La exención del Valenciano llega a las pruebas libres para conseguir el título de Bachillerato

La pasada semana la Conselleria de Educación llevó a la mesa sectorial de negociación la nueva norma que regulará la prueba, que será de carácter anual y se basará en los temarios de la Lomloe. Además, incluye otros cambios, como la reducción del número de ejercicios a los que se tienen que enfrentar los aspirantes. El borrador no sólo recoge las opciones generales de exención, sino que incluye algunas casuísticas adicionales en cumplimiento de lo estipulado en la Ley por la que se regula la libertad educativa, en vigor desde el pasado junio.

Según datos de la conselleria de Educación, a estas oruebas suelen matricularse entre 70 u 80 personas, aunque siempre se presentan algunas menos. La exención del Valenciano se aplicará a aquellos de este reducido grupo que cumplan con los requisitos que marca la Ley de Libertad Educativa vigente desde el inicio de este presente curso.

El nuevo marco lingüístico para las escuelas valencianas se refiere expresamente a los supuestos vigentes desde mediados de los años 80, amplía a tres cursos el relacionado con la residencia temporal en zonas valencianohablantes, recupera el que reinterpretó el Botánico para anularlo (el de incorporación tardía al sistema educativo) y establece una nueva disposición para ciudadanos que, por razones de edad u otras circunstancias, no hubiesen cursado la asignatura lingüística durante su escolarización. Se trata de una opción muy vinculada con las enseñanzas de personas adultas y también con los aspirantes que se presentan a las pruebas libres para conseguir los títulos académicos que les permitan mejorar su formación o ampliarla.

De ahí que la orden que regulará las que permiten obtener el título de Bachiller incorpore todos los supuestos citados (también el hecho de residir en zonas castellanohablantes permite obtener la exención), así como los casos concretos que también se prevén para las escuelas de adultos: para los nacidos antes de 1972 (porque durante su etapa escolar no cursaron Valenciano), para los que haciéndolo ese año o después nunca tuvieron la asignatura y para los que obtuvieron la exención en alguno de los últimos tres cursos realizados.

Todas estas casuísticas también regirán en las pruebas que sirven para sacarse el graduado escolar que se convoquen próximamente, aunque en este caso, con anterioridad, sí se había contemplado la posibilidad de solicitar la exención, con los supuestos de mediados de los 80, a diferencia de lo que sucedía con las de Bachillerato. Respecto a estas últimas, los aspirantes deberán tener al menos 20 años o cumplirlos el año natural de la convocatoria y no estar matriculados en la etapa de Bachillerato en el momento de efectuar la inscripción.

La prueba se estructurará en dos bloques (uno de materias comunes y otro con las de la modalidad elegida en el momento de la inscripción), y tendrá siete ejercicios. Los cuatro primeros son Valenciano, Castellano, Lengua Extranjera y Filosofía-Historia, y los tres restantes se refieren a las asignaturas que varían dependiendo del tipo de Bachillerato. Además, se elimina un examen correspondiente a la materia optativa con respecto al formato anterior de pruebas, y cada uno de los siete ejercicios comprenderá dos materias, una de 1º y otra de 2º. Los criterios de evaluación y calificación se harán públicos en la página web del centro en el que se realice el ejercicio.

La prueba será única en cada curso escolar y se desarrollará, al menos, en dos días consecutivos, en sesiones que podrán ser de mañana y tarde. En la resolución anual que la convoque se especificarán las sedes, así como las fechas y horarios de los diferentes bloques y sus ejercicios. La última novedad que recoge la orden es la ampliación de los tribunales a siete miembros para que haya un mayor número de especialistas en cada materia. Asimismo, podrá ampliarse con personal docente asesor de otras especialidades cuando sea necesario.