Manuel García
Valencia
Martes, 28 de febrero 2023, 19:50
Anne tenía 67 años de edad y su amor a los animales la llevó a un final trágico. La muerte de esta mujer, de nacionalidad británica, ocurrida tras el ataque de un pit bull que había adoptado en la localidad de Macastre vuelve a traer al primer plano el debate sobre la necesidad de educar y de identificar a los perros.
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Y es que sobre esta última cuestión han querido incidir expertos en el mundo animal. El hecho de que el can, que fue abatido por la Guardia Civil debido a su agresividad, no tuviera ningún tipo de chip identificativo, provoca que ahora se haya entrado en un callejón de difícil salida a la hora de determinar la responsabilidad de los hechos.
Actualmente hay en la Comunitat, según los últimos datos de finales de 2021, algo más de un millón de perros dados de alta en el Rivia, el registro público que gestiona el Consell Valencià de Col.legis Veterinaris por concesión administrativa por parte de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.
Los propietarios de perros, équidos, animales potencialmente peligrosos, aves de cetrería y especies exóticas invasoras están obligados a identificar a su animal conforme normativa vigente.
Sin embargo, sobre la cantidad de animales que carecen de chip, los datos resultan mucho más difusos «y casi imposibles de obtener», según señalan fuentes del sector. La única referencia la arroja el estudio de abandono y adopción 2022 publicado por la Fundación Affinity y que concluye que tres de cada cuatro perros que llegan a centros de acogida carecen del preceptivo microchip identificativo.
Inmaculada Ibor, presidenta del Colegio de Veterinarios de Valencia y del propio Consell Valencià, ha destacado la importancia de la identificación de los animales «tanto cuando se produce una pérdida como cuando se produce un incidente de este tipo, ya que en este caso no se puede determinar la responsabilidad».
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Ibor incide tanto en la labor que deben efectuar los propios ciudadanos con su actuación a la hora de adquirir una mascota como, sobre todo, los ayuntamientos, que son los responsables últimos del control de los animales abandonados. La labor del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil también es reseñable pero en muchas ocasiones no pueden atender las demandas de términos municipales muy extensos.
«Hay que concienciar porque una raza no es agresiva de por sí. Hay que invertir tiempo y dinero en la educación y que no los adiestren en ningún caso para atacar», recuerda Ibor, quien también insiste en la colaboración ciudadana a la hora de trasladar la presencia de animales que puedan estar vagando por sus calles.
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La responsable de los veterinarios apunta que su entidad está tratando de mejorar la formación ciudadana a través de la organización de charlas dirigidas a muy diferentes sectores y grupos de población.
Amparo Requena, abogada animalista y experta, recuerda que la obligación de que los canes cuenten con el correspondiente chip «es de hace 29 años» y está segura de que, pese a los análisis que se pueda hacer del perro que efectuó el ataque, «no se va a poder localizar a su dueño. Los ayuntamientos han de efectuar un mayor control a la hora de que se puedan identificar a los perros. Ellos son los responsables de que no estén identificados».
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Adiestradores consultados por LAS PROVINCIAS agregaron que haría falta un control más exhaustivo hacia este tipo de animales pero remarcaron que una raza de por sí no es peligrosa: «No me gusta hablar de razas peligrosas. Por ejemplo un pastor alemán tiene una mordida muy fuerte, con una mandíbula bastante poderosa, y no se le considera peligroso por ello», explica, por lo que la clave, en su opinión, «está en la educación. Es una cuestión de por vida. Si a un animal se le mantiene en un ambiente oscuro y de temor, probablemente reaccionará de otra manera a otro que haya sido educado adecuadamente».
Todos los interrogados también destacaron que las acciones de todos los perros, no sólo de los considerados peligrosos, quedarán cubiertos por el seguro obligatorio que tendrán que contratar sus propietarios.
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Por lo que respecta a lo ocurrido en la localidad de la Hoya de Buñol, la Guardia Civil continúa investigando después de saber que el animal estuvo varios días vagando por la zona, lo que podría llevar a pensar a los investigadores que pudiera proceder de una vivienda cercana. Además, los agentes también han comenzado a reconstruir las últimas jornadas de vida de la mujer, que, según algunas fuentes, podría haberse acercado a algunos refugios caninos para preguntar si podrían hacerse cargo del animal.
La mujer podría haberse hecho cargo de canes en anteriores ocasiones según vecinos del propio municipio pero esta vez todo concluyó trágicamente para ella debido al ataque del perro, que le causó graves heridas en los brazos. La familia de la fallecida aún está consternada por lo ocurrido. Una hija de la mujer estaba previsto que llegara hasta la localidad en la jornada de ayer para iniciar los trámites correspondientes y organizar un funeral.
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