Ó. DE LA DUEÑA
POTRIES
Viernes, 27 de octubre 2023, 14:45
Caras de tristeza, coches y motos calcinados y algunos árboles quemados. Ese es el aspecto con el que ha amanecido este viernes 27 de octubre la calle Ferrocarril d'Alcoi de Potries tras la noche de fuego que ha reducido a cenizas parte de la conocida fábrica de lejía, en la actualidad una empresa que produce químicos destinados a la industria citrícola. El fuego arrancó en la tarde del jueves, sobre las 19 horas justo enfrente de esta vía, al otro lado de la carretera CV-680. Los vecinos han regresado a sus casas tras una noche fuera, alojados en casas de familiares o en un local que habilitó el Ayuntamiento.
Publicidad
Las llamas han acabado con una parte del recinto industrial, las dependencias donde se almacenaban productos químicos en grantes recipientes. El fuego no alcanzó otras dependencias de la fábrica como los laboratorios o las oficinas. «El recinto estaba muy bien preparado para un tipo de accidente de estas características. De hecho, las puertas ignífugas han evitado que el fuego saliera de los almacenes y pasara al resto de salas», ha explicado el alcalde de Potries, Sergi Vidal.
En estos momentos, hay una parte de la fábrica que presenta un estado desolador y que, con toda seguridad, habrá que derrumbar y ver cómo se reparan los daños. Pero quien también han sufrido daños son los vecinos de Ferrocarril d'Alcoi. Esta calle de dos direcciones y zona de aparcamiento está separada de la fábrica por la carretera y aunque las llamas no alcanzaron la vía, su calor si que derritió la parte frontal de varios coches, de algunas motos y ha quemado las cimas de varios árboles.
Los vecinos están desolados, ya que muchos han sufrido en sus casas el impacto de las explosiones, como Isabel Moratal: «Estábamos en casa viendo la tele y nos pilló por sorpresa el fuego. Había explosiones cada cinco minutos y el edificio temblaba como si hubiera un terremoto». La residente de Ferrocarril d'Alcoi vive en un tercer piso y los cristales de todas sus ventanas han quedado destrozados: «No han saltado, pero todo están agrietados de la fuerza de los impactos».
Moratal estaba junto a su marido y oyó un primer estallido poco antes de las 19 horas. «No dimos mucha importancia, pero al rato siguieron más explosiones y empezó a salir humo. Ahí ya nos asustamos. Empezamos a estar atentos y casi a las 20 horas ya vimos las llamas. No dejaban de crecer y llegó un momento en que llegaban a la altura de nuestras ventanas».
Publicidad
El miedo, ha relatado, se apoderó de ellos: «Eran como bombas. Había una explosión y subía una nube de fuego, como las que se ven en las películas. Era impresionante y terrorífico al mismo tiempo». Moratal tiene daños en todas sus ventanas, pero también ha perdido un coche y una moto. Se han calcinado y ya no pueden utilizarse. No sabemos cómo iremos a trabajar a partir de ahora».
En la mañana de este viernes, las visitas al Ayuntamiento de los vecinos de esta zona han sido onstantes. Han acudido a realizar informes para tener unos primeros balances de los daños. Este miedo fue algo generalizado, decenas de personas de sus viviendas de los dos edificios que se desalojaron el jueves por la noche. Una de ellas fue Trini García que dejó el primer piso en el que vive y salió «a toda velocidad son sus dos hijos», de dos y diez años.
Publicidad
«Nosotros estábamos preparando la cena y no sabíamos nada del fuego, los niños estaban haciendo sus cosas y no oímos ni las explosiones. Nos llamaron un poco antes de las 20 horas y nos dijeron que nos teníamos que ir. Salimos de casa en pijama y mi hijo no llevaba ni zapatillas. Fue todo muy deprisa y casi no tuvimos tiempo a reaccionar». Trini ha estado limpiando este viernes su casa: «Me dejé una ventana abierta y está todo lleno de polvo negro y, seguramente, el toldo también se ha calcinado».
Por su parte, el alcalde Vidal ha explicado que durante este viernes han seguido los trabajos para acabar con cualquier rescoldo y supervisar como evoluciona el recinto, dado que al tratarse de productos químicos hay que estar muy atentos de hacia dónde se dirige el agua. El primer edil ha hecho estas apreciaciones ante la cercanía del río Serpis: «Vamos vigilar que no hay ninguna afección ni llegue al cauce algún liquido que pueda generar problemas».
Publicidad
El alcalde ha explicado que ha mantenido desde que arrancó el fuego un contacto directo y estrecho con los responsables de la empresa Citrosol, la mercantil afectada por el fuego. «Han mostrado su total disposición y, a partir de mañana, cuando todo se haya calmado iniciaremos el balance de daños y como afrontar esta situación». Vidal ha destacado que la empresa cuenta, ya que buena parte sigue en pie, con los sistemas más modernos de seguridad contra incendios: «Esto es lo que ha hecho que el fuego sea el que ha sido y no más intenso. Medidas como las puertas ignífugas han evitado que las llamas se extendieran al resto de la fábrica, donde hay otras estancias como oficinas o almacenes».
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.