centro se ha visto obligado a renovar todos los pupitres, jubilando los de dos unidades a cambio de los unipersonales.

En otros colegios de Valencia también se ha recurrido a teatros o salones de actos para dar clase. Incluso hay casos en los que se han utilizado instalaciones ajenas, exactamente de sus ayuntamientos. Tal y como explican fuentes de la Conselleria de Educación, al menos hay cuatro: el IES Joan Coromines de Benicarló, que ha desplazado un aula al auditorio municipal, el IES Violant de Casalduch de Benicàssim, el IES Les Alfàbegues de Bétera, que ha organizado el Bachillerato en el edificio que comparten el Centro Municipal de Formación de Personas Adultas y la Escuela Oficial de Idiomas, y el Ceip Inmaculada de Torrevieja, donde los cursos de 5º y 6º de Primaria darán clase en el edificio, todavía no inaugurado, que ocupará el futuro conservatorio municipal de Torrevieja.

También se da un caso llamativo en el CEU San Pablo de Moncada, donde el alumnado de Secundaria disfrutará de 11 aulas de la universidad CEU Cardenal Herrera para sus sesiones lectivas. Son tan espaciosas que en este caso la distancia entre alumnos llega hasta los dos metros.

Desde el departamento de Marzà recordaron que no tienen constancia de que se hayan instalado aulas prefabricadas en ningún centro público, pese a que fue una de las opciones que se dio para ganar espacios. Cabe recordar que desde 3º de Primaria los centros pueden organizar clases donde se respete la distancia de 1,5 metros (obligatorias a partir de 1º de la ESO) lo que en la práctica reduce, y mucho, el aforo máximo, lo que obliga a desdoblar grupos.